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Una  semana ha pasado y nadie sabe nada

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Una  semana ha pasado y nadie sabe nada. Joon se ha encargado de terminar con los tipos que estaban con Sullivan y tampoco pudo sacarles nada. Henry ha estado tranquilo y se ha recuperado de la muerte de Vanesa poco a poco. Luce muy relajado, su padre le ha visitado como Jake y su embarazada ex. No me molesta que la tipa venga, me da igual.

Todo ha vuelto a la normalidad en mis negocios y la he pasado de arriba abajo. Lo extraño de todo es el cambio en Henry que me tiene perplejo pero siendo honesto me gusta que ahora sepa que soy yo quien manda. Que hace todo lo que le pida y no me rechiste nada. Está muy cariñoso, muy amable y siempre está pendiente de mí. No lo he tocado pues deje que pasara su luto, creo merecía su espacio. Admito que me he divertido con Fabricio pues tengo mis necesidades que exijo sean cubiertas. Fabricio no se niega y es muy bueno.

Regreso a casa después de pasar parte del día con él y me dejo caer totalmente relajado en mi cómodo sillón soltando el botón de mi saco. Joon se excusa para ir con Arthur a no sé dónde y para mi está bien.

—Hola—la voz de Henry me hace levantar la cabeza y verlo que está parado frente a mí. — ¿Dónde estaba? Salió desde temprano y pasan de las cinco de la tarde, no desayuno conmigo, no vino a comer y no me respondía el teléfono.

—Por ahí.

— ¿Por ahí? ¿Dónde exactamente? ¿Con quién?

—No tengo que decirte  a donde voy ni con quien estoy dulzura—dicho esto ríe dulce y busca mi regazo para sentarse. Me afloja la corbata y me abre dos botones de mi camisa.

— ¿Eso cree? Porque yo lo extrañe mucho—y me besa por el cuello. Lo dejo, en estos días he disfrutado mucho de cómo se está portando. Me gusta este nuevo Henry obediente. — ¿Qué le paso en el cuello?—me mira.

—No se dé qué me hablas.

—Tiene un morete y huele a…—me huele por el cuello y el pecho. Me mira, enarca una ceja y se levanta de mi regazo de un salto. —Es usted un imbécil, debí saber dónde estaba maldito idiota.

—No entiendo que te sucede. ¿Podrías ser más claro?

— ¡¿Estaba con Fabricio?! Puedo olerlo en usted todavía, al menos debió bañarse bien en el hotel donde se fue a revolcar con él y joder, ¿es un vampiro o qué? menudo chupete le ha dejado.

— ¿Es eso? joder cariño, no deberías molestarte. En primer lugar, fue solo sexo y no lo bese en la boca si eso te preocupa y use condón. En segundo lugar no estuve en un hotel con él. Le acabo de regalar un departamento y solo lo estrenamos. En tercer lugar, tú estabas algo ocupado y pues yo tengo mis necesidades. No me celes porque aquí quien manda soy yo, no lo olvides dulzura. Soy un hombre muy bueno, estabas de luto y no quise comportarme como un idiota.

—Qué raro porque ya lo es.

Me levanto del sillón y lo meto a mis brazos de una sacudida. No rechista en nada pero luce molesto.

𝓜𝓪𝓽𝓱 𝓕𝓻𝓲𝓭𝓶𝓪𝓷 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora