DOS MESES.

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Kara se encontraba nerviosa mordiéndose las uñas debido a los planes que tenia, espero a que atardeciera y fue a buscar a su mujer—amor—la llamo haciendo que Lena volteara a verla.

--¿Qué pasa corazón?—Nymeria alzo sus orejas ladeando su cabeza.

--este, quiero que me acompañes a un lugar—hablo la rubia dudosa, jamás habia hecho algo asi por alguien, y nunca lo habia hecho por que nunca habia estado enamorada, agradecia los consejos de HIpolita.

"En Themyscera las enamoradas realizan unos pequeños banquetes para sus amadas, una deliciosa cena a la luz de la luna solo ellas dos, y despues terminan con un paseo romántico y se acostumbra a dar algun regalo"

Lena la vio un poco confundida--¿A dónde iremos?—Nymeria de inmediato se puso entre las dos evitando que Kara se acercara.

--oye, ella es mi esposa—le menciono la rubia haciendo que la loba gruñera--¡Krypto!, ven por tu novia—lo llamo haciendo que el enorme lobo negro llegara corriendo—vayan a robarse algo a la carnicería, o a cazar algun animal—Krypto golpeo con su humeda nariz a Nymeria, la cual se volteo dándole la espalda, al parecer alguien también estaba molesta.

--ve a dar una vuelta—acaricio las lindas orejas de la loba la cual solto un chillido y salió corriendo de ahí.

--ahora que nos quedamos solas, ven aquí—tomo un pequeño pañuelo cubriendo sus ojos.

--kara—hablo la pelinegra riendo--¿Qué tramas?—

--ya lo veras en su momento—

Kara la ayudo a montar en su corcel y despues monto ella comenzando a trotar con lentitud, Lena disfrutaba del pecho cálido de su esposa recargando su cabeza en el hombro--¿me va a secuestrar señora vikinga?—pregunto en tono jugueton acariciando el símbolo de la casa "el" en el pecho de la rubia.

--ya lo veras mi amor—

Cabalgaron despacio por unos minutos, porque sabia que podía ser molesto para su mujer, cada dia el estomago de su mujer era mas pronunciado, llevaban seis lunas y ya era muy prominente el abdomen.

El caballo se detuvo y Kara bajo de el, Lena escucho algunos mormullos y despues escucho cascos de caballos alejándose—ven aquí preciosa—la rubia tomo la cintura de su mujer y con cuidado la bajo de ahí comenzando a conducirla con delicadeza hacia donde queria, se coloco detrás de ella y la abrazo por la cintura acariciando su abdomen—puedes descubrirte los ojos—le susurro al oído sintiendo como la piel de su mujer se erizaba, Lena lo hizo y abrio su boca con sorpresa al ver lo que estaba frente a ella, una mesa adornada elegante mente, en el centro habia un plato principal, alrededor habia un montón de flores las cuales desprendían un delicioso aroma, el sol comenzaba a esconderse y el tono anaranjado se veia por todo el lugar—pase por aquí mi Reina—la ayudo a sentarse y despues sirvió una copa de jugo, corto un pedazo de pavo y lo sirvio, Lena se encontraba anonadada por el trato que su esposa la brindaba, cenaron en silencio solo con unas sonrisitas complices, la mirada que Kara le daba a Lena era de devoción total, despues de la cena, la anoche ya habia caido y el viento comenzaba a soplar, Kara se levanto de inmediato colocándose aun lado de ella tendiéndole la mano, Lena sonriente se puso de pie, y se abrazo al cálido cuerpo de la danesa.

--esto es tan romántico—respondio la pelinegra recargando su cabeza en el pecho de su esposa.

--¿estas lista para la sorpresa?—amas mujeres comenzaron a caminar hacia el montón de flores que habia, kara tenia planeado hacer que Lena comenzara a dar vuelta, pero dos lobos juguetones pasaron saltando alzando un sinfín de luciérnagas que surcaron el cielo dando una estupenda vista.

JUNTAS HASTA EL VALHALLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora