JUNTAS HASTA EL VALHALLA.

LA BATALLA DE LOS ZOR-EL

--nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE..... TOCA A MIS PEQUEÑAS—

Las flechas fueron devueltas lanzadas con tanta fuerza, que los hombres se quedaron pegados a la pared con una flecha clavada en sus cráneos mientras la sangre corria por sus hombros.

Ambos hombres estaban desconcertados al ver lo que tenían frente a ellos—MATENLA—grito Dante, pero lo único que consiguió fue que una espesa bruma comenzara, y su vista se nublara, ambos estaban asustados apuntando con sus espadas a las formas fantasmales que se veían, aquello lo aprovecharon las princesas mordiendo sus manos y soltándose de su agarre.

Sintieron un escalofrio recorrerlos, cuando dos presencias se instalaron en sus espaldas, la bruma se disperso y abrieron sus ojos con asombro al ver que las mellizas no se encontraban frente a ellos, si no detrás, dos golpes en sus cabezas fue suficiente para hacer que cayeran al suelo, y despues fueron sujetados.

--¿ que haces aquí?—pregunto Kara al ver a su esposa frente a ella.

--nadie toca a mis hijas, mucho menos a mi esposa—

--pero a mi na...-- apenas iba a terminar la palabra, cuando Lena detuvo una flecha que iba directo hacia ella—ohh mierda Lena, esta noche te voy a dar hasta que no puedas levantarte—gruño la Jarl tomando su hacha.

--¿vamos juntas?— pregunto Lena sonriendo limpiando un poco la sangre ajena que cubria el rostro de su esposa.

--juntas hasta el Valhalla—contesto Kara dándole un pequeño beso en los labios—espero y hayas traído una cesta muy grande, por que este dia, VAN A SOBRAR CABEZAS—grito la Jarl corriendo hacia la batalla.

No muy lejos de ahí, los daneses se encontraban en su festin de sangre e intestinos, el suelo pantanoso estaba cubierto de charcos de sangre, el lugar olia a muerte, Einar se encontraba peleando con tres hombres a la misma vez, los cuales estaban furiosos al verse superados por un chico, por el cual no darian ni media moneda de plata, Einar era algo corpulento, pero su rostro angelical no quedaba con su manera de luchar.

Lara y Lory estaban espalda con espalda peleando con tanta sincronia, que algunos se pararon al verlas pelear, sus espadas eran movidas como si de una danza se tratara, con el tiempo justo para evitar cortar a la otra, hasta que un enorme mercenario hizo su aparición, ambas chicas se pusieron en guardia—me niego a pelear con ustedes—gruño el hombre.

--entiendo, no te culpo, si yo fuera a hacerlo estaría temblando de miedo—exclamo lara con una sonrisa socarrona.

--jamas podrían superarme—contesto el hombre sacando una enorme y pesada espada—las princesas como ustedes jamás estarán tan curtidas en batalla como yo, no importa que hayan tenido a los mejores maestros, no importa que hayan aprendido solo para no sentirse inferiores, por que este dia morirán—

--veo que claramente tu acento no es de por aquí—agrego Lory--¿ eres del sur?—

Otros dos hombres mas se acercaron, los cuales eran claramente Asiaticos—ya veo, ¿ nuevos en el continente?— exclamo Lara.

--bien, hagamos algo—Lory limpio su espada—ustedes tres contra nosotras dos, ¿ les parece?—

--no se preocupen, les daremos la ventaja de que ataquen primero—contesto su gemela, viendo como el ceño de los hombres se fruncia.

--saben algo, no morirán—hablo el enorme mercenario—yacere con ustedes hasta partirlas a la mitad—ambas rubias sonrieron con malicia al escuchar el comentario.

--¿ asi?, ¿ y que mas quieres hacernos?—hablo Lara.

--no solo tomare sus cuerpos, todos mis hombres lo harán, todos sus agujeros serán rellenos hasta que sus cuerpos esten inertes, y aun asi volvere a meter mi enorme verga en ambas, muertas aprietan mejor—