EL PRINCIPIO Y EL FINAL.

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Hipolita y Antiope se encontraban de pie sin saber que sucedia--¿y bien?—pregunto la Reina amazona, alura se aclaro su garganta sintiendo su corazón saltar como loco.

--veras Hipolita, pues...lo que sucede es..... es que...--

--sus mujeres estan en cinta—hablo Raava haciendo que las dos amazonas abrieran los ojos con sorpresa, Lillian y alura voltearon a ver a la anciana con mirada de reproche.

--RAAVA—gritaron las dos mujeres solo para escuchar dos golpes secos, al regresar su vista hacia las amazonas las encontraron pálidas y en el suelo.

--¡Hipolia!—grito Alura arrodillándose a un lado de ella.

--ohh por todos los infiernos, este es el mayor chisme de toda mi vida—en la puerta se encontraba alex con la boca abierta, habia ido con Raava para pedirle algun bálsamo para el dolor de pies de Sam, pero sin duda lo que escucho era mucho mejor.

--Alex, no lo hagas—hablo Lillian con los ojos muy abiertos.

--ohh noo—menciono la peliroja antes de salir corriendo de ahí—KARAAAAA, LENAAAAA—comenzo a gritar a todo pulmón por las calles del pueblo National mientras corria con los brazos al aire.

--oh por Dios—susurro Lillian.

Raava tomo un recipiente y se h acerco hacia las mujeres, lo destapo y ungio dos trozos de tela extendiéndoselos a Lillian y alura—pónganlos en la nariz de las valientes amazonas—se burlo haciendo que las dos mujeres obedecieran, de inmediato las dos amazonas recobraron el conocimiento con el ceño fruncido.

--APESTA A ORINES—grito antíope poniendose de pie.

--son orines de zorrillo—

Las cuatro mujeres voltearon a ver con desagrado a la vidente--¿Qué?, es un bálsamo muy famoso para encontrar pareja—contesto la mujer.

Despues de despabilarse un poco las dos amazonas vieron a su mujeres nerviosas haciendo que recordaran lo que habían escuchado—es un juego, ¿verdad?—pregunto Hipolita ganándose una negativa por parte de alura, Antiope no sorporto la risa y comenzó a reírse.

--tu no solo metiste la pata, si no también la Verg..—

--yo también estoy en cinta—se escucho la voz de Lillian haciendo que la general dejara de reir.

Ambas mujeres estaban de pie incrédulas a lo que escuchaban—pero...¿pero como paso?—pregunto la Reina amazona ganándose una mirada de reproche de parte de alura.

--¿de verdad lo preguntas?—

Una sonrisa boba salió de los labios de Hipolita—bueno, si se como sucedió—

El silencio se instalo en aquella cabaña, un silencio que ya se habia vuelto muy incomodo, y la primera en ya no soportarlo fue Lillian, la cual comenzó a caminar hacia la puerta con un nudo en la garganta--¿A dónde vas?—la detuvo la general preocupada.

--necesito salir de aquí, necesito aire—

--bien, vamos—

--quiero estar sola—contesto la sajona con las lagrimas ya apunto de salir, no esperaba que Antiope recibiera la noticia de buena manera, su contestación la vez que le pregunto sobre si quería hijos no la dejo con seguridad.

--¿Cómo vas a estar sola?, ¿y si te pasa algo?—pregunto la genera preocupada—estas cargando a mi primogenita en tu vientre, un hermoso regalo de afrodita, tengo que cuidarlas—Lillian abrio los ojos con sorpresa, la general se acerco a ella tomándola del rostro.

--tu...¿tu si quieres tenerla?—pregunto con voz temblorosa.

--¡por su puesto!, es un regalo divino, ¿Cómo no voy a querer un pedacito del amor que nos tenemos?—Antiope recargo su frente con la de Lillian haciendo que las lagrimas no se hicieran esperar—disculpa si me desmaye, es solo que estoy impresionada, vi todo negro y luego ya no supe de mi, un bebe..una hija....UNA HIJA—grito emocionada abrazando a Lillian con fuerza cargándola en el aire dando vueltas.

JUNTAS HASTA EL VALHALLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora