JUNTAS HASTA EL VALHALLA.

NUEVAS ALIANZAS.

Los corazónes de ambas gemelas se pararon por un instante, sus ojos no parpadeaban para no perderse ningún detalle, sus cuerpos habian olvidado respirar.

--¿ Kaira?—la llamo Lena preocupada al ver su hija un poco morada—Kaira respira—volvió a llamar la Reina Sajona--¡KARA HAZ ALGO!—le ordeno a su esposa al ver a sus hijas sin respirar, la Jarl solo sonreía y se puso de pie acercándose hacia ellas.

--pequeñas, ¿ escucharan lo que el Rey tiene que decirles?—

Ambas chicas salieron algo atontadas de su trance--es un ángel— susurro Kaira.

--son dos ángeles, ¿ será que Dios se apiado y nos mando al cielo?, por que si es asi me comenzare a portar muy bien—contesto su melliza aun con la mirada fija hacia la puerta.

El Rey rápidamente camino hacia la puerta, solo para despues regresar—Jarl Zor-El, Reina Luthor, tengo el honor de presentarle a mis únicas herederas, mis hijas, Jolie y Joanne—

Ambas chicas se inclinaron haciendo una reverencia—un placer conocerlas princesas—respondio la rubia.

--el placer es nuestro su alteza—

Kaira solto un jadeo al escuchar la dulce voz que provenían de aquella chica, la Jarl volteo a ver a su hija para despues ver a sus hijas mayores, las cuales estaban soportando la risa, y no eran las unicas, Alex y Korra se encontraban de pie en posición de firmes alertas a cualquier amenaza, pero ver a las mellizas del hell de esa manera, era algo que sin duda jamás pensaron—les llego la hora—le susurro la Berserker a Korra.

--no se si alegrarme, o tener mas miedo—contesto la Theng imaginándose un sinfín de posibilidades.

--¿ por que no se presentan?—las incito Kara, pero sus temibles hijas, solo se encontraban con sus miradas fijas hacia ambas chicas, las cuales estaban de pie con su cabeza hacia abajo—hey, preséntate—le susurro Kara a una de sus mellizas empujándola juguetona mente con el hombro.

La melliza se aclaro la garganta, su sonrojo se notaba por todo el rostro—Kaira nombre mi, Zor-El—hablo solo para despues escucharse una clara facepalm por parte de sus hermanas mayores.

--Lena ser mi—se escucho la voz de la otra melliza.

Kara no sabia si reírse o avergonzarse, aquello sin duda le divertía, pero cuando sintio una presencia de un ente maligno a sus espaldas, hizo que un escalofrio la recorriera por completo—si sigues molestando a mis bebes, olvídate de yacer en mucho tiempo—escucho la voz de su esposa susurrándole al oído, haciendo que negara con la cabeza enérgicamente con rostro asustado.

--Rey Julio, agradezco que haya venido hasta el Reino, pero no será posible la alianza, estamos en contra de los matrimonios arreglados, y debido a que no existiría nada que asegure su lealtad hacia mi pueblo, me temo que esto no podrá ser—

--¡no!, por favor—el hombre exclamo desesperado acercándose hacia Lena, pero de inmediato Korra y Alex se movieron listas para repeler cualquier ataque.

El hombre cayo al suelo de rodillas, y de todo lo que esperaba que hiciera, jamás se espero que el hombre comenzaría a llorar—el Reino Raider siempre habia sido muy prospero, somos los primeros exportadores de vino y tenemos los mas bastos yacimientos de Oro de todo los Reinos, todo era perfecto, tenia una esposa, tenia a mis hijas, pero....... Pero el Reino de Dante comenzó a atacarnos, reclamando mis tierras que por años he regido con honestidad, imparcialidad y bondad, y ahora por todo lo que he trabajado esta desmoronándose, perdi la cosecha de vino, se apoderaron de los yacimientos de Oro, mi hermano menor se alió con ellos y comenzaron una rebelión, hace tres lunas perdi al amor de mi vida, una mujer amorosa, la mejor esposa y la mejor madre que podría existir, mi pueblo no se dedica a la guerra Reina Luthor, su padre lo sabia, eramos buenos amigos— Cuando escucho aquellas palabras, Lena tenso la mandíbula, ella amaba a su padre, y sabia que sin pensarlo hubiera prestado su ayuda, pero ella jamás expondria la felicidad de sus hijas—pero ahora, ahora lo único que me queda son mis hijas, soy viejo, y lo único que quiero es asegurar que mis hijas no sufrirán, mi hermano pidió mi rendición, y el Rey Dante junto con el, me pidieron a mis hijas en matrimonio—Los rostros de las mellizas se fruncieron al escuchar aquello—por favor, les imploro su ayuda, no como un Rey, si no como un padre que haría lo que sea por sus hijas, por que si ustedes no aceptan , lo único que me queda, es aceptar mi rendición—