T A E
La empujo con mi cuerpo dentro de la habitación y sin dejar que se detenga la acercó hasta la cama. El rose de su piel caliente contra la mía hace que mi piel se erice y retuerce mi estómago cruelmente. La apretujo contra mi para sentir sus pechos desnudos contra mi cuerpo y llevó una mano hasta la parte trasera de su cabeza con miedo a que sus labios se escapen de los míos.
No era el único que tenía el corazón latiéndole tan rápido que dolía y eso me retorcía en un sentimiento que hasta el momento desconocía. Cuando nos separamos de a poco sus ojos volvieron a ser míos, cubiertos por un brillo inigualable, uno del cual aseguró adorar por siempre. Me sonríe como si ambos estuviéramos compartiendo un gran secreto y de apoco se va alejando provocando que los latidos de mi corazón se desesperen.
Mi cuerpo se pone frío por la distancia que pone entre ambos, pero quieto en mi posición la veo sentarse desnuda en la cama deslizándose hasta el centro. Y verla recostarse entre las sábanas negras, que la hacían resaltar completamente, comprendí que función tendría de ahora en más mi cama. Verla ahí era una imagen que no se me iba a ir con facilidad.
Lacie sabía de sobra que era lo que ella podía generar en mí y sin apiadarse jugó con mis reacciones como una experta. Atraído por su sensualidad y sus ojos deseosos me acerqué recién cuando mi cuerpo comprendió que bajo sus manos iba a perder cada vez que ella se lo propusiera. Así de mal me tenía.
Me quedo en el borde de la cama y al ver su descarada invitación abriéndome las piernas ladeo una sonrisa media llena de coquetería. Estiro mis brazos hasta rodear sus muslos y la atraigo hasta mi cuerpo. Mi miembro ya erecto toca la suave piel de su muslo izquierdo y se lo restriego provocándola.
—Estás jugando con fuego, Carter... —susurra, elevando su mirada nuevamente hasta la mía. Le sonrío.
—Probablemente no me creas, pero hasta esta noche no me había dado cuenta de lo que me gusta quemarme si es solo por ti.
Lacie me penetra con su mirada sin escrúpulos, siguiéndome cuando de a poco comienzo a arrodillarme delante suyo. Término de atraerla a la orilla de la cama y ella se incorpora en sus codos. Acerco mis labios a la pálida piel de su muslo y tomándola desprevenida la muerdo antes de pasar mi lengua recorriéndola.
Beso con profundidad cada parte del camino que me lleva hasta su centro rojizo debido a la acción anterior en el sofá. Recordarlo me hace sonreír e inconscientemente acerco mi nariz para embriagarme con su olor. Lacie al sentirme se mueve en su lugar provocando que mi agarre en sus muslos se ajuste y pase mi lengua entre sus pliegues sin más.
Mi lengua no tiene problema en deslizarse sobre ella debido a su humedad y mientras la escucho gemir me dedico a torturarla justo como ella había hecho anteriormente. Subí hasta su clítoris y aprovechándome de su sensibilidad chupé, mordí y jugué con él rudamente, provocando gritos de su parte que no hicieron más que satisfacerme.
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Deseando tus curvas. [Trilogía:#1]
RomancePrepotente, decidida, fuerte, vengativa, competitiva, con humor ácido, sarcástica en ocasiones serias y con unas curvas de armas. Lacie es el prototipo de una mujer perfecta, lástima que trabajar de Escort no ayuda como beneficio a todo aquello. Y e...