Prepotente, decidida, fuerte, vengativa, competitiva, con humor ácido, sarcástica en ocasiones serias y con unas curvas de armas. Lacie es el prototipo de una mujer perfecta, lástima que trabajar de Escort no ayuda como beneficio a todo aquello.
Y e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
L A C I E
—Entonces...a ver si entiendo. —La observó llevarse ambas manos a la cintura mientras inspecciona el lugar con su mirada—. ¿Viviremos aquí?
—Temporalmente —respondo. Suelto un suspiro enderezándome después de dejar las bolsas en el suelo y agregó—: estaremos aquí hasta que consigamos algo más...económico.
El departamento de Tae era bellísimo, casi igual que el suyo propio. A comparación de aquel, este tenía dos habitaciones y una sin construir. Como cada habitación contaba con su baño privado, Carter sugirió la idea de remodelar el lugar vacío para ocuparlo como otra habitación más. Por lo tanto, son tres habitaciones con solo dos baños, una cocina y sala.
Cuando entras principalmente te conectas al mismo pasillo que aquel departamento, con sus dos puertas en cada costado que conecta a la cocina y sala. Al final están las demás, el balcón también conecta con la sala general y es un poco más reducido que los otros.
Antes de que me lo enseñara me había dicho que esta zona estaba restringida porque aún faltaba terminar, en realidad Carter jamás lo hizo porque en ningún momento tuvo intenciones de que personas vinieran a vivir con él. Sí, tenemos vecinos y para mi suerte son dos parejas: una de ancianos y otra de abogados.
Tae me explicó que cuando busco un lugar para vivir descarto la idea de una casa porque le resultaba algo más familiar y como tampoco quería estar rodeado de personas, entonces compró el edificio completo. La pareja de ancianos son unos ex trabajadores de su empresa y si no mal recordaba los abogados eran algo de Bera.
Lo único que no tenía el último piso, donde es que viviríamos temporalmente nosotras, era esa habitación y una pequeña falla en la puerta principal, así mismo él insistió en que bajaría la cuota porque era lo que correspondía.
Como sabrán, no me escucho. Quise decirle que no me importaba, que estaba dispuesta a pagar lo que realmente costaba solo por unos días, pero él alegó que no era ético alquilar un piso de esa manera. Ahora supe que aparte de ser un estúpido sexy comprador de Chanel, también era perfeccionista.
—¿No te gusta el lugar? —inquiere ella girando a verme.
A mi me encantaba, realmente era un sueño. No era una casa como estábamos acostumbradas a compartir, se notaba muchísimo que el departamento estaba hecho para una o dos personas, pero eso no quitaba el hecho de que era hermoso.
Carter se había ocupado de amueblarlo los días que estuve en el hospital y como no sabía muy a fondo mis gustos, dejó que Amelie interviniera. ¿Saben lo que hizo, no? Exacto, convirtió un departamento de solteros en algo más hogareño, así como ella llamó a mi casa la primera vez que fue.
—Seamos realista, Idaly —musito fingiendo firmeza en mis palabras. Se notaba muchísimo que le encantaba el lugar tanto como a mí y eso me frustraba, porque ella se merecía algo así y muchísimo más—. Lo siento.