65. Fachadas.

302 23 12
                                    

Último capítulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Último capítulo.

Tae.

—...termine de firmar algunos contratos de locales que nos habían quedado pendiente hace algunos meses, también remodele algunos restaurante que no estaba trayendo gente y sobre los hoteles no tengo mucho que decir, nos va muy bien...sobre todo en el último que inauguramos. ¿Me estás escuchando?

Asiento con mi cabeza sin girarme a verla y retomando mi camino dejo atrás el ventanal del despacho acercándome hasta el escritorio. Enciendo la laptop recostándome en el respaldo de mi asiento y observó con curiosidad los contratos que me había dejado. Cuando la laptop se enciende entro al correo y le contestó a mi abogado para que terminara de cuadrar los últimos detalles del departamento en Estrasburgo.

—Ayer terminé de hablar con Victor, al parecer la junta de los Ángeles se adelantó y requieren de suma importancia mi presencia así que a más tardar mañana estaré viajando para hacerme cargo de aquello. ¿No tienes problema de quedarte sola unos días mientras soluciono todo aquello? —Hago sonar mis dedos y frunzo mi entrecejo cuando un nuevo correo de la junta me llega.

—No, para nada. Por suerte no es tanto y necesito estar entretenida, así que me vendrá genial —responde Amelie y yo asiento. Suspiro al leer el correo y evito escribir por ahora—. ¿Cómo te sientes?

—¿Cómo tendría que sentirme, Amelie? —Ingreso a la página de nuestro hotel en LA y busco el número para poder llamar. Mi asistente aún no se había incorporado y aunque Amelie me aconsejó que busque a alguien la verdad que no tenía tiempo y ganas.

—No lo sé, con lo que va a suceder hoy.

—¿Qué va a suceder? ¿me olvide de alguna fecha en especial? —Apartó la mirada hasta ella y elevó ambas cejas.

—No hace falta que respondas, has vuelto a hacer el mismo idiota de siempre así que claramente te sucede algo. Si me buscas en las próximas horas estaré despidiendome de mis amigas en el aeropuerto, idiota.

No espera que responda y tampoco pensaba hacerlo, se levanta del asiento con sus carpetas en mano y sale del despacho sin dirigirme ninguna mirada. Una vez que estoy solo suelto un suspiro casino y echándome hacia atrás masajeo mis sienes tratando de relajar el dolor de cabeza que amenazaba con torturarme. Recién eran las once de la mañana y presentía que el tiempo pasaba tan rápido que ni siquiera quería salir de la empresa.

Nuevamente veo una llamada entrante de Bera pero la ignoró e ingreso a nuestro chat desde la laptop para responder las preguntas que me había hecho esta mañana. Al parecer la construcción de la empresa estaba marchando muy bien y la cuenta que le había dejado con dinero ilimitado para que lo decorara y gastara en la construcción había sido más que suficiente.

Bera aseguraba que si todo seguía marchando bien para fines de este año podría estar terminado y a principios del otro Lacie ya podría abrirlo, así que estábamos haciendo todo lo posible para que aquello ocurriera y la rubia tuviera su propia empresa.

Deseando tus curvas. [Trilogía:#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora