¿Incomodidad? ¿Tensión?
No, que va, para nada... Solo tengo a todo el mundo acechando cada uno de mis movimientos, las cabezas giran a mi alrededor y los ojos se entrecierran en mi camino.
Esta tarde terminé en el sofá sentada con los chicos del club, Mord, Gun, Blood, Scorpion, Craig y el chico medio nuevo, al que no había visto antes de la biblioteca, Slay. Fue recordar viejos tiempos. Mord y Craig eran los más mayores, rondando lo cincuenta, pero dicen que están siendo sustituidos por la sangre nueva. Cuando los conocí hace años siempre que me encontraba a su alrededor la locura comenzaba. Eran sumamente sobreprotectores conmigo al igual que Ryder. No dejaban que nadie me mirase por encima del hombro, y si lo hacían...bueno, el tipo terminaba un poco, muy magullado y si era una perra esta no volvía a entrar al club.
Encantadores.
Sobre todo, cuando me hacían rabiar. Una vez me robaron la ropa interior y la colgaron sobre los manillares de las motos, fue interesante verlos a ambos venir a buscarme al instituto con mis sujetadores y mis bragas al viento. Si...Pero que nadie se atreviese a hacerlo, terminaba muy mal. Me trataban como si fuese la vieja dama del club. Los prospectos eran las pequeñas comadrejas que más sufrían de su ira, cada vez que llegaba sangre nueva el discurso era:
- ¿Ves a nuestra pequeña Danielle? Bien, no la mires, no la toques, no la huelas y como la coquetes tu lengua será cortada y la meteremos por el culo. Seguida de tu pequeña e inservible polla, aprenderas a mamartela a ti mismo con nuestra ayuda.
Respito. Encantadores.
Esas son las cosas que estuvimos recordándo ahí sentados, terminaron con nosotros Ky, Dylan y Car.
Los malditos moteros estaban que babeaban con la pequeña Sara. Desde que la conocieron podían recrear la segunda guerra mundial solo para ver quien la cargaba primero. Cuando Mord se lo pidió por primera vez a Car, el rostro de mi amiga se contorsiono perdiendo todo el color de su cuerpo. Hasta que directamente se la quitó de sus brazos. La pequeña comenzó a reir por las cosquillas que la barba de mi viejo amigo le hacía en su carita. Todos fuimos ignorados y Sara recibió toda la atención.
Por supuesto, Ryder, también se enamoró de la pequeñaja y cuando llegó a casa tras unas horas perdido, apareció con chupetas de gominola, se ganó el corazón de Sara al instate y ahora esta cada vez lo vé comienza su "gateo extremo" hacia él, agarrandose a su pierna como un monito. Todos ellos disfrutan de la inocencia que no suele haber en su mundo, y verlos hacerla pedorretas y contorsionando sus caras para deleite de la renacuaja es malditamente divertido.
Car a dado por perdida la batalla, incluso la niña los prefiere a ellos ahora. Aunque con sobornos de atención y chucherías yo estaría igual que ella.
- Ángel pásame la mohonesa- me estiro sobre la mesa para coger el tarro y dárselo a Ryder quien tiene en sus piernas a la pequeña Halen, rebotándo y haciéndo gorgoritos. Car se ha desentendido de ella una vez comprobó que estaba en buenas manos.
- Tienes una belleza de niña, perra- le dice Craig a Car. Esta todavía no se acostumbra al "perra" basico en el vocabulario de estos hombres.
- Lo sé, es igual a su madre- responde sonriente.
- Que va, es igual a su maravillosa tia- digo contrariada, ¿por qué todavía se niegan a reconocerlo?
- Por el amor al infierno, el mundo no soportaría la existencia de una Danielle dos punto cero- dice Mord riéndose, pegándoselo a toda la mesa. Incluso Ryder tiembla por las carcajada, obviamente recibe mi puño en su duro y grueso hombro. Cabrón, creo que me hice más daño yo.
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Como mi tinta
ChickLitConoce una para nada peculiar historia. Donde el chico malo no es tan malo y la chica buena realmente es mucho menos buena. Después de años de recuerdos olvidados para unos pero no por otros...¿qué sucederá cuando se de el reencuentro? Mentiras, ce...