Ha pasado una semana desde que llegó Jared.
Una semana desde que comencé a darme cuenta, gracias a él, que tal vez la gente no me observaba por pena en los pasillos.
Una semana desde que, en realidad, hice un nuevo gran amigo.
Por si te lo preguntabas; si, hemos tenido sexo. En mi casa generalmente, nunca cuando estaba Luc, pero parece llevarse bien con Dylan.
Pero también ha pasado una semana que no hablo con Travis.
Nuestro fin de semana nunca llegó.
Nunca llegaron nuevos mensajes.
Ni miradas nuevamente acaloradas. Solo...decepcion ¿tal vez?
Car, Colt y Alex, están muy pendientes de mis acciones, saben que algo sucede, pero sinceramente, no quiero hablar de esto con ellos. Ni con nadie.
Porque ni yo se qué me pasa.
Es como si hubiese perdido una pequeña parte de mi que no sabía que tenía. Como si esta parte me hubiese abandonado y no mirase atrás, dejandome en un extraño estado de confusión. Lo peor de todo es, que aparecen nuevas viejas preguntas en mi cabeza, que nunca fueron solucionadas. Pero que desde hace mucho tiempo olvidé, y aparecen nuevamente.
- Estas pensando otra vez demasiado...- Jared, cubierto hasta la cintura con mi sábana comienza a despertarse, yo no he podido dormir, y pronto será la hora de la cena.
- Lo siento- respondo con una pequeña sonrisa.
- No te disculpes Linda- se apoya sobre su codo y besa suavemente mis labios- Te sienta bien el sexo- suelto una carcajada y muevo las sábanas para dejar al descubierto mi pecho desnudo.
- Mmmm tal vez debería tener otra dosis por hoy ¿no crees?.
Me besa con fuerza en los labios, abriendo la boca y penetrando en la mia como lo hará en breves con su ya dura erección que choca contra mi muslo. Aparto su codo para que caiga de espaldas en la cama y me subo a horcajadas sobre el, sin romper el beso y su sonrisa presente.
Agarra mis caderas y las mueve sobre su pelvis cubierta por la sábana, poso mis manos en su pecho y comienzo a acariciarlo con mis dedos en un frenesí descendiente a sus marcados huesos en V.
Sin apartar las sábanas introduzco mis manos bajo estas para comenzar a masturbar aun sin necesidad de mas excitación. Me deslizo sobre sus piernas mientras estas se abren dejandome paso. Lamo los huesos de sus caderas y sin demora introduzco su palpitante cabeza en mi boca, con pequeñas lamidas sobre esta mientras levanto la cabeza para ver como aparta mi pelo con sus grandes manos y observa mis ojos con lujuria. Bajo mi cabeza y vuelvo a subir succionando y apretando sin un solo roce de mis dientes. Mi boca llena y mis mejillas aplastadas, sus gemidos cortos inundan la habitación. Una vez ya bien húmeda, tanto su polla como mi entrada, subo nuevamente a horcajadas sobre él, su punta roza sobre mi y me mueve de atrás hacia delante sin todavía introducirmela, hasta que por puro frenesí envuelve una mano sobre su eje, la otra en mi culo y me penetra hasta el fondo. Haciendo que un gemido de puro placer salga de mi garganta.
Chocamos, empujamos, penetramos, introducimos. No hay nada bello o romántico en esto, es una carrera constante hacia nuestra propia liberación. Hacia los pocos segundos de olvido de donde estamos, como estamos, o incluso con quien estamos.
Cuando por fin llego el da sus últimas estocadas mientras yo me muevo en circulos, para seguir saboreando el osgarmo un poco más. Me inclino hacia mi derecha y caigo sobre las sábanas.
Después de unos minutos de silencio decido ir a ducharme, Jared se coloca sus pantalones vaqueros y me avisa de que bajará a preparar algo de comer. Le aviso que somos tres, ya que Dylan se encuentra en su habitación estudiando nuevamente, apuntes que le han enviado compañeros y profesores. Me gusta como se llevan mis dos amigos, no es como si fuesen a ser mejores compañeros de por vida, son demasiado parecidos en carácter dominante, pero muy diferentes en muchas otras cosas. Como demostraciones de cariño, Jared en cariñoso con cualquiera, sin excederse, Dylan, bueno... Dylan solo me demuestra cariño a mi. Aunque parezca que nos vamos a matar, en realidad nos estamos diciendo cuanto nos queremos. Solo que a nuestra manera.
Una vez duchada, seca y algo empalagosa por la crema hidratante me pongo un culotte y la camiseta olvidada de Jared. En realidad me gusta que vaya así por mi habitación o mi casa, me hace estar caliente en todo momento. Me observo en el espejo, pelo mojado, sin maquillaje, camiseta hasta las rodillas y... mis pezones parecen dos malditos guijarros. Siempre se puede hacer otra ronda rápida.
Mierda tengo que hacerme mirar esta constante "necesidad" de sexo.
Abro la puerta de mi habitación y justo cuando estoy en las últimas escaleras para llegar al hall que da con el espacio abierto de la cocina y el salón, me doy cuenta de que no estamos solos.
Mierda.
Los chicos han llegado.
Casi todos.
Oh joder... es día de cena de equipo.
Idiota, idiota, estupida Dani.
Me giro sin hacer ruido para volver a subir y ponerme aunque sea un sujetador. Ya me vieron una vez medio desnuda, no quiero ojos sobre mis piernas o pezones ahora mismo gracias.
- ¡Dani! Jared está haciendo pasta carbonara ¿Qué haces ahí parada?
Dylan estás muerto
P.O.V. Dylan!
Se que no me esperaban por aquí. Pero estos dos necesitan ayuda. Son tan estúpidos ambos dos...

ESTÁS LEYENDO
Como mi tinta
ChickLitConoce una para nada peculiar historia. Donde el chico malo no es tan malo y la chica buena realmente es mucho menos buena. Después de años de recuerdos olvidados para unos pero no por otros...¿qué sucederá cuando se de el reencuentro? Mentiras, ce...