Como mi tinta

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- Osea, que me estas diciendo que mi mejor amiga, ahora mismo tiene más cargos que Ted Bundy en el estado de Nevada, que no puede pisarlo en treinta y cinco años, que se hizo un piercing en el labio, que por cierto, dejame decirte cariño, pero eso no se ve como si estuviese curando bien- asiento, ya que es verdad- y no sabe cuando se lo hizo, que lleva tatuado el nombre de un tio en el coño, que es ex-folla-amiga de un maldito presidente de un MC (club de moteros), que ha sido medio narcotraficante por un par de horas, y que además, está marcada con un tatuaje completamente visible, siendo así "propiedad" de un grupo de criminales- está jodidamente blanca, solo espero que no se desmaye- ¿Me dejo algo?

- No está tatuado...ahí, está más hacia la cadera- murmuro.

- ¿Se desnudaron en la maldita fuente de Las Vegas? ¿Participaron en una boda ilegal?- dice Mitch tan blanco como Car.

-Pero nosotros no nos casamos...al menos- añade Dyl, ahora también el está cabizbajo. 

- ¡ESTÁIS CASTIGADOS SIN SALIR HASTA QUE CUMPLAIS TREINTA!- El grito de Car revienta los tímpanos de todos, incluso los de mi pequeña Sara que comienza a llorar desconsolada- Oh mi bebé precioso- pone esa voz que me pone de los nervios- no te preocupes cariño, tus tios jamás te sacaran de casa, nunca les permitiré llevarte a ningún sitio. 

-¿Castigados?- me susurra Dylan para que solo lo pueda escuchar yo, sin embargo solo encojo mis hombros, porque definitivamente mi loca amiga lo ha escuchado. 

- Si, castigados, es un comportamiento inaceptable señoritos, debería daros vergüenza- dice en voz alta- tengo que dar ejemplo con vosotros por la pequeña- baja la voz como intentando que Sara no le escuche. 

Esta mujer está mal de la cabeza. 

- Bueeeeeeno, yo tengo que ir a dormir. Han sido cinco días bastante estresantes- me guiña un ojo mi amigo. Y lo entiendo cuando veo que Mitch lo sigue a su habitación. 

Perfecto, sexo gay a metros de mi. 

Justo lo que necesitaba. 

Me desplomo en el sofá sintiendo todo el agotamiento fluir por mi cuerpo. Muerdo mi labio y me doy cuenta que en realidad debería de acudir al médico. Car tiene razón, esto no está curando adecuadamente, no hay mierdas blancas, pero definitivamente está de un rojo poco aconsejable. Le doy vueltas con los dientes para que no se atasque, no se cómo pero recuerdo que quien quiera que me lo hizo, donde sea, cuando sea, me dió esa indicación, aunque con mi hilera de pendientes en la oreja se que es lo que hay que hacer. 

Dejo que mi cabeza vaya directa hacia donde no permití que fuese durante estas mini-vacaciones. Luc y Travis. Le añoro, tan malditamente tanto. Como la mierda quiero que vuelvan, los necesito aquí. Los necesitamos aquí. Luc tiene que conocer a su bebé y Travis definitivamente tiene que follarme. 

Si, así estoy. Necesito su piel virginal y su cuerpo muy experimentado en estos instantes. 

Ahora pienso un momento en mis aventuras con Ryder, solo tenía dieciseis años, pero dios bendito, ese hombre sabe como manejar a una mujer. No había amor, solo amistad y sexo. Mucho sexo, increíble sexo caliente, duro, sin inhibiciones, en su moto, en su cama, en la cocina, en la sede, en un árbol, en la ducha, dios... necesito sexo. 

Mi teléfono suena y sin mirar el indicador contesto.

- Muerto en vida al habla- respondo. 

- Hola, muñeca.

-¡Parker!- pego un gritito. 

- ¿Qué tal vuestros días en Las Vegas?- ugh. 

-Bien...

- Prefiero no preguntar, eso no ha sonado muy bien- dice. 

- No, mejor no. Dime como andas, ¿qué tal vais tu y pelirroja?

- Genial, muñeca. Sexo por la mañana, después de comer, antes de dormir.

- ¿Por qué todo el mundo a mi alrededor tiene sexo menos yo?

- Ooooh nuestra pequeña ninfómana ¿está de sequía?- pregunta en tono jocoso. 

- Vete a la mierda Parker, siento que me estoy convirtiendo otra vez en virgen- y por supuesto su carcajada no se hace esperar. 

- Eso es imposible, tienes que tenerlo...

- Termina esa frase y voy a bailar sobre tu tumba- digo con irritación. 

Hablamos unos minutos más. Pregunta por todos e intento resumirle como van las cosas por aquí. Le digo que la próxima vez que estemos todos juntos, con o sin mis hombres, llevaremos a Mitch para que lo conozcan, es parte de nosotros, asi que deben darle el visto bueno. Amo como la relación de todos con Dylan a fluido desde que nos conocimos, ambos nos convertimos en uno más, con ellos. Me dice que Colt, quien es su compañero de habitación en la residencia universitaria, por fin, tiene una novia, por lo que tendremos que hacerle un interrogatorio exhaustivo también cuando nos la presente. Aunque dice que es una chica genial, nerd y tímida, justo como Colt.

Todos mis niños están creciendo.

- Por cierto, he oído que va a volver a casa un nuevo despliegue de Afghanistan. Para que hagais chequeo de quienes son y de donde vuelven, ya sabes, pescar información.

- Gracias Parker...llevamos meses sin saber nada de ellos- joder, las jodidas lágrimas asoman. 

- Muñeca, van a volver, los dos. Y estarás sin salir de una cama una semana entera, Trav va a quitar todas las telarañas de ese coño- intenta se dulce, pero siempre termina así, por lo que hago una especie de risa resoplido. 

- Más le vale emplearse a fondo, con lengua, manos y...

- Muuuuuuy bien, no quiero saber lo que uno de mis mejores amigos es capaz de hacer con su...cosa- nos reímos juntos. ¿Puede hablar de mi "arco del triunfo" pero no puede hablar de la polla de su amigo?

- Oye, ¿sabes algo de Matt?- desde que Dylan se fue, no sonreía tanto. Y desde que el partió a la universidad, no hemos hablado mucho con él. Yo por lo menos. 

- No deja caer mucha información pero hablo con él una vez al mes, y parece estar bien. 

Terminamos despues de otros tantos minutos halando, con una tierna despedida, un grito de Linda por detrás diciendo que nos ama a todos y yo respondiendo de igual manera. 

En realidad, amo a esa chica, hace feliz a Parker, y es maravillosa. Amo a todos, a unos más que a otros, pero somos un grupo peculiar lleno de rarezas. Totalmente dispares entre nosotros, pero estamos ahí para todos y cada uno. 

Y realmente, ahora mismo no sé donde estaría sin ellos, y su apoyo constante.