Maldita hemodinámica.
Maldita filtración glomerular y malditos casos de homeóstasis no regulada.
¿Habéis entendido algo? ¿No? bien. Creo que empezaron a descubrir cosas para jodernos. Cabrones sin remedio. Oh no, lo peor de todo, es que Dylan será de esos hombres a los que pequeños inocentes y mortales como yo deberemos estudiar.
Teorema de Dylan. Ya me lo veo venir, el sufrimiento de generaciones futuras...tengo que hacer algo por ellos. Tal vez cortar manos y lengua de mi amigo. No, es tan jodidamente listo que aprendería a escribir con los pies. Una trepanación precisa. Si tal vez eso serviría, mi lado Illuminati sale a la luz.
- Dan llevo como quince minutos hablándo a la pared que tienes detrás.
- Lo siento Ky- sonrisita inocente on. Pobre, le estoy empezando a exasperar. Pero es que odio todo esto, a ver es todo pura lógica, ¿pero los nombres? joder por qué no los hicieron mas sencillos.
Ciclopentanoperhidrofenatreno.
Polihidroxialdehído.
Glucoconjugación.
Metilcobalamina.
En serio ¿que coño? para una persona que nombra a todo como chirimbolo, cachibache o cosa, esta mierda es desesperante.
- Y ella vuelve al mundo de nunca jamás- pobre mio, empiezo a desesperarlo.
- Bien, bien, llevámos cinco horas así, nos merecemos helado- digo.
- No quiero salir a por helado.
- Oh no mi querido amigo. Resulta que tengo una máquina de hacer helados.
- Solo tu podrías tener algo así de inútil- me reprocha.
- Entonces mi inutilidad no va a darte helado.
Mi querida y amada Lily. Me hizo el mejor regalo navideño jamás visto. Lo mejor de todo es que yo le regalé lo mismo, las grandes mentes pensamos igual.
Ky se sienta en la barra americana enfrentando la cristalera de la cocina, tiene unas preciosas vistas a la terraza y el horizonte. Amo esta casa. A la cual llegará Luc esta noche después de dos semanas en la base de San Diego. Nos dijo que no había problemas, solo una firma por aquí y otra por allá, para poder asistir a la universidad con la beca de fútbol.
Comienzo a colocar los ingredientes en la maquina, leche, hielo, azúcar, Kit Kat, oreo, leche condensada, más azucar, chocolate blanco en polvo, chocolate blanco en bolitas, chocolate blanco en rayadura, chocolate blanco de tableta, y por último pero no menos importante; chocolate blanco derretito.
Puro cielo.
Coloco todo en un bol de ensalada y hago el llamamiento.
- ¡BOMBA DE HELADO!
Por el pasillo se escuchan rápidas pisadas, tropezones y maldiciones. Mientras tanto voy sacando seis cucharas soperas. Las de postre son para maricas...tal vez tenga que sacar dos, no eso sería cruel incluso para mi (risa malváda interior procesada)
En primera posición señoras y señores Mitch en calzoncillos tomando la delantera de un Dylan rezagado que por lo menos lleva pantalones, aunque dudo que haya algo más de ropa debajo. En tercera posición, una Car sudorosa, en bragas y camiseta de baloncesto, con medio pelo rizado y la otra parte lisa, y en cuarta ¿cuarta? ¿qué demonios? La enana viene al llamado gateando...y con la lengua por fuera...Bueno aunque si a eso se le llama gatear yo soy una monja de clausura. Es más bien un movimiento enérgico, que consiste en una Sara sentada, con una pierna retraida mientras que con la otra se da impulso hacia delante rebotando su trasero al compás de sus bracitos voladores. Si quiera la han vestido, viene con el pañal medio colgando.
Cabrones.
Recojo a mi sobrina olvidada por su madre, la cual ya sostiene una cuchara al igual que el resto. Le quito la cuchara y le doy a su hija eufórica y sonriente a cambio, mientras que esta hace un mohín.
- Mala madre.
- Es que es helado...-dice en un puchero.
Cojo el bol y nos dirigimos todos a la terraza. Oh, precioso día soleado y caluroso.
- Me siento demasiado vestida- Para acompañar el nudismo de la mesa me quito los pantalones. menos mal que esta mañana me puse las bragas comodidad2.0, es decir, boxers de Dylan. Limpios por supuesto, creo. Eso ha sido asqueroso. Me quedo con la camiseta de tirantes, así por lo menos tomo un poco el sol. Miro a Dylan, que gracias a Dios, perdió su vergüenza delante de nosotros.
Con un encogimiento de hombros se quita la camiseta. Joder, esta definido. ¿Qué mierda? el polluelo desgarbado ocultando sorpresas.
Ya todos en igualdad de condiciones atacamos a la vez el bol. Incluso Sara.
Ven les dije que la tendría bien domesticada...digo enseñada.
Estamos cada uno en sus respectivos asientos, Car con Sara y Mitch enfrentándonos y Ky, Dyl y la señorita presente mirando hacia la piscina.
Entre risas y charla poco sustancial van pasando los minutos. Joder, necesitaba un descanso del dichoso trabajo, mis neuronas me pedían auxilio.
En no se qué mierda de anécdota del equipo de baloncesto de Mitch, en la que incluía pegamento, tinte, pegatinas adhesivas y animadoras enfurruñadas, tanto Car como el comentarista se quedan en total silencio con los ojos abiertos como platos. Sin embargo Sara comienza a hacer ruidos alegres retorciéndose y su ya típico movimiento de brazos. Los dos medio adultos, tienen los ojos como platos y las mandíbulas desencajadas.
Queriendo ver que es lo que les ha hecho callar de esa forma me giro todavía con una sonrisa en los labios por el relato de Mitch.
Pero en cuanto veo su fuente de silencio, la sonrisa desaparece y mi corazón deja de latir.
Luc.
Luc y Travis.
Travis.
De pie. En mi casa. En la puerta de mi terraza. Miándonos. Atentamente.
Travis mirándome, sin apartar sus ojos de los mios. Llenos de algo irreconocible.
Pero no me muevo, no puedo, creo que ni mis piernas me sostendrían.
Pero lo peor de todo, es, que no está solo.
A su lado, agazapada en su costado, una hermosa desconocida morena, con piernas quilométricas y escasa ropa, con una sonrisa cálida y amistosa.
Una mujer. A su lado.
Definitivamente no puedo moverme.
Lo único que veo en mi periferia, como un borrón, es el cuerpo tatuado de mi mejor amigo, dando grandes zancadas, acercandose. Y el puñetazo en la mandíbula que tambalea el cuerpo de Travis hacia atrás, soltando su agarre de la preciosa morena.

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Como mi tinta
ChickLitConoce una para nada peculiar historia. Donde el chico malo no es tan malo y la chica buena realmente es mucho menos buena. Después de años de recuerdos olvidados para unos pero no por otros...¿qué sucederá cuando se de el reencuentro? Mentiras, ce...