-30-

22.1K 1.3K 41
                                    

Siento mis labios inflamados, rechupeteados y suaves. Cada parte de mi cuerpo que ha sido adorada con precisión hace unos minutos sigue cosquilleando y ardiendo. 

Suspiro y aprieto más mi espalda contra el pecho de Travis, manos entrelazadas en mi cintura, mi cuello arqueado hacia atras mientras pequeños besos son esparcidos de este hasta mi hombro. Caliente, muy caliente, desordenado, loco, caótico...elige tu la descripción para estos momentos. No hay ternura, solo después, solo ahora, cuando nuestras respiraciones comienzan a estabilizarse. En serio, una sesión de besos con Travis, no me quiero imaginar como es el sexo con este hombre. No, de verdad, no me lo quiero imaginar, lo quiero ya, experimentando acción.

- Va a sonar el timbre en unos minutos- deposita un beso con la boca abierta bajo mi oreja, donde tengo un chupetón el cual creo que no desaparecerá nunca, ya que a cada oportunidad vuelve a remarcarlo. Siempre he odiado que me marquen, pero ¿con él? no, lo quiero marcandome como yo lo marco a él.

- ¿Cafetería?- mi voz sale como un pequeño gemido y su respiración mientras rie por este choca contra mi oreja.

- Si, cafetería.

- Mierda...¿les toca a todos cierto?

- Sep.

Joder, no quiero que me vean y miren a una chica que parecce que acaba de tener sexo entre matorrales. Van a preguntar, y sobre todo por mis labios que seguramente parezcan los de un besugo por el magreo.  

- No te preocupes, no diran nada, y si lo dicen, no estamos haciendo nada malo- me responde apartando sus manos de las mias y subiendolas por mi cuerpo hasta llegar a mis pechos. 

- ¿No teneis una especie de acuerdo de super hombres de no-toques-a-mi-hermana?- me recargo aún mas sobre él permitiendo que sostenga todo mi peso mientras amasa mis pechos, dios, mis pezones podrían rallar cristales y no llevo sujetador. ¿Qué? mis pechos son pequeños y llevo una camiseta suelta. 

- No hay una mierda de eso, Luc no se arriesgaría a una patada tuya en las pelotas por decirte con quien te puedes o no enrollar. 

- Cierto- digo entre risas. Pasan unos segundos en silencio, pero sigo sintiendo sus manos sobre mi- ¿Sabes, la primera vez que te ví despues de todos estos años?

- ¿Cuándo? 

- En la sala de espera de secretaría- digo.

- Esa no fue la primera vez- aparto mi cabeza de su pecho para poder girarme y verlo interrogante.- La primera vez fue el día mismo que llegaste, había cena del equipo en tu casa- asiento para que continue- al principio no tenía ni idea de que eras tu, pero luego hiciste un cometario hacia Luc mientras este intentaba meterte en la boca el trozo de pizza. y te llamo pato o patito. Recuerdo que siempre te solía llamar así.

- Era por mis pijamas, siempre eran de patos, y coleccionaba los dichoso animales de goma para el baño.

- Segun he podido escuchar, tus pijamas han cambiado mucho- le golpeo en el pecho, sé que se refiere al día despues de llegar, cuando fui sorprendida en bragas por el equipo en mi cocina. 

- Tu no estabas allí en la mañana ¿no?- niega con la cabeza.

- No, pero he podido verlo y tocarlo en privado- me rio y le beso, porque puedo- ¿Que ibas a decir sobre aquel día?

- Desde ese instante supe que habría un momento en mi vida que te abofetearía- levanta las cejas con sorpresa- Todavía no ha llegado recuerda eso.

- ¿Por qué pensaste eso?

- Porque te ví como un capullo ególatra y narcisista. 

- Valla, gracias- responde. 

- Y luego te acostaste con la pelirroja en el baño, tratandola como una puta cualquiera- baja la cabeza y me mira a los ojos, con algo, solo algo, de arrepentimiento. 

- Nunca me imaginé la reacción de Parker, no me lo esperaba, no sabía- me aparto un poco más para poder verle bien la cara. 

- Eso no te da derecho a tratar a una mujer así- digo cruzandome de brazos. Está empezando a cabrearme. 

- Oye, para, relajate- dice frunciendo el ceño- Ellas lo querían y todas saben lo que hay, no esperan mas, porque no lo va a haber. Es una cada día. 

Mi rostro es impasible. Pero por dentro algo se me retuerce, le conozco de esta forma desde hace menos de una semana, pero es él. Mierda es mi niño del campo de flores. 

- Bien, creo que deberíamos ir a...- suena el timbre del receso y...- Cafetería- anuncio.

- Cafetería- responde.

Salvada por la campana. 

No nos agarramos la mano, ni nos tocamos, como si hubiesemos salido de clase, o del despacho del director. El pasillo ya está lleno y hay caos por todos lados. No hablamos por el ruido y me sumerjo en mi cabeza.

...todas saben lo que hay, no esperan mas, porque no lo va a haber...

Pero la guinda del pastel es...

...Es una cada día...

Es una cada día, me repito en mi cabeza. Mi niño, el niño que una noche me dio tanto, es de una cada día. No entiendo como me siento en realidad. ¿Era como un sueño? No quiero una relación, ni que me declare amor verdadero para siempre. Pero aquel niño era como mi mantra, mi sabana blanca en la oscuridad. Y ahora ¿qué? ¿en qué se ha convertido ese niño? oh, si. En un mujeriego, no quiero eso en mi vida, no lo necesito. Un alcohólico amante de la violencia, lo he visto beber y lo he visto en las peleas, si, mira como terminé la ultima vez que me encontré con uno de estos ultimos. Y lo peor de todo, drogadicto, no se si ese es el término correcto, Luc me dijo que de vez en cuando, que no estaba realmente enganchado. Amigo, una persona que necesita una ralla para salir de fiesta, o para pasar el día, es un drogadicto. Y por supuesto, no quiero eso tampoco. 

Lo que fue una vez mi paquete perfecto, el niño, se ha convertido en el peor paquete que jamás te pudo tocar. No quiero problemas, ya tengo suficiente conmigo misma. 

Definitivamente Travis es el paquete que no quiero desenvolver. 

Este fin de semana tendré sexo caliente y duro. 

Y después, se acabó. Ni mensajes, ni besos. 

Lo digo como si lo estuviese imponiendo por mi sola. Cuando hace apenas unos minutos el mismo me dijo que no buscaba nada más. 

Abrimos las puertas de la cefetería y nos dirigimos hacia la comida. 

Cuando se cierran las puertas detras nuestro, he tomado la decisión;

Sexo de una noche.

Y se acabó. 

Hoy dos seguiditos y bastante interesante eehhhh hahahaha

Como mi tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora