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Narra Travis

Bien es el momento. 

No, joder, no. 

No es el momento. 

No estoy preparado. 

Media vuelta, media vuelta.

- Deja de ser un jodido marica, capullo- Luc me mira como si fuese a golpearme. Otra vez. 

Tal vez y solo tal vez lo tenía merecido. 

Pero mierda, ¿habeis visto esa casa?. Es malditamente increíble, el sueño de cualquier univesitario. Sus sueños, y no, no me incluyen. 

Una pequeña pero fuerte mano se posa en mi antebrazo tratando de tranquilizarme. 

-Vamos Trav, llevas esperando este momento demasiado tiempo. 

- Tienes razón, tienes razón- no se si lo estoy diciendo en voz alta para ella y Luc, o simplemente me estoy intentando dar ánimos a mi mismo. Parezco una niña. 

Luc saca una llave y la inserta en la cerradura, girando el pomo de la enorme puerta de metal y abriendola poco a poco. Nos adentramos los tres en la casa y observo con dentenimiento lo que me rodea. Es modernidad pura, pero mezclado con ese rollo hippie-punk, que Dan tiene. Llegamos a una zona completamente abierta, salón  cocina, con enormes sofás y una increíble barra americana. 

Escuchamos risas y voces altas. Joder. Viene de fuera. Luc nos guia hacia una terraza con una enorme mesa. Donde veo a mis amigos y a gente también desconocida. Pero lo que más choca es que están jodidamente medio desnudos, todos. 

Está dandonos la espalda, la veo, se que es ella, no necesito que se gire porque reconocería ese pelo y esos hombros a quinientos metros de distancia. Se está riendo y mi corazón se detiene, las entrañas se contraen y mis músculos se tensan. Está sentada a lado de un tio que no conozco, sin camiseta, y parecen muy cercanos. 

Pero todo comienza a girar cuando otro desconocido y Car sosteniendo a una hermosa bebe nos ven. Sus caras llenas de curiosidad y asombro. El silencio se hace, y veo como poco a poco los otros tres integrantes de la "fiestecita" que nos dan la espalda, se mueven buscando el porque del silencio. 

Y ahí está. Sus ojos conectan con los mios, no puedo mirar hacia otro lado, estoy igual de embelesado que la primera vez que la ví en aquella piscina hace años, cuando todavía no nos conocíamos. igual de maravilado la primera vez que la ví cuando volvió al pueblo para quedarse. 

Malditamente hermosa y perfecta. 

Pero veo como su mirada pasa de mi y de su hermano hasta nuestra nueva acompañante. Mierda, esa no es una mirada feliz. 

Aunque no puedo seguir analizando la situación, ya que un puño impacta sonoramente en mi cara. Me tambaleo sujetando mi mandíbula. 

Joder, Dylan, parece más grande que la última vez que le vi. Cabrón, tiene buen gancho. Bien, tal vez esta también la merecía. 

Los dos tipos que estaban sentados en la mesa, se levantan inmediatamente, como flanqueando a las mujeres que les acompañan. He de suponer que uno de ellos es el novio de Dylan, pero ¿quién coño es el otro?

- Jodida mierda- susurro amasando la zona dolorida. En seguida, la morena que estaba a mi lado se acerca para sostenerme fuerte. Y creo que ese no fue un buen movimiento, ya que puedo ver la confusión mezclada con la ira en todos los presentes. Menos Luc, que parece estar disfrutando de todo esto. Gran hermano. 

- Si, jodida mierda- comienza Dylan- ¿Qué coño estas haciendo aquí? 

- Tio relajate- interviene por fin Lucas- Tenemos mucho de que hablar, aunque creo que esta no fue la mejor entrada- dice mirando a su copia femenina, que sigue sin articular palabra o si quiera pestañear. Tanto tiempo esperando por verla, nunca quise este reencuentro, no así. Mierda. 

Como mi tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora