- ¿Qué has dicho?- digo ahora enfrentándolo, medio en shock, mientras el se levanta.
- Me has oido perfectamente.
- Si, pero como la mierda creo que tengo todo el jodido derecho de este maldito mundo a hacerte repetirlo, no se, llámame loca, pero creo que putamente me lo merezco- digo de un tirón.
- La maria siempre te hace maldecir como un camionero.
- Algunas cosas cambian otras no. pero no me cambies de tema capullo. Repitelo- ordeno.
- No voy a repertirte nada, no en este momento. Estas borracha y drogada, vas a volar en breves, asi que no pienso decir nada hasta que estes sobria.
- ¡¿QUÉ?! ¿Me estas jodiendo otra vez?- ahora estamos empezando a hablar, aunque sea a gritos- Has tenido una puta semana entera en la que he estado completamente sobria, y no he escuchado esa mierda salir de tu boca. No, espera, no he escuchado nada de tu boca mejor dicho.Y como se te ocurra repetir que necesitas tiempo te juro por mi coche que te parto la cara.
- Violenta, el alcohol te pone violenta.
- Definitivamente estas loco. ¿Yo? ¿Soy yo la violenta? Lo dice el chico que desde los dieciseis años se ponía hasta el culo y rompía caras por dinero.
- No me tires el pasado así- dice empezando a ponerse furioso.
- EL pasado. ¿Quiere hablar del pasado? ¿De cual exactamente?
- De ninguno- claramente el ejercito le dio una gran cantidad de temple, ahora, hace unos años, estaríamos lanzándonos algunas cosas.
- Oh pues yo si quiero. Como por ejemplo de tu mes sabático en las drogas una vez en EEUU y tus meses anteriores rodeado de putas mientras yo estaba aquí esperando ¡Como una maldita gilipollas!
- Necesitaba escapar, era lo único que sabía- ahora se le ve avergonzado y humillado. Bien.
- Pues eso es lo que he estado haciendo esta tarde, sin las putas, y sin nadie entrando y golpeando en mi vagina, al igual que estos últimos años- eso le hace levantar la cabeza y mirarme sorprendido- Oh no, ni se te ocurra ponerme esa cara. Fui yo la que tomo la decisión, no lo hice por ti lo hice por mi. Ilusa de mierda eso es lo que soy.
- ¿No has...?- le corto.
- Te he dicho que pases, olvida lo que acabo de decir. Tan falcil como te olvidaste de mi ¿no?¿te resulta fácil olvidar? Porque por mi ahora mismo, puedes ahogarte en una botella de Patrón.
- ¡Ese es el jodido puto problema Dan! ¡No puedo olvidar!- sus facciones se endurecen y su voz sale como acero, desesperado y tajante- ¡ No puedo olvidar todo lo que visto! ¡Lo que no hice! ¡No puedo olvidar mis acciones y sus consecuencias! ¡No podía olvidarte a ti mientras estaba allí! ¡Eras lo único que tenía mientras estaba en el frente! ¡Y de repente te esfumaste!
- ¡NO! yo no me fui a ningun lado, he estado aquí desde el principio.
Nuestras respiraciones son erráticas, mi pulso golpea contra mi pecho y mi cuello, mi cabeza se siente nublada por la maria y mi cuerpo entumecido por el alcohol. Pero estoy segura, que jamás olvidaré esta conversación. Se va a quedar como fuego grabada en mi mente.
- No lo entiendes...- vuelve a suspirar.
- ¡Pues explícamelo! No soy yo, eres tu, esa es mi frase aquí, y sabes que es la verdad. Pero lo digo yo, tu no.
- ¿Soy yo el único problema?- pregunta interrogante.
- Por supuesto. Eres tu el que jamás volviste de Afghanistan- baja la cabeza y suspira.
- Tienes razón- finalmente parecemos dos personas normales, con las respiracones pausadas pero mi corazón sigue amartilleando. Mis ojos están llenos de lágrimas que no corres. ¿De qué? De impotencia, de dolor, de furia, de desquiciamiento... no lo se. Por lo menos no parece que voy a saltar a morder su cuello, y no de forma sexual, en este momento.
- Mi cabeza nunca se fue de allí- continua- y no se como salir Dan, No se como volver.
Sus hombros se relajan, parece perdido, deshecho, sin ningún tipo de ánimo. No hay un solo atisvo del chico del que me enamoré, solo una cascara.
- Comienza por contarmelo- digo suavizando mi voz, algo quebrada.
- No puedo, no voy a llenarte con todo eso.
- Entonces...¿ya está?- lo miro y el me mira. Es de estos momentos en los que las películas comenzarían a poner el inicio de una decadente banda sonora, en este momento los protagonistas se miran, se observan, se analizan el uno al otro, recuerdan el pasado y observan su inminente futuro, indagando como será, que sucederá.
Esto no es como la noche pasada.
Pero al final, tras esos segundos que parecen horas en la mente de cada uno, tras esas tergiversaciones en las que tus ideales y tus realidades se enfrentan. Te das cuenta de muchas cosas. Porque esto no es una película.
Te das cuenta que no termirán sonriéndose el uno al otro como si fuesen el agua de cada día del otro.
Te das cuenta que esa yuxtaposición que tenías con él o ella, esa adicción, ese anhelo del reencuentro ya sea que os visteis unas horas antes o unos meses atrás. Eso, no va solucionar los múltiples problemas que podría originar una separación temporal. No solo física si no también comunicativa. Las palabras son fuertes, los sentimientos más, pero las acciones, eso es lo que marca el camino que tomas en tu vida.
Te das cuenta que tal vez hubo momentos en los que no necesitabas hablar, y solo tocar a esa persona. O en los que no necesitabas acariciar, pero sí hablar. Y lo hiciste mal. Pero hay que errar en esta vida ¿no? no siempre, no cuando tienes un temporizador sobre tu cabeza.
Te das cuenta de que el ser humano, es un ser terriblemente egoísta, esa es su naturaleza. Y así el mundo transcurre. Busca su propia felicidad, tal vez con ello consigas también la de otros, pero siempre anteponemos nuestros deseos.
Te das cuenta del reloj, ese hilo de la vida tan fino y delicado que solo los héroes lo tienen protegido en oro. Y que no puedes esperar a buscar esa felicidad, solo porque una persona quiera detenerlo por ti.
Te das cuenta, de que solo se vive una vez. Y tal vez, no tengas más oportunidades de hacer lo correcto para ti. De retroceder o de dar un paso hacia adelante.
Y seguimos mirándonos.
Y lo decido.
Decido pornerle fin.
Decido finalizarlo todo, porque soy egoísta, porque solo voy a vivir una vez, porque quiero seguir cometiendo mil y un errores, porque se lo que quiero hacer en este instante, se lo que él una vez significó para mi.
Así que como un humano más, como un humano que necesita el agua de cada día.
Acorto los paso.
Me estiro para agarrar su cuello.
Y lo beso.
Con furia, deseo, necesidad, sed, hambre, pasión, hilaridad, cariño, delicadeza. Todo en uno.
¿Por qué así hemos sido siempre nosotros no?
Sin mucho sentido, sin pensar en repercusiones y sentimientos venideros.
Solo pensando en el momento.
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Como mi tinta
ChickLitConoce una para nada peculiar historia. Donde el chico malo no es tan malo y la chica buena realmente es mucho menos buena. Después de años de recuerdos olvidados para unos pero no por otros...¿qué sucederá cuando se de el reencuentro? Mentiras, ce...