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- Muy bieeen es hora del juego alcohólico de la semana- La sangría definitivamente está haciendo efecto en los organismos de...todos. 

Estamos todos; Dylan, Mitch, Car, Luc, Kyle y mua sentados en la terraza, con el estómago lleno de tortilla, paella y jamón, maravilloso y delicioso jamón. Antes de empezar la cena, estábamos en la cocina alimentándonos a base de cerveza, luego llego la sangría, y aquí estamos, preparados para dejarnos en ridículo los unos a los otros. 

Kyle fue totalmente bienvenido, es malditamente gracioso verlo rodeado de mis chicos todos super musculosos y demasiado altos. Se le pasó el rubor vergonzoso tras la tercera cerveza, ahora solo tiene rubor de borracho. 

- Un I never (yo nunca) en toda regla, las normas son, no se puede contar, solo se bebe, es decir, si o no. No se hacen preguntas y si se hacen no se dan respuestas- explica Dylan. 

- Muy bien, ¿vamos a empeza flojito verdad?- pregunta Car alargando las palabras. 

- Eso es correcto- confirma con un asentimiento... bueno un movimiento de cabeza extraño, mejor dicho. 

- Yo comienzo- inicia Mitch- Yo nunca... he tenido relaciones sexuales.

Uhh que fino. 

Todos bebemos...menos Kyle. No juzgamos. 

- Yo nunca...- turno de Car- he sido detenido.

Solo bebemos Dylan y yo. 

- Yo nunca...- comienza Dylan- Me he enrollado con alguien homosexual siendo de distinto sexo. 

Bebemos Dylan Mitch y yo.

- ¿Mitch?- pregunta Dyl con una especie de chillido de chica.

- Se pregunta no se contesta- deja en el aire. 

- Yo nunca- comienza Luc- he estado más de un año sin mantener relaciones después de haber perdido la virginidad. 

Bebemos Car, Luc y yo. Esta pregunta esta claramente dirigida hacia mi, y termina confirmándolo con una ceja levantada y cara de lástima. Estoy aburrida y asqueada de la lástima. 

Mi turno. 

- Yo nunca... he ido a un club de stripers. 

Empinamos en vaso todos menos Car y...Kyle. Madre mia este chico no ha vivido un solo día de su vida sin salirse de la línea de lo moral y ético. 

Así continúan un par de rondas, avergonzándonos entre nosotros, soltando trapos sucios, y riendo de las estúpideces que salen de nuestra boca. Hasta que llega una, que definitivamente arruina mi noche y posiblemente un par de días. 

- Yo nunca...he tenido el corazón roto pensando que no tenía reparo- Gracias Kyle, la mosquita muerta suelta una pequeña bomba. 

Agarro mi vaso que estaba un poco más lleno de la mitad y me lo bebo de golpe. ¿Un trago por cada prueba no?

Bien, esta se merecía que tragase el vaso entero. 

Lo dejo con un golpe en la mesa y me levanto, porque las lágrimas pican y estoy harta, otra vez, de ver mierda y lástima en sus ojos. 

Me muevo por la terraza, bajando las escaleras de piedra hacia la piscina, me quito los zapatos y siento el agua cálida en mis pies, el agua se arremolina entre mis dedos, al igual que los pensamientos en mi cabeza. Llevaba unos días sin pensar demasiado, sin centrarme en lo que me falta. En ese vacío conflictivo y altamente peligroso que siento. Y duele, vuelve a doler. 

Supongo la bruma de la borrachera hace incluso que incontrolables sollozos sean arrancados de mi pecho. Mierda. Siempre me mantuve recta, con una capa de acero a mi alrededor, con mi corazón cobijado y protegido, sin mostrárselo a nadie, porque ser débil frente a alguien hace que sepan cual es tu punto flaco, y pueden usarlo contra ti, como hicieron conmigo hace mucho tiempo. Con ello aprendí a ser fuerte. 

Como mi tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora