-39-

20K 1.3K 51
                                    

Habían pasado unas dos semanas mas, desde... bueno desde aquello. Todo era una jodida mierda, las pesadillas rondaban en mi noche, me despertaba sudorosa y medio llorando. Practicamente taquicárdica. 

Intentaba ignorar a Travis todo lo posible, aunque a veces me lo hacía un poco complicado. 

Flashback

- Dani, necesito hablar contigo- me gire para ver a Travis, era la segunda vez que intentaba hablar conmigo en tres días tras el "partido" con los chicos. 

- Te lo dije Travis, no quiero saber nada de ti, y por tu propio bien, es mejor que te alejes- respondí. 

- Dani, de verdad, necesito explicarte. Todo. No me hagas esto. 

- Te lo hiciste tu solito- concluyo girandome para marchar a mi siguiente clase. 

- Lo se- creo que le oigo decir. 

FIn del Flashback


Joder, odiaba sentirme así. 

Cuando los chicos venían a la "noche de cena llena de esteroides", decidí apodarla así, yo cogía algo de pizza y me subía a mi habitación. 

¿Pero sabes qué es lo más patético? 

Que llevo tres semanas así, antes de dormir, solo pienso en estas cosas. En ese pequeño pedacito que me falta. Imagino a Casidy en mi mente, golpeando su esquelético rostro tantas veces, que mis nudillos, al principio blancos por la ira, se tornan rojos por el desgarro de cada golpe. Y de su sangre. ¿Demasiado para ti? Poco para mi. 

¿Celos? Tal vez, no soy hipócrita. Pero es todo su asqueroso conjunto. Lo perra que es, eso se lleva la palma. 

Liberé un poco de mala energía el lunes pasado. Se metio con Car. Nadie se mete con Car. Se llevó otro puñetazo, y yo una pequeña sanción. En realidad no fue nada. Y mi malévolo, vengatimo y criminal yo interior bailó samba durante horas. 


¿Soy mala persona por ello? No lo creo. Mi humor era una mierda, saltaba a la minima de cambio, me comía viva a las personas, y sabía que empezaban a hartarse de mi. Pero Car seguía al pie del cañón conmigo, era la única a la que no intentaba morder. 

Unos golpes se escucharon en mi puerta. Luc o Dylan. Car estaba en una cena con su familia, Colt y Alex tenían su partida online de no se qué...y Parker estaba abajo medio borracho. Ultimamente pasaba así demasiado tiempo. 

Otra vez los golpes.

- ¿Que coño quieres?- digo enfurecida. Por dios estoy en pijama. 

Pero nadie contesta. La puerta solo se abre, así, sin más, sin permiso. 

¿Y quien me honra con su presencia?

Travis. 

Mierda.  

- ¿Qué mierda haces tú aquí?- escupo con odio.

- No me dejas hablarte e ninguna parte, este es mi plan número trescientosmil cuatro punto ocho. 

Lo pienso durante varios segundos y un suspiro estrangulado sale de mi boca.

- Esta bien, empieza.

- No, aquí no- responde caminando hacia mi armario. Como fantasma por su casa, saca unos pantalones de yoga y una sudadera- Necesito hacer esto bien. 

Sin ganas de discutir me pongo la ropa sobre mi "pijama" y le sigo por la casa. Intentamos no hacer ruido para que los chicos se queden donde estan y no hagan preguntas que no quiero contestar. Al salir, el frio me golpea, pero tardo poco en estar cómoda con el ambiente. Caminamos en silencio por la calle. Y cuando llegamos al límite del camino, sé a donde quiere que vayamos, pero yo sigo tras él, sin decir palabra.

Como mi tintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora