- Deberías ir, Dani- Hora de literatura, no podía soportarlo, necesitaba estar fuera de ese aula y lejos de Travis. Cuando lo vi entrar por la puerta, siendo dejado por Casidy como un maldito perro faldero, no pude evitar que mis ojos se detuviesen en todos y cada uno de los cardenales que adornan su cara. Su mirada se encontró con la mia e inmediatamente la desvió.
- Ni siquiera me vas a responder, mi niña- sentada junto a Dylan en las gradas del instituto, recargo mi cabeza en su hombro.
- No quiero Dyl, odio los loqueros.
-No les llames loqueros...son psicólogos profesionales que te ayudarán a...
- No Dylan, en serio, no necesito ayuda, te tengo a ti y a Lucas no necesito más- llevamos una semana discutiendo esto, desde que me desperté de mi primera pesadilla en mucho tiempo. Pero desde ese día, no han parado. Saco un cigarro y después de una calada se lo pasó.
Luc duerme conmigo en mi cama, abrazandome fuerte, y yo me agarro a él como un koala. En cuanto empiezo a moverme me despierta, me pasa la botella de agua y me acaricia el pelo. Un consuelo por mi debilidad, y estos últimos días no puedo evitar llorar. El mismo sueño, la misma angustia, todas las noches. Travis no volvió a aparecerse en mi subconsciente nocturno, pero aquella última frase...está tan grabada en mi memoria.
"Eres una maldita zorra y te voy a recompensar por ello. Tengo que pagarte por ser tan buena puta ¿no crees?"
Y duele tan jodidamente tanto. Duele que fuese el quien me lo dijera, duele que fuese él, quien se lo contó a la zorra de Casidy.- Eso es mentira y lo sabes- Dyl me saca de mis pensamientos, le miro con los ojos entrecerrados, me pasa nuevamente el filtro y aspiro. No recuerdo que fue lo último que me dijo, estaba inmersa en mis problemas- Sí necesitas más- comienzo a quejarme pero me detiene en cuanto abro la boca- Y lo tienes, parece que no te das cuenta, pero tienes a Car, una buena amiga, Alex y Colton también están ahí para ti, son unos chicos raros, pero parecen bastante geniales también. Y el equipo, los amigos de tu hermano están ahí tambien para ti. Creo que Parker está incluso un poco enamorado de ti.
Estaba a punto de decir una frase salida de mi gran ego, tipo ¿y quién no se enamoraría de mi?.Pero solo sonrío un poco, tiene razón, tengo a mucha gente conmigo que me apoya, aunque algunos no sepan de mi pasado, pero están ahí para mi.
- No lo creo, Parker es un chico estupendo, me río mucho con él, pero no en ese sentido de crush, lleva mucho tiempo tras una pequeña inconsciete pelirroja- Y rápidamente se me enciende una pequeña bombilla- Hablando de amoríos- mi sonrisa se ensancha y me incorporo para poder mirar a mi amigo- Cuentame sobre eso que tienes por Matt.
Sus ojos se abren como ventanas y me mira alarmado, pero le tranquilizo con un guiño y se relaja encorvando los hombros.
- ¿Tan evidente es?- pregunta.
- Solo para mí, que te conozco mejor incluso que tu hermana- hago una nota para preguntarle por ella, no se de su vida desde que yo dejé el internado.
- Es un buen tipo.
- No lo miras solo como si fuese un buen tipo- De repente pienso en Jared, él, es un buen tipo, un buen polvo, pero nada más ¿me quiero conformar con eso?
- Me gusta ¿vale?- dice en tono de cansancio.
- Nooooo- relajo mi cara e interpreto un increíble sarcasmo.
- Vale, vale. Me gusta mucho, y creo que yo a él también.
- Entonces...¿por qué no te lanzas?- me mira y se inmediatamente la respuesta, basicamente un por ti- No Dyl, estas aquí, llevas más de un mes a mi lado, y no te he visto disfrutar de nuestro pasatiempo favorito- sexo- desde que llegaste. Y me dices que Matt te gusta, ve por él. Yo estoy bien.
Que gran mentira.
- Di lo que quieras, pero no estás bien- Maaalditoo- Aunque como sé, que no vas a hablar del tema, te diré que- suspira pausadamente- no se como hacerlo, ¿ok? no se como ir y decirle "eh Matt me gustas ¿follamos?"
- No creo que lo que quieras de él sea follar, nunca te he visto mirar a un chico como tu lo haces con él.
- ¿Cómo tu con Travis?- Un balde de agua fria, eso es lo que acabo de recibir, con una pequeña puñalada por la espalda y un tiro en el corazón.
- No quiero hablar de él.
- ¿Qué mierda os pasó?
- No importa, de verdad, digamos que no era quien yo creía que era.
- ¿No es el fuego y el calor que te dio fuerzas y que nadie nunca jamás de los jamases te quitaría?
- Callate- me río al recordar que es así como solía pensar en aquella noche, pero en seguida vuelvo a la realidad de lo que pasó aquella noche- Fue él quien me lo quito, se podría decir que ese niño ya no existe.
- Si que existe, pero evoluvionó, maduró, al igual que aquella niña pecosa- me mira con cariño.
- Dejemos de hablar de estas cosas. Necesito movimiento- terminó el cigarro que sostengo entre mis dedos, lo piso y me incorporo estirando mis músculos agarrotados.
- Juguemos a futbol- levanta sus brazos y mira directamente al campo que enfrentamos. Bajo corriendo por las escaleras y escucho sus pasos separarse de los mios hacia el almacen de pelotas.
Me quedo mirando el campo, con los pies en la hierba y tengo la necesidad de quitarme los zapatos. Todavía esta mojada, por el rocío de la mañana. Las briznas se cuelan entre los dedo de mis pies y cosquillean en mi planta, no hay viento, y el día aquí en el sur es frío pero con un sol resplandeciente.
Miro al cielo y veo a los pájaros en movimiento, sobrevolar el azul sin nubes.
- ¡PLACAJE!- oh mierda.
Comienzo a reirme mientras corro. Tal vez no fue una buena idea quitarme los zapatos.
Pero no pienso, solo corro, escuchando los gruñidos de Dylan tras de mi.
Soy más rápida que él. Y lo odia.
Doy un giro y me enfrento a mi amigo, el cual tiene el balón entre sus manos.
¿Por qué mierda corre el tras de mi? ¿No sería al revés?
- ¡IDIOTA!
Y voy tra él, cambia de sentido y poco a poco me aproximo a mi meta. Pienso derribarlo.
- ¡PLACAJE!- ¿perdón?
Pero cuando miro hacia mi izquierda es demasiado tarde, y una mole de 95 kilos me derriba.
Lucas.
Vuelvo a reirme como una foca histérica. Esto se siente bien, reirse.
Veo como Matt y Parker corren tras Dylan. Acaban de cambiar las tornas del juego. Me deshago del pesado de mi hermano y llego a medio campo.
- ¡Dyl! ¡PASAMELA!- Con un tiro perfecto recibo el balón. ¿Qué? Solo sé lo básico del futbol, pero soy buena en deportes, soy rápida, y puedo coger un puñetero balón al vuelo. Vuelvo a correr escuchando los ánimos de mi amigo, y no miro hacia atrás pero sé que los tres orangutanes me persiguen. No pueden atraparme, soy más pequeña, más agil.
Llego a la linea, que no sé como mierda se llama, y golpeo el balón en el suelo.
- ¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!- grita Dylan y viene hacia a mí para abrazarme.
- Es touchdown idiota- digo riendo en sus brazos.
- Maldita corredora- suspira Parker.
- Ayudan un par de años en atletismo.
Caminamos entre risas de vuelta a las gradas y mientras me pongo los zapatos, mi cuello pica, giro y veo como me mira, ¿con pena?
No lo sé.
Pero sé que por él comenzaron mis pesadillas.
Estúpido Travis.

ESTÁS LEYENDO
Como mi tinta
ChickLitConoce una para nada peculiar historia. Donde el chico malo no es tan malo y la chica buena realmente es mucho menos buena. Después de años de recuerdos olvidados para unos pero no por otros...¿qué sucederá cuando se de el reencuentro? Mentiras, ce...