Como mi tinta

-27-

-¿Quieres algo para beber?

- Claro, subo al baño primero.

Le veo desaparecer por las escaleras hacia el baño de invitados supongo. Lo primero en lo que pienso es en la cantidad de veces que habrá estado aquí para apoyar a Luc, por lo que se conocerá la casa como la palma de su mano. Los primeros días tuve que hacerme incluso un croquis en la cabeza para saber hasta donde estaban los cubiertos, cambió todo tanto desde la última vez que lo ví. 

Miro a mi alrededor con detenimiento, a la casa que una vez fue un verdadero hogar para nosotros cuatro. Esto ya no era un hogar, seguían las mismas cosas, todo, menos las fotos y las decoraciones casuales de mi madre. Se veía frío, sin el calor que conforma el hogar de una familia. Y yo no pensaba cambiar nada de eso, para finales de este curso yo me marcharía lejos, intentaría olvidar todo lo que hay aquí, lo único que quería llevarme era a Luc. Esto es lo que tuve en mente desde que me marché de California. Pero ¿ahora? no me puedo engañar, tengo a Car, una amiga que he descubierto bastante incondicional, Alex y Colt, dos chicos bastante alejados de todas las personas con las que me relacioné en otros momentos. Muy diferentes, pero estaban creandose un pequeño espacio en mi corazón. Mierda...¿cuando había comenzado a hablar así? Dylan tendría años de batalla contra mi si me escuchase decir esto. Por cierto ¿dónde mierda estaba Dylan?

Mi teléfono comienza a vibrar en la encimera de la cocina. Un mensaje, lo abro y comienzo a leer mientras saco un par de cervezas de la nevera.

De CarCar:

¿Dónde andas chica loca?

Para CarCar:

En casa, Travis me trajo.

De CarCar:

Mmmmmmm hahahahaha LOL ¿qué vas a soltar con el toda la energía de la pelea?

Para CarCar:

¡CAR! hahaha no se no se

De CarCar:

¡ESTA AHI! ¡ESTÁ EN TU CASA!

Para CarCar:

Sep aquí estamos solitos;)

- ¿Y esa sonrisa?- el movil se tambalea en mis manos a punto de caer al suelo por la intromisión inesperada de mi invitado. 

- ¿Qué? ¿Qué dices no estoy sonriendo?- acabo de tartamudear un poco...

- No claro que no- coge la cerveza que dejé en la encimera y sin dejar de mirarme toma un trago. Mierda- Tu móvil ha vuelto a sonar. 

-¿Qué...? Oh.

De CarCar:

Dale duro contra el muro pequeña. ¡Machacalo! ok mañana hablamos os dejo calentar el fuego y quemar los cimientos de la casa. 

No puedo evitar reirme, aunque suena más como una foca siendo estrangulada, ya que intento que no se note como mis mejillas se han teñido de un rojo profundo. Que vergüenza madre mia...

- ¿Qué es tan divertido?- reprocha enarcando una ceja mientras apoya los antebrazos en la encimera. Sus brazos cruzados muestran esa piel lisa y tersa llena de músculo indestructible y...perfectamente lamible. 

- Car...- contesto- en un mes está llegando incluso a hablar sucio- me apoyo en la nevera con los tobillos cruzados, igual así se me bajan los calores. 

- Has vuelto loco a medio instituto y ahora corrompes a una de las chicas buenas.

- Yo no corrompo a nadie, Car está saliendo de su cascarón que es muy diferente- contesto.