-. Un Primer Plano (Prólogo)

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Es normal que te empiecen a llamar la atención las bandas juveniles, los actores, los artistas en general, que los idolatres, que los admires. Que les des tu amor, tu apoyo sin esperar nada a cambio, eso es lo más lindo. Y es ahí cuando surgen los amores platónicos.

Todo tiene un comienzo, un principio y un final. Siempre olvidamos lo que pensamos que nunca acabaría. Todo pasa, las obsesiones pasan; pero las historias, las anécdotas, los recuerdos, las fotografías que tomé jamás se olvidan, te marcan, se quedan para la eternidad. Y eso es exactamente lo que me sucede. El no poder olvidar. Y lo que yo no puedo olvidar no es cualquier cosa. Es algo masivo, un movimiento de masas. Tal vez ya saben a que me refiero. Y es una sola palabra que compone una serie de hechos inimaginables, una fiebre: Menudo.

Yo fui presa de esa fiebre, lo soy. Espero que se identifiquen conmigo, no es fácil comprender el amor que le puedes tener a personas de otras épocas. Si no lo has sentido, no lo puedes entender. Dicen que ya es muy tarde, ¿que sí qué logro con apoyar a una banda que ni siquiera existe? Acá verán a qué me llevó mi obsesión con la agrupación Menudo.

Cristalina // Rubén Gómez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora