Era un 15 de octubre de 1988, nos encontrábamos en el estudio de grabación en Puerto Rico, los chicos habían estado ensayando muy duro para el nuevo álbum, y justo hoy llegaba el chico nuevo: Robert Avellanet.
—¿Crees que sea lindo? —preguntó Mary riendo.
—Probablemente. —alcé mis cejas y la miraba de forma "seductora".
—Este me lo dejas a mi y tú te quedas con Rubén.
—Ya, ya. —me dio un pequeño empujón.
—¿Ya supieron lo del nuevo? —Gina se acercó.
—Desde ayer. —le respondí.
Pongo algo de contexto: ahora las que estábamos al "mando" éramos Gina, Mary y yo por obviedad.
Nos habíamos vuelto amigas muy rápidamente, todo fue gracias a que nacimos en el mismo país y nos pusimos a hablar sobre nuestro lugar de origen en una de las muchas reuniones que hacía Edgardo.—Sergio dijo que Rubén está enfermo. —habló Gina mientras me miraba—. ¿Es verdad?
No hablé pero le asentí varias veces, corroborando que decía la verdad, ambas chicas me dieron un abrazo. Por poco y olvido que lo iban a operar el 13 de diciembre porque los pocos estudios que le habían hecho arrojaban que el tumor debía de sacarse.
Otro tema era que antes le llegaba a Rubén a la boca, ahora al pararme a un lado de él me di cuenta de que le llegaba al hombro, había crecido mucho en muy poco tiempo, su voz también estaba cambiando, su cabello gracias a Dios estaba más largo y ya había tomado forma, por lo menos no parecía una gallina loca, su cara seguía pareciendo la un niño pero si que había madurado, un poco. Usaba más constantemente sus lentes de contacto, había comprado un par nuevo en Nueva York y decir que se le veían bien era poco.
A lo lejos se escuchaba a los chicos cantando Gafas Oscuras, entré a la sala encontrándome con Cam.
—Hola, buenos días. —me saludó.
—Buenos días. —me senté a su lado y no tardé en localizar a Rubén con la mirada.
El chico me saludó mientras cantaba el coro de la canción y sonreía, le devolví el saludo con una sonrisa de alegría al ver que la estaba pasando bien.
A un lado de Angelo se encontraba Robert o "el niño nuevo" que era como nos referíamos hacía él estos días, se miraba algo nervioso pero en el fondo estaba feliz por estar ahí con los demás.
Salieron al cabo de unos minutos, por alguna razón Rubén se miraba radiante ese día, estaba contento y yo estaba feliz por él; regresamos a La Loma al cabo de varias horas de grabación y ensayo.
—¿Qué traes que parece que estás por las nubes?
Lo abordé cuando lo vi en la cocina.
—Pero si tú, no dejas de sonreír. —señaló mi boca
—Bueno, pues yo estoy feliz porque ya son cinco de nuevo.
—Me alegra oír eso. —Edgardo llegó con Robert a un lado de él—. Como ya saben, él es Robert. —sostenía al chico por los hombros—. Ella es Carla, mi mano derecha a veces, la izquierda otras veces. —el adulto rio.
—Hola, mucho gusto. —le extendí mi mano,
—Hola, un gusto. — Apretó despacio mi mano y sonrió.
—Cantas muy bonito, eh. —miré a Rubén—. ¿O me equivoco? —jalé la camisa del chico a mi lado, llamando su atención.
—Sí... tiene una voz muy linda. —el grande sonrió.
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Cristalina // Rubén Gómez
Fanfiction-En Edición- "... cristalina, niña luz, niña luna. Nada brilla como tú, niña luna..." ¿Qué pasa cuando no aceptas la época que te toca vivir? Probablemente una depresión al no poder conocer a tus ídolos, pero, ¿qué pasa si descubres que de alguna ma...