LV. Yo-yo

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Al fin estaba en Puerto Rico de nuevo, me recibieron con abrazos, un cartelón de bienvenida, y un pastel.
Solo estaría un par de días y regresaría a México pues resulta ser que me presentaría en el programa "Mala noche... no!" de Verónica Castro; el grupo ya había estado antes ahí.

Todos me acompañarían esa noche, y esa noche era justo hoy.

—Por fin, lo tan deseado. —suspiró Mary mientras ondulaba su cabello con una rizadora.

—Ya sé, ¿no estás nerviosa? —preguntó Gina dirigiéndose a mí, ella maquillaba sus ojos con una sombra café.

—Claro que lo estoy, ni siquiera me he peinado. —exhalé y cerré los ojos.

—Ven acá. —Mary me llamó—. Yo te plancho el cabello y tú vete maquillando.

Parecía que no, pero estaba muy ansiosa, aunque mi cara mostraba una total serenidad, por dentro sentía náuseas y mis manos sudaban.
Oscurecí mis cejas, hice un pequeño delineado en ambos ojos, puse rímel en mis pestañas para levantarlas, deslicé la brocha con rubor por mis mejillas, nariz, barbilla y frente, y coloreé mis labios de un rojo tenue, luego pasé un brillo labial transparente sobre ellos, el mismo maquillaje de siempre.
Terminé de arreglarme, pero aún no me cambiaba con algo apropiado. Fui a mi cuarto, por casualidad Rubén también estaba ahí.

—¿Nos vestimos de negro? —miré a Rubén.

El chico estaba de brazos cruzados, con sus labios y ceño fruncidos.

—¿Está enojado el niño? —me acerqué a él y pellizqué sus cachetes.

Se rió un poco pero estaba molesto.

—¿Qué tienes? —rodeé su torso con un brazo mío.

—No es nada. —sonrió ligeramente.

—Algo traes. —me crucé de brazos y me enfoqué en su rostro.

—Me... siento que me vas a...; estoy nervioso. —su voz sonó un poco molesta.

—Tú ya has estado en televisión. —él evadía mi mirada.

—Pero tú no...; va a haber gente..., hombres mirándote. —frunció el ceño y exhaló enojado.

—Estás celoso. —respondí con cierta molestia.

It's not big deal. —se paró y caminó hacia el closet, huyendo.

—Lo es. —seguí sus pasos—. Esta noche es muy importante para mí, y te estás portando de forma muy infantil. —fruncí el ceño, arrugando mi nariz y dándole una cara de enojo muy marcada.

—Sé cuanto te importa ir; no es así como lo piensas.

—Entiendo que son tus sentimientos, pero ponte a pensar un poquito, ¿cómo crees que me siento yo cuando cantas, bailas, coqueteas y mueves la pelvis ante miles de personas que en su mayoría son niñas?, no se ha de sentir muy bien, ¿o sí? —volvía a evadir mi mirada.

I'm sorry, I didn't mean that. —suspiró—. I'm just... weird tonight. —me miró—. And i'm really sorry, babe. —me derritió con su cara y ojos implorando compasión.

—No te sientas inseguro. —instantáneamente mi carácter se ablandó, sobé su espalda y le di una mirada de compresión.

—Ven, hay que vestirnos. —me dio un beso en la frente, tomo mi mano y nos paramos para escoger algo de ropa—. Black is cool. —rió.

Podría parecer que Rubén y yo formábamos parte de algún grupo de emos ya que usábamos bastante el color negro, pero la realidad es que solo lo considerábamos un color que podía combinar con todo.

Cristalina // Rubén Gómez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora