XVI. Sentimientos (Especial)

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Majo's POV

Cansada de asistir a los conciertos ya estaba, después de todo acompañar a Johnny no era nada fácil.
Esta vez iríamos a México, específicamente a una presentación en el Estadio Azteca.
Estaba bastante nerviosa, una tarde que había esperado tanto tiempo.

Olvidé mencionar que Johnny y yo ya teníamos 4 meses saliendo oficialmente.
No olvidaré la vez en que me pidió que fuera su novia, lo tierno que me miraba y su sonrisa permanente.

Ya daban las 4 de la tarde, mis manos sudaban y no paraba de dar vueltas caminando por todo el lugar, estaba más nerviosa yo que ni los chicos.

—Tranquila, Majo. —dijo Charlie riendo—. No va a pasar nada malo.

—Sí, nada malo puede pasar. —el pequeño Ray habló mientras practicaba un baile.

Johnny se acercó a mi y frenó mi caminata nerviosa.

—Tranquila. —tomó mis manos—. Sabes que todo saldrá como Edgardo lo planeó. —sonrió.

De alguna manera u otra tenía razón.
Además ni siquiera era yo la que iba a dar una presentación de más de una hora y media.

Suspiré y me senté junto con Johnny a un lado de Ricky.

—Majo. —el chico de brackets llamó mi atención.

—Dime, Ricky. —lo miré a los ojos.

—¿Sabes en dónde están Jessica y Pau? —sus piernas se movían al compás de los gritos de las chicas.

—No las he visto desde hace como media hora, probablemente... —las dos chicas llegaron.

Ambas se pararon en la puerta del cuarto en donde estábamos todos.

—Dice Joselo que vayan a prepararse. —pronunció Jessica sonriendo.

—En quince minutos ya salen. —expresó Pau nerviosa.

Mis uñas estaban todas mordisqueadas, mis piernas temblaban levemente y no entendía como Johnny lucia tan tranquilo. Juntos nos dirigimos hacia el pasillo principal para quedar a unos pasos de la salida.

—No tienes que preocuparte. —tomó mi barbilla y la levantó, provocando un contacto visual con sus ojos y un escalofrío por toda mi espalda.

Me quedé paralizada al mirar su cálida sonrisa.

—... chicos, salen en cinco... —la voz de un hombre sonó al final del pasillo.

—Ya sabes que puedes quedarte a un lado del escenario. —acarició mi mejilla.

—... en tres... —otra vez volvió a sonar la voz masculina.

—Te quiero mucho. —me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo.

Se despedía agitando sus manos y sonriendo.

—Ven, vamos a verlos. —dijo Emy jalando mi brazo y dando pequeños saltos de alegría.

Exhalé y salí junto con ella caminando hacia donde se encontraban las gradas llenas de público.
Nunca en mi vida había visto tantas personas juntas.

Las niñas gritaban y vitoreaban a los chicos con un fervor y una alegría descomunales.
Mi piel se erizó al ver como los chicos caminaban juntos, saludaban a la multitud, lanzaban besos a sus fanáticas, sonreían alegres.

Subieron al templete, emocionados y cargados de energía, listos para cantar y bailar como siempre lo hacían.

Todo el concierto estuve admirando el aura de grandeza que se desprendía de los cinco chicos.
La alegría de las fanáticas al poder ver a sus ídolos aunque sea desde lejos.

Cristalina // Rubén Gómez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora