Era veinte de noviembre, el desfile del aniversario de la Revolución de México iniciaba en una hora, y se suponía que íbamos a ir a verlo.
Entré a la oficina de Edgardo, me había llamado diciendo que teníamos que hablar. Tomé asiento enfrente de su escritorio.
—Ya despedimos a Papo Tito, el proceso de su demanda está en marcha. —dijo Edgardo firmando unos documentos.
—¿Para eso me habló? —crucé mis brazos—. Tengo que irme, nos vamos al desfile.
—Tienes que viajar a Miami, el disco salió hace más de dos semanas y tenemos trabajo allá.
—¿Ustedes no vienen? —pregunté con curiosidad.
—No, tú tienes que estar allá por unos asuntos, dejas México y te vas a Miami hoy en la tarde, nosotros llegaremos el veintidós por ti y luego nos vamos a dar la promoción del álbum. —explicó aún sin verme.
Me extrañaba bastante ese plan, eran muy pocas las veces en que me separaban del grupo, y comenzaba a dudar mucho.
Además, dentro de dos días era la fecha que tanto estaba esperando.
Tenía preparado todo por si sucedía algo, lastimosamente nunca estás preparado para todo.Salí de la oficina pensando miles de cosas, planes alternos, situaciones que ni siquiera sabía si iban a ocurrir, y sentí la ansiedad hacerse presente en mi mente.
Comenzó la hiperventilación y un sudor frío corría por mi frente y manos.—Hasta que por fin te encuentro, ¿en dónde rayos estabas? —alguien posó una mano en mi espalda, pegué un brinco de susto y vi que era Mary—. ¿Estás bien? —pregunto asustada al ver mi rostro.
—Hoy me voy a Miami, —expresé tratando de calmarme—. sola.
—Vas a estar bien. —sonrió ligeramente.
—Pero nunca nos habían separado como tal. —miré mis sudorosas manos, y las tallé en mi pantalón.
—Ya has estado sola antes, no tengas miedo.
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Había citado a todos para hablar sobre el viaje a Miami, quería calmar mis ansias de un modo u otro y este fue el primero que se me ocurrió.
—Edgardo ya nos dijo que te vas. —habló Robert mirándome con detenimiento.
—Solo no estaré un día. —dije con tranquilidad para no hacer notar mis nervios.
—Pero te vas sola, —Rawy intervino—. nunca te habían ordenado hacer otra cosa en un viaje.
—Lo sé, y es por eso que no quiero que se pongan nerviosos. —saqué mi cartera y busqué una tarjeta con ahorros—. Le voy a dar a Rubén este plástico, tiene el suficiente dinero por si algo pasa. —suspiré y les mostré la tarjeta, luego se lo entregué al chico a un lado de mi—. Les dejaré la clave en un papel, solo dispongan de ella cuando lo necesiten.
Tenía otra tarjeta con más dinero, esa la cargaría yo en estos días.
—No, no. —Sergio negó—. ¿Cómo vas a darnos eso?, ¿te vas a ir? —su voz sonó triste.
—¿Edgardo te despidió? —preguntó Adrián con asombro.
—¿Qué? —Gina y Mary expresaron con terror.
—¡No, claro que no! —exclamé negando con la cabeza varías veces—. Solo es una medida de emergencia.
—Todo va a estar bien. —Rubén tomó mi mano.
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Cristalina // Rubén Gómez
Fanfiction-En Edición- "... cristalina, niña luz, niña luna. Nada brilla como tú, niña luna..." ¿Qué pasa cuando no aceptas la época que te toca vivir? Probablemente una depresión al no poder conocer a tus ídolos, pero, ¿qué pasa si descubres que de alguna ma...