XXXIII. Cristal

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Mi situación actual con Rubén me tenía confundida.
Decía una cosa y hacia otra.
Me dijo que le gustaba Valeria y era a mi a quien invitaba a salir, daba besos y cumplidos; y eso si que me causaba conflicto, a ratos suponía que eso significaba que yo le gustaba, pero luego lo miraba hablar con Valeria y al verlo reír con ella, la idea anterior se disolvía en mi mente.

Estaba guardando la carta que me dio en San Valentín para leerla cuando sintiera que era el momento adecuado.

Ya era verano en Puerto Rico, por lo que estar afuera de casa era mucho más agradable.
Me encontraba en la orilla de la alberca, mirado como el agua se movía por el aire.

Hey.

Reconocí ese tono de voz instantáneamente.

Hey. —le respondí.

—¿Cómo estás? —se sentó a mi lado.

—Bien, eso creo. —suspiré—. ¿Y tú?

—Bien también, creo. —rio ligeramente.

Hace tiempo que no hablaba con Sergio, pero esta vez me sentía bien con él por un lado.

—Sé que no terminamos de la mejor manera. —agachó su mirada.

—Vaya que no. —lo miré.

—Perdón por eso. —aclaró su garganta.

—No te preocupes, todo está bien.

—¿Amigos? —extendió su mano hacia mi—. Si no quieres, no pasa nada. —recalcó.

Le asentí y tomé su mano sonriéndole.
Seguimos platicando un rato sobre otras cosas para calmar el ambiente, luego se fue.

Si Sergio tenía algo, es que era muy querendón, le gusta el contacto físico con quien sea y no sabía que eso podía causarme problemas.

Los días siguientes a la plática que había tenido Sergio fueron muy buenos.
Extrañaba hacer bromas sobre su cabello, reírme con él y que me contara anécdotas suyas sin sentido.

—¿Regresaste con Sergio? —preguntó Silvia detrás de mi.

—¿Qué?, no, claro que no. —dije mientras partía una zanahoria en trozos—. Solo somos amigos, nos llevamos bien.

—Menos mal, porque alguien está muy enojado.

Y justo en la sala se encontraba Rubén, leyendo una revista.

—Ayer me preguntó si tú y Sergio otra vez eran novios. —expresó Silvia mirando al niño.

—Ya te dije que solo es una amistad. —rodé los ojos y resoplé—. Y si tanto le interesa a Rubén, pues entonces que él me pregunte. —susurré a un lado de mi amiga.

Si se suponía que a Rubén gustaba Valeria, entonces yo no podía hacer nada más que tratarlo como un amigo, nada más.

Ruben's POV

Luego de que Silvia me confirmara que Carla y Sergio no estaban juntos mi carácter se alivianó un poco.
Me dirigía hacia las escaleras para bajar, pero unas risas me sacaron de mis pensamientos.

—¡Ya! —exclamó una chica riendo.

—Todo te da cosquillas. —esa era la voz de Sergio.

—Claro que no, ya, ¡ya! —la chica siguió riendo.

Podría reconocer esa risa en cualquier lugar del mundo, era Carla.
Fruncí el ceño de forma automática y me escondí a un lado del cuarto de Sergio y mío, ya que de ahí provenían las voces.

Cristalina // Rubén Gómez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora