XLII. Ahora sé

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—Ponte algo más propio que eso, pero sigue manteniéndolo casual.

—¿Propio? —respondió confundido—. ¿Qué es eso?

—Algo más elegante.

—Pero, ¿qué tiene de malo lo que me puse?

Te ves bien con todo, no te mentiré.

—Rubén, pareces el típico gringo con chanclas y pijama. —lo señalé—. Bueno, eres un gringo... pero a lo que voy es que tienes qué vestirte de acuerdo a la ocasión.

—Solo vamos a pasear, es un día de playa, ¿por qué llevaría jeans con alguna chaqueta?

—Edgardo dijo que te vistieras bien. —crucé los brazos—. Se lo dijo a todos, no es un día de playa.

—Solo porque tú me lo pides veré la posibilidad de ponerme un pantalón. —entrecerró los ojos mirándome seriamente y después rió.

—Vale, te espero afuera. —me dio un beso en la mejilla haciéndome sonreír—. Estaré con los demás, ¿va?. —peiné su cabello hacia atrás.

—Va. —le di la espalda y bajé las escaleras.

En la sala se encontraban Angelo, Sergio con Gina, Robert y Mary.

—¿Por qué tarda tanto? —preguntó Angelo.

—Ha de estar cambiándose. —respondió Sergio.

—¿Le falta mucho? —Robert habló.

—Un poquito.

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—Él es Wilson. —dijo Edgardo—. Será el nuevo miembro del grupo.

Frente a nosotros se encontraba el chico de cabello corto ya conocido por sus prominentes cejas.

—Me pueden decir Rawy. —sonrió sin mostrar los dientes.

Uno a uno nos fuimos presentando, diciendo nuestro nombre, edad, y en qué área trabajábamos.

—Bueno, ahora toca una foto. —Edgardo sonrió.

Había logrado que Rubén se pusiera una camisa gruesa color rojo fajada en un pantalón azul muy claro con su respectivo cinturón negro, sus botas y el chaleco de cuero que le regalé.

—Una, dos, tres. —sonó la cámara y la luz del flash invadió a los chicos.

Notaba que Rawy se nos quedaba viendo mucho a Gina, a Mary y a mi, supongo que se ha de haber preguntado qué rayos hacíamos tres chicas pegadas a los Menudos.

Edgardo nos había dicho que dentro de esta semana era cuando los chicos comenzaban con las grabaciones, y ahora que estaba Rawy todo sería mucho más rápido.

—¿Quieres salir a algún lado? —Mary delineaba sus ojos enfrente del espejo de su cuarto.

—No es mala idea, necesito comprar algunas cosas para una receta y otros materiales.

—Gina dijo que ella y Sergio irían a... ya sabes... a hacer..., —imitó un cigarro con sus dedos y simuló estar fumando—. es extraño que tú no tengas nada que hacer con Rubén.

—Ha de estar ocupado con los chicos.

—¿Pasó algo? —dejó de maquillarse y me miró.

Cristalina // Rubén Gómez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora