Cristalina // Rubén Gómez

III. Valioso

Era un nuevo día, ayer estuve tan distraída con el tema de Andy y la llamada extraña que hasta me olvidé de contar mi famoso sueño, me sentía aliviada a decir verdad.

Las horas de escuela estaban por empezar, y no podía dejar de pensar en...

—Hey, andas super perdida. —pronunció Silvia mientras movía su mano enfrente de mis ojos.

—Ciertamente algo tienes. —Luna habló preocupada.

—Sea lo que sea, tienes que contarnos. —Polly me miró curiosa mientras sostenía su cabeza con sus manos.

—Es todo lo de ayer. —respondí mirando mis zapatos.

—Y parece que alguien te está mirando. —dijo Majo al mismo tiempo que alzaba sus cejas.

Volteé discretamente hacia atrás, y me encontré con Andy, sentado, mirándome. Rápidamente regresé mis ojos hacia mis zapatos.

—Oigan, ahora que lo veo bien, Carla tiene razón, se parece demasiado al ex Menudo. —expresó Pau con asombro.

—Les dije, pero nadie me creyó. —rodé los ojos.

—Pues está más que fijado en ti. —Pau me miró.

—¿Alguien ha visto a Jessica y a Nicky?. —preguntó Polly.

—No las vi ayer. —le respondí.

—Están enfermas. —Luna aclaró mientras respondía mensajes en su celular.

—¿Eh?, ayer estaban aquí en la mañana. —dije sorprendida.

—Cállate. —susurró Luna mientras tosía y cubría su boca con su puño—. Se fueron de pinta y no regresaron.

—Vale, vale. —empecé a chocar mis zapatos con el suelo, de repente llegó el profesor.

Nos dio los buenos días y se sentó en la silla del escritorio, en eso, alguien toco la puerta.

—Buenos días, profesor, ¿podemos pasar? —dos voces femeninas se escucharon en la puerta.

Eran Jessica y Nicky.

—Pasen, acabo de llegar, se salvaron. —dijo el profesor con un semblante serio.

Rápidamente dieron gracias, se sentaron en sus respectivos asientos y se acomodaron para poder tomar la clase.

—Al terminar la escuela hablamos. —susurró Jessica mientras escribía la fecha en una hoja de su cuaderno.

Toda la clase Luna estuvo muy rara, se le veía triste, y no sabíamos el por qué.

Fue así como al finalizar la primera clase empezamos a hablar en lo que venía el siguiente profesor.

—Hey, ¿estás bien?. —preguntó Majo a Luna.

—Estás muy seria. — expresé mientras la miraba.

—¿Todo bien?. —Silvia habló preocupada.

Permaneció en silencio y finalmente habló.

—Les diré a la salida, todas iremos a mi casa después de la escuela, ¿va?. —su tono de voz era decaído, claramente las cosas no estaban bien.

—Está bien. —todas asentimos, nos mirábamos unas con otras, estábamos realmente preocupadas por ella.

Estaban tan sumida en mis propios pensamientos, que ni siquiera me había dado cuenta de que Andy me estaba hablando hasta que me tocó el brazo. Di un pequeño salto en mi silla y volteé a verlo.

—Lo siento, estoy muy... —cerré los ojos y moví mi cabeza un poco—. No importa. —le sonreí.

—No, claro que importa. —se agachó a mi altura y me miró preocupado.