Mi celular comenzó a sonar, me di cuenta de que era un número no registrado, lo contesté con un poco de miedo.
—Perdona, tengo que responder. —le dije al chico mientras me paraba, él hizo un gesto de aprobación y me alejé un poco para responder.
Deslicé mi dedo por la pantalla y lo acerqué a mi oreja para escuchar.
—¿Hola?
Lo único que podía escuchar era un sonido de estática, como cuando a las televisiones se les va la señal y en la pantalla se ve blanco y negro.
—¿Quién es? —pregunté un poco asustada.
—Tiempo, tiempo, tiempo, tiempo. —aquella voz masculina no dejaba de repetir la misma palabra una y otra vez.
No sabía si se trataba de una broma de mal gusto, hasta que ese tipo volvió a hablar.
—¿Quién habla? —las piernas me comenzaron a temblar al igual que mis manos.
—El punto negro has de encontrar y hacia atrás volverás. —la estática se hizo más intensa, me puse nerviosa y colgué.
Regresé en donde estaba sentada y el chico me miró extrañado.
—¿Estás bien? —me preguntó mientras buscaba mi mirada.
—Eh... —lo miré y me di cuenta de que estaba un poco preocupado—. Si, si, todo bien. —le sonreí nerviosa.
—¿Segura?, no pareces estar bien.
—Si, estoy segura, debió de haber sido una de esas bromas telefónicas. —o tal vez eso quería creer. Regresé mi mirada hacia el piso.
—No me he presentado. —volvió a buscar mi mirada—. Me llamo Andrés Blázquez, pero me puedes llamar Andy, así me llaman todos. —al escuchar ese nombre rápidamente lo miré.
—Yo me llamo Carla.
—Pareces algo sorprendida. —y es que realmente no le había prestado atención.
—No, no. Es solo que... —prácticamente me perdí viéndolo. Su cabello, su piel, sus ojos me hipnotizaron completamente.
—¿Estás bien? —sonrió.
—Lo siento. —miré al piso, nerviosa—. Es solo que me parece que te he visto en otro lado.
Interrumpió mis palabras y se paró de la banca un poco nervioso.
—No, eso es imposible. —tomó su mochila.
—¿Ya te vas? —lo miré.
—Ehh... no, es decir, ¿podríamos irnos? —estaba nervioso, al igual que yo.
Me quedé otra vez perpleja al verlo tan cerca.
—Claro. —me paré rápidamente y abandoné la banca, tomé mi mochila y lo seguí.
A decir verdad, estaba realmente nerviosa, demasiado. Me perdí en mis pensamientos y llegamos a la salida de la escuela en un santiamén.
—Ya me tengo que ir, nos vemos mañana. —me sonrió—. Me alegra que pudimos charlar, aunque sea un pequeño rato. —movió su mano en señal de despedida y finalmente se fue.
—Adiós, Andy, hasta mañana. —grité levemente mientras me despedía.
Alguien me toco el hombro, pegué un brinco y solté un chillido, al darme vuelta me encontré con Emy, quien estaba en otro salón de clases y a la cual la cambiarían a nuestro salón.
—Ay, Emy, asustas cuando te apareces. —me reí mientras tomaba aire para calmarme.
—¿Quién era ese que te dejó tan tonta?. —apuntó entre la multitud. Rápidamente bajé su brazo mientras me reía nerviosa.
ESTÁS LEYENDO
Cristalina // Rubén Gómez
Fanfiction-En Edición- "... cristalina, niña luz, niña luna. Nada brilla como tú, niña luna..." ¿Qué pasa cuando no aceptas la época que te toca vivir? Probablemente una depresión al no poder conocer a tus ídolos, pero, ¿qué pasa si descubres que de alguna ma...