Estuvimos en México unos meses y después regresamos a Venezuela para grabar la serie "Los Últimos Héroes" de forma oficial.
Recibí una llamada mientras estaba en mi oficina, Edgardo me dijo que era importante.—¿Bueno? —hablé.
—¿Carla? —sonó una voz.
—¿Silvia? —pregunté de pura chiripa.
—¡Hola! —la voz de la muchacha se escuchó con un tono de felicidad.
—¿Cómo estás? —una sonrisa se plantó en mi boca.
—Bien, bien, todo normal. Llamo de rápido para decirte que estaremos en Venezuela, supe que ustedes estarán ahí un buen rato y queremos aprovechar para hacer alguna reunión... Ray, Rubén, tú y yo. —exclamó.
—¡Claro!, hace una década que no hablamos. —reí.
—Lo sé, sería genial vernos las caras. —expresó contenta.
—¿Quién es? —la voz de Ray se escuchó a lo lejos.
—Es Carla. —Silvia respondió.
—¿Carla?, —escuché que se acercó y se pegó al teléfono—. ¡Hola, Carla! —rio.
—Hola, Ray. —reí.
—Nos vemos, adiós. —su voz derramaba felicidad.
—Adiós, Ray. Cuídate. —volví a reír.
—Ay, Dios. —Silvia rio—. Parece un niño chiquito, mi bebote. —suspiró y permaneció unos segundos en silencio—. Pero bueno, ¿qué piensas sobre el plan?
—Pues cuenta con nosotros, le diré a Rubén, estoy segura de que dirá que sí. —sonreí para mí misma.
—Dale, ¿pueden este sábado? —preguntó.
—Creo que si... —revisé el programa de actividades en mi cuaderno, y teníamos libre ese día ya que era descanso general—. Si podemos.
—¡Súper! —rio—. Nos vemos ese día entonces, será por la mañana. Visitaremos Maracaibo.
—Va que va.
—Adiós, cuídense.
—Cuídense también. —colgamos.
Había perdido la comunicación con Silvia gracias a nuestro trabajo. Ella estaba encargada de la administración de Proyecto M y al igual que yo estaba hasta el cuello de quehaceres.
—Hola. —vi a Rawy en la puerta de la habitación donde estaba yo.
—Buenos días. —le respondí desviando la mirada a mi trabajo.
—¿Quieres venir al set? —el chico entró a mi oficina.
—¿Hoy? —lo miré aproximarse.
—Hoy mismo. —se paró enfrente de mi escritorio.
—No lo sé. Tengo que terminar esto y atender a César. —me encogí de hombros.
—Deberías de venir, es aburrido si Gina, Mary y tú no están allá. —cruzó sus brazos.
—Rawy, tengo trabajo aquí también. —señalé las hojas con cuentas sobre mi escritorio.
—Hablaré con Edgardo, tienes que venir.
Me parecía extraño la insistencia que Rawy ejercía, estaba muy terco y él no era así.
Se fue del cuarto dejándome con un palmo de narices. Continué con mi trabajo y minutos después regresó el joven de cabellos tiesos a causa del gel que usaba para peinarse.
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Cristalina // Rubén Gómez
Fanfiction-En Edición- "... cristalina, niña luz, niña luna. Nada brilla como tú, niña luna..." ¿Qué pasa cuando no aceptas la época que te toca vivir? Probablemente una depresión al no poder conocer a tus ídolos, pero, ¿qué pasa si descubres que de alguna ma...