Capítulo 20

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Equipo Alfa... ¿Lo tienen?


Matthew Wyatt

—Equipo Alfa, situación. —exige Döphman a mi lado a través del micro auricular.

Decretó que sería ella la persona al mando del operativo para capturar a Makris, obviamente con el objetivo de tener todo bajo su control. Por mi parte malamente logré convencerla de que me dejara venir con ella como su segundo al mando por si las cosas se ponían feas, aunque es muy difícil que el hombre se nos escape. Lo tenemos rodeado.

Igualmente mi único propósito aquí es que la Loba no le pegue un tiro a Lucia en cuanto todo esto acabe. Aunque ella no quiera saber nada de mí, y quiera permanecer alejada, es mi hija, y no pienso permitir que le pase nada, porque yo no permanecí fuera de su vida para que ahora terminen matándola frente a mis narices.

—Hemos alcanzado el pasillo que lleva a la habitación. Todo despejado mi General. —escucho la respuesta del Capitán al mando del equipo.

—Francotiradores confirmen posición. —intervengo esperando la respuesta.

—Francotiradores en posición. No tenemos visibilidad dentro de la habitación a causa de las cortinas, pero tenemos claro acceso al balcón en caso de que intente escapar por ahí.

Mantenemos el control de la operación desde una de las camionetas aparcadas a una cuadra del lujoso hotel. Estuvimos todo el tiempo en Sicilia, con un operativo perfectamente planeado, esperando pacientemente que Lucia nos diera la señal y el dispositivo nos revelara sus posiciones.

Aún está oscuro, miro el reloj en mi muñeca, que marca exactamente las 5:37 am, lo que quiere decir que demoramos unos 20 minutos en llegar a partir de que el dispositivo fue detonado.

—General —vuelve a hablar el Capitán del Equipo Alfa —. El escáner térmico nos indica dos cuerpos en la habitación, posiblemente dormidos por la posición en que se encuentran.

—Perfecto —brama Döphman —. Atentos todos, comienza la fiesta en Cinco...

La cuenta regresiva comienza y me siento cada vez más expuesto y ansioso por lo que sucederá a continuación.

—Cuatro...

—Tres...

Miro de reojo a Zara a mi lado, y me pregunto cuáles son sus planes para Lucia luego de esto. Desgraciadamente la respuesta llega fuerte y clara.

—Uno...

—¡Adentro ya, ya, ya! —demanda soltando manotazos en el reposabrazos de su asiento.

Escuchamos el ruido seco de la puerta tras ceder a nuestra invasión. Entonces un montón de órdenes, gritos y más órdenes se alzan a través del auricular, hasta que todo parece quedar en calma de pronto.

—¡Equipo Alfa qué coño está pasando! —exige Döphman con sus ojos muy abiertos por la expectación —¿Lo tienen?

—General, creo que tenemos un problema.

Habla al fin, y la Loba sale de la camioneta como una exhalación conmigo detrás, siguiéndole los pasos de cerca.

Preparamos nuestras armas avanzando por el pasillo hacia la habitación. Mi corazón late rápido y no sé por qué la imagen que se me viene a la cabeza es la de Lucia, muerta, sobre un charco de sangre en la cama.

Pero lo que nos encontramos al llegar, es algo con lo que realmente no contábamos.

Los agentes le están apuntando a una pareja, los cuales permanecen con las palmas arriba, paralizados, y una mirada de horror por la escena. Desde luego, ninguno de los dos es Makris o Lucia.

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