DRÁKON [+18] ✔️

Capítulo 6

Ya tienes como 35 años.

— ¡Luci! — me llama mi abuela desde la planta de abajo — ¡Baja de una vez y ayúdame a montar el chocolate!

Llevo parte de la mañana pegada a la laptop tratando de encontrar alguna información valiosa acerca de Theo Makris, y solo he podido encontrar un par de artículos acerca del joven arquitecto multimillonario, junto con un par de fotos que desde luego no le hacen justicia a lo que es tenerlo de frente.

<<No, no lo estoy acosando>>

Simplemente quería tener algún tipo de ventaja a la hora de conquistarlo. Pero supongo que deberé improvisar sobre la marcha.

— ¡Luci! ¡Nos retrasaremos! — vuelve a llamar mi abuela.

Esta vez decido hacerle caso y ponerme manos a la obra.

Hornear con la abuela es una de las cosas que más me gustaba hacer cuando era pequeña.

— Podrías dejar alguna magdalena para la noche ¿sabes? — me regaña cuando ve que me acabo lo que fue mi tercera magdalena en menos de 10 minutos.

— Haberlo pensado antes de hacerlas de chocolate con relleno de mermelada de fresa. — le respondo chupándome los dedos.

Estiro mi mano para alcanzar una fresa y sumergirla en el chocolate fundido. Mi intento se ve frustrado por el rápido manotazo de mi abuela.

— ¡Auch! — exclamo frotando el dorso de mi mano.

— Si sigues así terminaremos sin nada para vender, y tú, terminarás con kilos de más.

Mi boca se abre para protestar al momento que suena el timbre de la puerta.

— Ahórratelo y ve a abrir. — sentencia.

Limpio mis manos en el delantal y me apresuro a abrir la puerta. Sea quien sea, lleva prisa.

— ¡Ya voy, joder! — grito al tiempo que giro el pómulo.

Abro la puerta y casi al mismo tiempo unos brazos me abrazan con fuerza mientras escucho los sollozos descontrolados.

<<¿Lauren?>>

— Tranquila, tranquila. — la abrazo de vuelta.

<<¡¿Pero que mierdas?!>>

— Lau por favor dime que sucede. — le hablo calmada, pero me siento realmente preocupada.

¿Alguien puede explicarme qué hace ella aquí? Y luciendo así...

— Yo y Nick... lo hemos dejado — dice entre sollozos mientras aún me abraza y yo siento que se me cae el alma a los pies.