DRÁKON [+18] ✔️

Capítulo 43

Tosca

**Este capítulo abarcará diferentes sucesos en la vida de varios personajes sin un órden cronológico exacto. Pero son importantes conocerlos para que la trama tenga sentido. [Aquí entre nos, les recomiendo leerlo con lupa.]**

Narrador omnisciente

La General Döphman sabe que está en aprietos, lo supo desde el mismo momento en el que fue convocada a una reunión de urgencias por parte de La Cámara.

Se mueve de un lado a otro con impaciencia a lo largo de la Sala de Conferencias, sus tacones negros resonando con golpes secos contra el mármol blanco del suelo. Detiene su andar y observa tranquilamente, a través de los ventanales de cristal, como a lo lejos el cielo comienza a aclarar.

Toma una gran inhalación, cuadra sus hombros y alza su barbilla. Ella no es mujer que se amedrente ante sus superiores, no por gusto es quién es, y ocupa hoy el puesto de General en Jefe en el Comando Especial Secreto Europeo.

Ella es respetada, odiada y temida por muchos y estos hombres y mujeres no harán que ella agache su cabeza por mucho que sean los presidentes de cada país en la Unión Europea.

No. A ella se le fue asignado su puesto y con ello, uno de sus principales propósitos es impedir que la organización sea traicionada, y por consecuencia, delatada ante la sociedad. Ella solo ha cumplido con su deber, y nadie puede condenarla por eso.

El pitido a sus espaldas le hace saber que los presidentes están en línea, por lo que con actitud decidida, alisa la tela de su blazer y se da la vuelta para encontrarse, en la enorme pantalla en la pared, a veintisiete ceñudos rostros que la miran fijamente.

—Allgemeines Döphman «General Döphman» —El primero en saludarla es el presidente alemán y ella no puede evitar deleitarse en el sonido de su idioma natal.

—Herr Präsident «Señor Presidente» —Devuelve el educado saludo con una leve inclinación de su cabeza—. Un placer, como siempre —dice esta vez dando un rápido repaso a las otras caras.

—Siempre es bueno verte —Vuelve a hablar el señor canoso—. Lástima que esta vez sea para discutir un tema tan delicado como lo es la exposición del CESE ante el ojo público.

—Entiendo su preocupación aquí Señores Presidentes, pero eso aún no ocurre y les aseguro que estamos tomando todas las medidas para evitar que nuestra identidad salga a la luz —Asevera la rubia apretando sus manos a su espalda.

—¿Te refieres a las medidas que permitieron que Lucia Gallagher ande todavía suelta nada más y nada menos que con Theo Makris un asesino a sueldo, que si mal no recuerdo, se suponía que atraparías en una misión que fallaste? —Esta vez quién toma la palabra es el presidente de Bélgica, clavando sus ojos cafés en ella, quien se muerde la lengua recibiendo todo el regaño.