DRÁKON [+18] ✔️

Capítulo 26

Pequeño imprevisto

[Capítulo dedicado a KarlaVasquezTorres1  . Gracias por leerme y comentarme bella❤️. Espero disfrutes el capi]

Luci

El nombre femenino me suena extrañamente familiar, como si lo hubiese escuchado antes. Trato de rememorar y recuerdo el día que conocí a Kai y las últimas palabras dichas por él.

<<Por cierto, Kanya te manda saludos.>>

Kanya.

Obviamente se conocen y tienen un pasado. Pero, ¿qué tipo de pasado? ¿Y hasta qué punto es importante ella para Theo? Aunque por su mirada gélida y las palabras salidas de su boca, yo diría que no le guarda mucho aprecio. ¿Entonces por qué mierdas te dejaste besar por ella, maldito idiota?

—Tan mordaz como siempre. Me encanta. —Kanya se pasa los dedos por sus labios, pura diversión en sus orbes grises.

Aprieto los puños a mis costados.

—No vuelvas a hacer eso. —advierte Theo.

—¿El qué? —finge inocencia —¡Oh! Lo del beso. Pensé que la ocasión lo ameritaba, después de todo, han sido nueve duros años sin verte.

—Creí que para este entonces ya... me habrías superado.

—Me ofendes. Yo no podría amar a otro hombre que no seas tú. He esperado todos estos años por ti —alza su mano y la acerca a su mejilla —, pero ahora que estás aquí podemos retomarlo donde lo dejamos, solos tú y yo.

¿Pero qué le pasa? Acaso me he vuelto invisible o qué carajos.

Carraspeo para llamar su atención, y lo logro. Ella retira su mano reparando en mí como si fuese una mancha en uno de sus lustrados espejos. Por su parte Theo solo exhala aire pareciendo frustrado y veo el músculo de su mandíbula moverse.

¿Acaso intentaba que yo fuese un cero a la izquierda o qué le pasa?

—¿Es tu Oiran? —sus ojos caen nuevamente en él.

Arrugo las cejas ante el vocablo desconocido. Theo aguarda unos segundos antes de contestar.

—Así es.

Me detalla de arriba a abajo y hace una mueca de desinterés y desprecio extendiendo el dorso de su mano delante de mí. La miro por unos segundos intercambiando la mirada entre esta y su endiablada cara. ¿En serio pretende que la bese?

Me cruzo de brazos y me yergo alzando el mentón.

—Mi nombre es...

—Nadie. —me interrumpe él con una mirada de advertencia —Ella no es nadie.