DRÁKON [+18] ✔️

Capítulo 1

Aroma de fresa

El aire fresco se siente realmente bien en mi cara, se siente... familiar.

Aunque han pasado un poco más de 4 años desde la última vez que volví a casa con mi abuela, siento como si nada hubiese cambiado, y al mismo tiempo nada es igual que antes. Porque como mi misma abuela suele decir: "los años no pasan por gusto querida".

Mientras ignoro por sexta vez los mensajes insistentes de mi abuela queriendo saber si llegaré a tiempo para la cena, me pierdo en la belleza del lago que se extiende al otro lado de la carretera. Aquí fue dónde nací y crecí hasta que me fui a estudiar a la universidad en Chicago.

La verdad es que no veía la hora de independizarme, de salir y comerme el mundo. Siempre había sido una niña traviesa, con demasiadas preguntas y sed de aventuras. Así que no podía esperar la hora para ir a la universidad y conocer nuevos lugares.

No me malinterpreten, aquí se está muy bien. La comunidad del lago a las afueras de la ciudad de Jacksonville es bastante tranquila. Aquí todos se conocen, ya que la mayoría de las familias han permanecido por generaciones, pero yo necesitaba alejarme de la gente que conocía de toda mi vida, de esos que me veían un poco extraño porque había decidido cortarme el pelo y teñirmelo de azul.

Una risilla traviesa se forma en mi interior mientras trato de imaginarme esas mismas caras cuando detallen mi actual aspecto. Sigo llevando el cabello corto, no más allá de los hombros, con mi característico flequillo todo alborotado. Solo que ahora lo he teñido de un rubio platinado con raíz y mechones oscuros.

Pero eso no será lo que los sorprenderá, sino los tatuajes de manera aleatoria que adornan parte de mi pecho y brazos.

Le doy vueltas a la argolla en mi nariz mientras recuerdo la cara de la abuela hace un año, cuando fue a visitarme a la residencia —y ella es de mente bastante abierta—, así que imaginar las caras que se le quedarán a los que esperan ver a mi yo del pasado, me causa diversión.

Como bien dice la abuela "tendrás cara de angel pero tu mente sin dudas alberga un diablo".

De pronto la voz del taxista me saca de mis pensamientos.

—Disculpa, ¿puede repetir lo que dijo?, es que estaba algo distraída —me excuso con el hombre que me sonríe amablemente a través del retrovisor esperando mi respuesta.

—Le preguntaba si es la primera vez que viene de vacaciones al lago, porque su cara me parece algo familiar.

¿Qué les dije? Aquí todo el mundo se conoce.

—La verdad es que yo nací aquí. Estoy de regreso este verano luego de obtener mi título en "La Universidad de Chicago" —respondo orgullosa  —. Soy Luci, la nieta de Esther. —estoy bastante segura que sabe quién es mi abuela.