Todo estará bien
[Este capítulo está dedicado a Rigadp22 y NoreSanchez ]
Luci
La vida está repleta de momentos dónde sientes que realmente no podrás seguir avanzando, dónde sopesas tus opciones y piensas que no hay salida. Porque lo que estás viviendo en ese momento parece ser la mayor catástrofe de tu existencia. Véase cuando somos pequeños y rompemos ese jarrón que lleva generaciones en la familia. Tu madre te dice que no corras cerca de él, pero tú la ignoras y al final terminas haciendo justo lo contrario, y cuando las piezas de la fina porcelana están desparramadas por el suelo, no sabes si asumir la culpa o regresar al vientre de tu madre.
Luego crecemos y un jarrón roto nos parece una tontería al lado de esos exámenes de la escuela que sabías que tenías desde hace tres semanas, pero para los cuales decidiste estudiar el día antes. O para ese seminario que debías exponer en público, pero olvidaste leer el material mandado por el profesor. Entonces en ese momento, piensas que es el fin de tu vida, que nunca podrá haber algo peor que suspender una prueba o pasar un vergüenza frente a tus compañeros de clase. Pero todo esto queda totalmente eclipsado el día que te vas de fiesta, te emborrachas por primera vez y llegas a casa mucho más tarde de la hora impuesta por tus padres. Ese momento en el que tienes miles de llamadas perdidas en el móvil, incluso el ejército ha desplegado sus tropas para buscarte. Definitivamente no sabes si llegar a casa y asumir las consecuencias o tirarte de lleno delante de un carro.
En cualquiera de los casos, tu vida te parece lo más miserable que existe. Pero créanme, que siempre, siempre, puede sorprenderte más. Tal es mi caso, que hace unas horas me sentía ahogada con el propio peso de la culpa de mis acciones pasadas, acorralada por tener que tomar una decisión que podría cambiar mi vida para siempre. Y cuando por fin parecía aceptarla, cuando había logrado salir a flote, el peso de las palabras de mi abuela me arrastraron de nuevo al fondo del pozo.
Sus claros ojos fijos en mí, redondos del terror que al parecer había paralizado su cuerpo al igual que el mío. Permanecía de pie en el umbral de su habitación como si hubiese visto un fantasma, con Ephrain unos pasos tras ella.
—Luci... cariño qué...¿Qué haces aquí? — su voz temblando nerviosa.
Lo único que atino a hacer es dar varios pasos atrás y ladear la cabeza sin tener un enfoque real de lo que está a mi alrededor, sintiéndome mareada de pronto, las palabras de mi abuela resonando una y otra vez en mi mente. Y por más que intento no puedo hablar, abro la boca para llevar a cabo mi interrogatorio, pero nada sale. La presión del momento se acumula en mi garganta y aunque siento que podría llorar, mis ojos se niegan a hacerlo sin tener realmente claro lo que mis oídos acaban de captar.
Mi abuela se acerca con tiento, su cara compungida en una mueca de auténtica preocupación, hace amago de tomar mis manos entre las suyas, pero las retiro por inercia mientras me yergo y la pregunta acude de pronto a mis labios.
—¿Cómo sabes que es mi padre? —me mira entre el desconcierto y el miedo por unos segundos antes de hacer su mayor esfuerzo por esbozar una sonrisa que no alcanza sus ojos.
—¿Qué dices cariño?
—¡No!... —alzo la voz y ella da un respingo, por lo que trato de tomármelo con calma antes de volver a hablar —No me mientas abuela. Te acabo de escuchar decirle a Ephrain... —señalo al hombre que me observa con la misma cara de angustia que mi abuela —...que ese señor... —trago con dificultad para pasar el nudo que me impide hablar —...es mi padre. Y en lo único que puedo pensar en estos momentos es... —me llevo el puño cerrado a mi frente y me doy leves golpecitos tratando de detener las lágrimas que empañan mis ojos para volver a mirarle a la cara —...es en cómo coño tú sabes eso, si se supone que mi madre regresó de Londres y jamás volvió a saber de él, y según tú, nunca lo conociste.
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DRÁKON [+18] ✔️
Romance→LIBRO 1 Lucia es una chica excéntrica e hiperactiva que va por la vida consiguiendo todo lo que se propone. Theo sabe que los hombres como él no van al cielo, están condenados al infierno, por lo que se niega a amar y a ser amado. Él es un reto, e...