Capítulo 11

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Vengono per me


Me doy una larga ducha cuando despierto, he dormido como un bebé. No negaré que siento un poco de dolor en algunas partes de mi cuerpo, y no sé si se debe a todo el ejercicio de ayer en la tarde o al que hice en la noche. Pero me da igual, ha valido la pena. De lo único que me arrepiento es en haberme quedado dormida anoche, porque ahora no sé cómo quedan las cosas entre nosotros. Pero tomaré sus acciones de ayer como que aceptó mi propuesta.

Me preparo antes de bajar a desayunar. Visto una falda negra a la altura de mi cintura, es corta y las pequeñas aperturas en cada muslo, la hacen ver súper sexy. Me pongo un crop top y mis botas negras, y como siempre delinio mis ojos y rizo mis pestañas.

— ¡Muy buenos días! — canto cuando llego abajo a la cocina y veo a mi abuela.

— Vaya, alguien se ha levantado muy feliz hoy. — exclama ella mientras pone su mejilla para que le de un beso.

—Pues sí — aseguro alargando la mano para coger una fresa del plato y llevármela a la boca.

— Esa no es una ropa adecuada para nuestro día de pesca. — señala y yo me llevo la mano a la frente — ¿Lo has olvidado verdad?

— Lo siento. — admito — Es que tengo otros planes. — uno mis labios en una fina línea esperando que no se moleste.

En verdad no tengo "planes", simplemente me tiraré de cabeza como suelo hacer, y espero que luego de lo de ayer las aguas estén tranquilas.

— Está bien, no hay problema. — esbosa una sonrisa — Igual ibas a terminar aburriéndote, te conozco muy bien. — le sonrío y voy a la mesa junto a ella y Ephrain para desayunar.

— ¿Han oído eso? — pregunta Ephrain quien mira en el televisor las noticias de la mañana. Trato de escuchar mientras le aplico mantequilla a una tostada y le doy varios mordiscos.

Según informan los medios, parece ser que han desaparecido tres turistas extranjeros de nacionalidad italiana. Se habían registrado hace dos días en el hotel "Seasons" y pagado por un máximo de ocho días, sin embargo en el día de ayer, cuando el ama de llaves pasó por las habitaciones , las encontró impecable como si nadie hubiese estado allí, a excepción del cristal de una de las duchas que al parecer se había roto, aunque ni siquiera había rastros de vidrio. Al informarlo en la recepción se descubrió que los huéspedes jamás entregaron sus habitaciones para marcharse, y según informan fuentes de la Policía que investiga el caso, tampoco parecen haber salido del país, simplemente han desaparecido sin dejar rastro.

Para cuando terminan de pasar toda la noticia ya voy por mi tercera tostada, la cual bajo con un poco de zumo de naranja. A mí estas cosas no me quitan el hambre la verdad, nada tiene que ver conmigo, así que me da igual.

— Ahí va... — se queja Ephrain apagando el televisor — otro caso más que el gobierno intenta ocultarnos. Esas son cosas de la CIA o por el estilo. — enarco una ceja, a veces Efrain sale con cada cuento. Aunque bien podría ser verdad, que más da.

— Luci cariño, no sé cuales sean tus planes, pero ten cuidado ¿de acuerdo? — me dice mi abuela mientras recoge los platos de la mesa — Uno nunca sabe dónde puede estar el peligro.

— ¡Claro! Porque seguro una chica de 1.59 de altura esconde los secretos más oscuros del gobierno norteamericano. — ironizo y ella hace una mueca enarcando una ceja — ¡Bien tendré cuidado! — digo para tranquilizarla.

Mi abuela es una mujer bastánte liberal, pero si se trata de mi seguridad, es capaz de guardarme en una caja de concreto rodeada de explosivos. Creo que luego de la muerte de mamá le aterra perderme a mi también, y no la juzgo, fue muy duro de superar para ella, si lo hizo fue porque tenerme con ella cada día lo hacía más llevadero, sobre todo porque soy la viva imagen de mi madre. Recuerdo lo que le costó dejarme ir a estudiar a la universidad de Chicago, por supuesto ella nunca supo acerca de mi año sabático en L.A y mucho menos de las estupideces que hice en aquella época. Nadie debe saberlo, si bien le conté una parte a Lauren fue por obvias razones, el motivo principal de mentirle seguirá oculto por siempre. Mi abuela simplemente pensó que me había ido directo a la universidad y así a de seguir siendo. Tuve que convencerla para que no dejara todo y se viniera conmigo.

DRÁKON [+18] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora