Desde pequeño su madre siempre había notado sus gustos preferenciales hacia personas del mismo sexo. Lo supo cuando en tercer grado empujó a aquella niña con dos coletas y tomó la mano de su mejor amigo en aquel entonces y lo ubicó a su lado, lo supo cuando admiró con ojos soñadores al capitán del equipo de natación y en especial cuando su cuerpo reaccionó por primera vez ante un hombre y no a las lindas chicas que su madre le presentaba.
Y fue entonces cuando comenzó a odiar todo.
Yoongi recuerda un día haber estado perdido entre la música de sus auriculares y el paisaje de la ventana, esperando pacientemente a su profesor, cuando el chillido de un grupo a sus espaldas lo hizo girarse, solo para descubrir a un hermoso chicos de rizos negros hablando animadamente, pudo distinguir la marca recién hecha que presumía con orgullo gracias al cuello ancho de su camisa. La primera punzada de envidia lo golpeó.
La segunda llegó justo unos minutos después, cuando el pequeño azabache fue atrapado desde su espalda por un chico castaño alto, un alfa y un omega, dos chicos, dos parejas predestinadas, y todo aquello a lo que Yoongi solo podría tener en sus sueños.
Y odiaba cada segundo de su vida, odiaba ser un beta, odiaba no tener un olor que despertara el deseo en los demás, odiaba ser juzgado por anhelar a un hombre siendo de la casta de los betas, odiaba todo eso y mucho más. Entonces llegó Hoseok y fue como un nuevo despertar.
Lo conoció en una de sus borracheras, a Yoongi realmente no le interesaba llegar ebrio a casa de sus amigos porque sentían demasiada pena por él como para dejarlo en ese estado frente a la puerta de su madre. Así que estaba achispado ingiriendo tanto alcohol como su sistema se lo permitía cuando el chico se acercó, con una cegadora sonrisa, una energía tan vital que podía drenar fácilmente la tristeza de su vida, y fue justo lo que se encargó de hacer.
Jung Hoseok le mostró que todo aquello que él deseaba era el martirio de muchos, el estudiante abogado en aquel momento, le dio a conocer infinitos casos donde los omegas se repudiaban, le enseñó que el aroma solo aumentaban los índices de violencia cuando se entraba en la etapa del celo y que por eso se crearon los supresores. Y lo hizo sentir estúpido, porque envidiaba la vida de personas que también sufrían día a día. Desde ese momento Yoongi comenzó su etapa de amor propio, pero el camino era largo, truncado, y los impedimentos nunca escaseaban.
Encontró un refugio en los brazos de Hoseok, y lo amó ... lo ama. Lo ama como sabe que nunca más lo hará con otra persona, es su fuente de energía y la vitalidad de la que se alimenta cuando las cosas se ponen horribles, por esa y millones de razones más, el beta sabe que no puede perder al único que ha visto más allá de su imagen malhumorada o de su época de alcoholismo.
Y nuevamente se pregunta qué hace ahí, porque se suponía que ellos confiaban plenamente el uno del otro, que no existían secretos, y aun así había seguido a su novio ese día dejando atrás muchas obligaciones, solo para terminar de estrujar su corazón. Hoseok no le había mentido cuando dijo que tenía una reunión de negocios, pero tal vez fue el brillo en sus ojos lo que lo incitó a cometer esa penosa acción que solo lograba hacerlo caer más bajo. Y su novio no estaba haciendo nada, realmente solo hablaban, pero bastaba con observar la forma en la que él la miraba, la manera en la que su sonrisa salía naturalmente para saber que su única esperanza se estaba rompiendo.
Él lo estaba perdiendo, y no podía competir contra alguien que lo supera en millones de cosas... Ella podría darle lo que él no.
~♡~
El sol del mediodía se colaba por el ventanal de la habitación, Jungkook descansaba en el pequeño mueble junto a ella observando el delgado cuerpo recostado en su cama. Taehyung se veía tan sereno con sus ojos cerrados, el cabello castaño esparcido sobre las fundas de su cama, el rostro a medio lado con su nariz pegada a una de sus almohadas y a su vez abrazándola. Suspiró.
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El misterio de Kim Taehyung ♡ KookV
FanfictionEntre las calles de Daegu, cuando el sol se encontraba oculto y la luna se elevaba en majestuosidad, la vida de Jeon Jungkook había cambiado. Cuando encontró los ojos cafés al otro lado de la acera el extraño sentimiento que se instauró en él no le...