- ¿Aún es tiempo de arrepentirse?
- ¿Por qué estás tan nervioso? - Jungkook preguntó divertido mientras veía el letrero que les daba la bienvenida a Daegu.
El sendero de la autopista estaba rodeado por algunos árboles, la brisa era bastante calurosa con el verano en todo su esplendor, pero el alfa sentía su vida como la más fresca de las primaveras.
Hace un par de años había partido de ahí, con un corazón a medias y la intención de querer sanar a la vez que aprendía a esperar. Hoy, después de muchas ocasiones, sentía que finalmente podía regresar a la ciudad sin remordimientos de por medio, con su pecho libre de opresiones y una resplandeciente sonrisa a la par que dejaba la caja de cambios para poder tomar la mano del omega a su lado.- Sólo será un fin de semana.
- En la casa de tus madres - la voz de Taehyung salió toda asustada consiguiendo que su novio riera y por consiguiente intentara soltar su agarre sin mucho éxito.
Resulta que el bebé de Jimin se había adelantado, casi un mes antes de la fecha prevista, por lo que hace una semana, mientras Namjoon salía de una cirugía, acabó siendo abordado por un par de enfermeras con la noticia de que su esposo estaba en trabajo de parto. Y el alfa, como todo un médico experimentado ante situaciones repentinas y donde debe actuar inteligentemente sin importar cuanta presión haya de por medio, se había quedado estático en el pasillo durante al menos dos minutos antes de reaccionar y volverse loco.
Entonces en una madrugada de julio, Jeon Chae-ryeong había nacido. Una pequeña bebé, un tanto más liviana de lo esperado, pero lo suficientemente sana como para que después de dos días en el hospital, haya podido ser dada de alta junto con su papá omega.
Así que ahí iban Taehyung y Jungkook, con un enorme peluche de oso en el asiento trasero, del que el primero se había enamorado para la cachorra, y que el segundo no sabía como cortar su emoción y decirle que una recién nacida no usaría eso, y Yeontan dormido a una distancia prudente. La cuestión en sí se basaba en todo el nerviosismo del omega.
Jeon no había visto la necesidad de comprar una propiedad nueva al mudarse a Seúl, cuando iba a visitar a sus madres siempre se quedaba en su casa porque no pasaba de tres días y su habitación seguía ahí, incluso si no era usada con frecuencia. Así que ese fin de semana en el que van a conocer a su sobrina, sus planes habían sido los mismos, con el complemento de que su novio estaba incluido en el paquete.
Irene estaba emocionada, no solo porque su nieta había nacido, y Seulgi se mofaba porque quería causar toda una buena impresión y de cierta forma tratar de reivindicar su viejo comportamiento. Así que los temores de Taehyung eran completamente tontos.
- Amor...
- No me digas nada - Jungkook rió con más fuerza, dejando un ligero apretón en la mano de su novio antes de soltarla y darle un poco de tregua antes de que llegaran.
Unos veinte minutos después, finalmente estaban estacionándose frente a la casa donde el alfa había crecido.
La primera en salir había sido la mujer omega, su hijo había sonreído al verla y aunque no podía oírla desde donde estaba en su auto, apostaba a que había llamado a su otra madre cuando se giró para ver al interior de su hogar.Jungkook al oír el suspiro a su lado, volteó para tomar el rostro con suavidad entre sus manos, llamando la atención de su novio al dejar un pequeño beso en la punta de su nariz y otro en sus labios.
- Tranquilízate, no hay nada que temer.
Y Taehyung lo sabía. Aunque solo las había visto una vez en la exposición del alfa, y las había saludado en un par de ocasiones por teléfono cuando el mayor hablaba con ellas y estaba cerca, no era lo mismo. A pesar de que Irene se había disculpado y le creía, no podía evitar sentir un revoltijo en su estómago, tener sus manos frías y el cuerpo tenso ante la mínima idea de mostrar un mal comportamiento frente a sus suegras.
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El misterio de Kim Taehyung ♡ KookV
Hayran KurguEntre las calles de Daegu, cuando el sol se encontraba oculto y la luna se elevaba en majestuosidad, la vida de Jeon Jungkook había cambiado. Cuando encontró los ojos cafés al otro lado de la acera el extraño sentimiento que se instauró en él no le...