El misterio de Kim Taehyung ♡ KookV

Capítulo 20

Jungkook llegó a la conclusión después de un tiempo que era un idiota.

Nunca se había considerado una persona complicada, era más del tipo que fluye con la corriente sin pensar demasiado las cosas, pero ahora era un caos de emociones. El día que despertó sin Taehyung, está seguro de que su lobo aulló de dolor, y su lado humano estaba algo decaído pero sin llegar a entender por completo la situación.

El problema está en que Jungkook como humano, ve a Taehyung como un chico lindo, tímido e inocente, con atracción de por medio y queriendo darse su tiempo para que las cosas fluyan con naturalidad. Pero el Jungkook que se guía por el lobo siente todo diferente, reclama al castaño como suyo y no es demasiado paciente a la hora de querer salir y arrastrarlo a su lado para envolverlo en sus brazos, y si es posible quedarse así por siempre.

Y no está exagerando.

El humor del alfa tenía diferentes altibajos, teniendo en cuenta que nunca había estado tan en desacuerdo con su lado animal, la inestabilidad generada se veía reflejada en sus acciones y estados anímicos.

- Son las doce de la noche, Jungkook - Seokjin se quejó al otro lado de la línea haciéndolo rodar los ojos y bufar - Bien, te escucho. Pero quiero que sepas que me debes algo grande por perturbar mi preciado sueño.

- Gracias - observó el techo de la habitación como si fuera la cosa más interesante del momento, de la misma forma en la que venía haciéndolo desde hace una hora - Yo ... Yo quiero saber algo, pero la respuesta me da miedo.

- ¿Me llamaste solo para decirme eso? - si, definitivamente no debía llamar más a su primo después de las diez.

- Mejor vete a dormir.

- Ya... Ya, lo siento - un suspiro se escuchó a través del teléfono, así como el movimiento de ciertos objetos - Ahora si soy todo oídos.

- Siento que esta persona esta pasando por algo malo, pero temo que mis sospechas sean ciertas, o peor aún, que si le pregunto me mienta y sigamos en este tonto jugo de las adivinanzas - pensó en Taehyung y su forma de protegerse a sí mismo, en todas las cosas que había dicho y las marcas en sus muñecas que lo perseguían en las noches.

Jungkook aceptaba que era un cobarde refugiándose en la estúpida excusa de que necesitaban algo más de confianza para tratar temas delicados. Pero era su naturaleza humana y temeraria la que actuaba de esa manera, asustado de la verdad e imaginando escenarios de autolesión por parte del castaño.

- Si tanto te preocupa la persona, debes intentar saber lo que sucede. Si es algo malo puedes evitar una desgracia - su primo no fue muy paciente a pesar de que dijo que lo escucharía. Al final terminó insultando al alfa menor y diciéndole que fuera un hombre y le preguntara en la cara a Taehyung lo que pasaba, porque se había dado cuenta que hablaban de él, y Seokjin también tenía la leve sospecha de que algo le sucedía.

Terminó colgando la llamada con algo más de convicción para al día siguiente tener una conversación seria con el omega, sin saber aún cómo iniciarla, pero lo haría.

Taehyung era lo más volátil que el alfa había experimentado en toda su vida, un ejemplo de ello era como después de haberse mostrado frágil y débil en sus brazos, había puesto un muro invisible que los separaba y los regresaba de vuelta al principio. El día anterior intentó acercarse, pero solo consiguió una huida rápida por parte del menor con un gesto cansado y ni una sonrisa que aliviara a su corazón, y su lobo había interpretado las acciones como un claro signo de rechazo haciendo que el animal le reclamara al humano y que a su vez se sumiera en un estado de ánimo desfavorable.

Si Jungkook se ponía a pensar en por que el destino los había emparejado aún no encontraba una buena razón, porque pensando de manera racional no lo conocía a fondo, solo sabía lo que el omega le permitía y sus juicios eran basados en las ideas que su propia mente hacía. Nunca creyó que le tocara alguien tan tímido, pero se encontraba a gusto con los sonrojos del menor, ni tampoco esperó que todo fuera tan complicado, pero también recordaba la relación de Nam y Jimin y entonces solo se disipaba el pensamiento. Por otro lado, si tenía que dar sus razones basadas meramente en el físico, diría que se ganó la lotería con su pareja.