Capítulo 34

1.1K 146 7
                                    

Los cambios no son cosas a las que alguien se acostumbra de un día para otro, aprender a vivir con la carencia de algo, o al iniciar algo nuevo, necesita tiempo. Que no solo tu cuerpo se amolde, si no también tu mente.

Taehyung miró la fotografía en su computadora, admirando la sonrisa que Sanha tenía en el rostro mientras abrazaba su brazo y recargaba la cabeza en su hombro. Los colores fuertes y hermosos de la primavera se reflejaban en las flores que se mostraban en su máximo esplendor, tan felices y vivas como el aura que irradiaba su hermano.

El cúmulo de emociones en el pecho del omega crecían cada vez más y la visión se tornaba borrosa por lo que se obligó a sí mismo a cerrar la computadora de golpe y parpadear varias veces para alejar las lágrimas.

Estaba intentando salir adelante, pero siempre terminaba llorando hecho un ovillo en la cama hasta que sentía los brazos de Jungkook abrazarlo, en algunas ocasiones aún se alteraba un poco por el contacto, pero bastaba con inhalar su aroma para que se aferrara a él esperando que el dolor desapareciera un poquito más.

Sabía que Sanha no estaba bien, y no fue cuando lo encontró en la bañera después de intentar suicidarse, si no desde mucho antes.

La luz de su hermano se extinguió gradualmente, cada día dejando de brillar y llegando a opacarse tanto como el mismo Taehyung.

El omega cree que ese fue uno de sus mayores errores, dejar solo a su hermano y comenzar a vivir como extraños a pesar de estar bajo el mismo techo, y aunque sabe que debe aprender a perdonarse a sí mismo, a no culparse y aplicar los ejercicios que Yongsun le ha enseñado, es difícil.

Es tan difícil dejar miedos que están arraigados en su interior, y tan jodidamente molesto seguir acostumbrado a esas cosas que lo atan a un pasado doloroso.

Tal vez Jungkook no lo sabe o ha preferido ignorarlo, pero limpiar cada rincón de la casa es su método para distraerse, para obsesionarse con eso en vez de limpiar su propio cuerpo hasta sacar sangre después de frotar demasiado su piel porque se siente tan malditamente sucio.

El sonido de la puerta hizo que Taehyung saliera de su trance, dejó de mirar un punto fijo en la pared para enfocar sus ojos en el azabache que acababa de ingresar a la habitación.

El castaño escaneó el cuerpo de su novio sin entender su vestimenta, pantalones negros de vestir y una camisa azul oscura encajada en ellos, sin contar con los zapatos de charol y su cabello negro peinado a la perfección, dejando al descubierto su frente y que ningún mechón rebelde se escapara.

A Jungkook le hizo gracia la manera en que las cejas de Taehyung se juntaban y su nariz se fruncía ligeramente en un gesto de notable confusión.

- ¿Vas a salir? - fue lo primero que el menor atinó preguntar al ver a su novio vestido de manera elegante y que su aroma tuviera también el toque de algún perfume que desconocía.

- ¿Estás ocupado? - el omega se confundió aún más haciendo que al azabache le fuera cada vez más difícil poder mantener su rostro serio y no reírse por lo adorable que se veía con sus gestos debido a la falta de comprensión.

- ¿No? - la forma dudosa en la que contestó hicieron que el alfa soltara una risa nasal mientras se acercaba a la cama donde estaba sentado el hermoso castaño con sus piernas cruzadas y el computador sobre ellas.

- En ese caso puedes acompañarme - las manos de Jungkook quitaron la laptop para dejarla sobre las sábanas desordenadas y tomó los finos dedos del chico enlazándolos con los suyos para tirar de su cuerpo con suavidad.

- ¿De qué hablas?¿A dónde vamos? - Taehyung se levantó aún con sus pies descalzos continuando al mayor por el pasillo que daba hasta las escalerillas del estudio que pertenece a Jungkook - No entiendo - un adorable puchero se formó en los labios del castaño pero no se detuvo y solo continuó caminando mientras subían hasta el cuarto ubicado en lo más alto de la casa.

El misterio de Kim Taehyung  ♡ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora