Las gotas de lluvia caían una tras otra en el vidrio de la ventana, el sonido del agua chocar contra la vasija en el patio de su casa era lo único que mantenía a Taehyung conectado con la realidad.
El cumpleaños de su madre había sido hace pocos días y en unas semanas Sanha cumpliría dieciséis años, el revoltoso omega que parecía desbordar energía y nunca agotarse.
El hijo mayor de la familia Kim giró su cabeza encontrando nuevamente las sábanas de su cama manchadas con sangre, el color enfermizo que había revuelto su estómago en un pasado y que ahora lo hacía sentir tan frívolo al no experimentar nada cuando lo veía.
- ¡Taehyung, el almuerzo está servido! - la voz de su madre hizo al castaño levantarse con pesadez y sacar las sábanas sucias para esconderlas en su baño y botarlas en la noche.
Al bajar la mesa estaba servida. Sanha y su madre se habían envuelto en una conversación acerca de la escuela y la excursión que estaba cerca, mientras él se ubicaba en la silla junto a su padre con la cabeza gacha y las ideas oscuras de su mente arremolinándose e incitándolo a perder la cordura.
El pollo le generó una sensación de asco pero se obligó a consumirlo y en un momento de valentía miró al único alfa en la mesa. Jinwoo lo observó curioso y encarnó una ceja, por un instante en la mente de Taehyung se le ocurrió la idea de tomar el palillo de su mano y clavarlo en su ojo para verlo sufrir y dejar que se desangrara.
- ¿Sucede algo? - el padre preguntó haciendo que el hijo negara y se sintiera culpable, odiándose por un segundo más a él mismo, y a todo en general.
Pero Taehyung en el fondo sabía que no podía culparse de todo, la situación que había experimentado en la noche lo obligó a tener esos pensamientos, a odiar por un momento a su padre, por haber hecho que tuviera que pasar dos veces por lo mismo, donde no podía extrañar a alguien que nunca conocería, y de igual manera hacer que el sentimiento de pérdida y de creer que algo está mal con él crecieran rápido en su interior.
La hora del almuerzo finalmente culminó y el castaño no terminó toda su comida haciendo que su hermano lo molestara pero que al final terminara ingiriendo sus sobras.
La madre de los dos chicos llevó los platos a la cocina, la sensación de que algo no estaba bien cada vez se volvía más intensa desde la primera ocasión en que la percibió, el vínculo con su cachorro mayor estaba débil pero aún así se veía preocupada por el chico que estaba más pálido y delgado de lo normal, cosa que solo había sucedido dos años atrás, donde su hijo había acabado en el hospital y los médicos le dijeron que había tenido una intoxicación.
Tal vez la omega lo presentía y no quería ver la realidad, la mentira en la que vivía se había vuelto una rutina cómoda que la convirtieron en otra de las personas ciegas. Pero los detalles inconclusos que la hacían dudar, como esa misma vez que Taehyung estuvo en el hospital y vio a Jinwoo dándole un sobre al médico, o la extrema sumisión que el castaño mostraba ante su padre, esas cosas que sembraron una semilla que no la dejaba dormir en la noche por estar regándola con las acciones que apenas estaba viendo debido a que su venda comenzaba a caer.
Jinwoo salió a trabajar, ese sábado debía hacerlo porque no había ido el anterior, entonces la casa pareció tomar otro ambiente. Sanha se puso sus audífonos y a medida que bailaba se dirigía a su habitación, mientras Taehyung lavaba los platos del almuerzo en completo silencio pero estando más relajado porque su padre no estaba.
- Osito - el castaño cerró la llave de la pluma al escuchar el sobrenombre, rara vez su madre lo usaba ahora que estaba grande. Las manos delgadas y delicadas de la mujer lo abrazaron e hicieron a su cuerpo tensarse, recibir una muestra de contacto aún se le hacía complicada. Al final cedió y sus músculos se relajaron dejando que el aroma de la omega lo tranquilizara y el menudo cuerpo, más pequeño que el chico se acoplara a su anatomía - Yo siempre te voy a proteger mi osito - la mayor murmuró después de un rato en la misma posición.
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El misterio de Kim Taehyung ♡ KookV
FanfictionEntre las calles de Daegu, cuando el sol se encontraba oculto y la luna se elevaba en majestuosidad, la vida de Jeon Jungkook había cambiado. Cuando encontró los ojos cafés al otro lado de la acera el extraño sentimiento que se instauró en él no le...