El misterio de Kim Taehyung ♡ KookV

Capítulo 51

- ¿Por qué yo no puedo seguir con mi vida y ella sí? - la chica cuestionó cruzada de brazos, con su actitud tan pedante al igual desde el momento que llegó - ¿Por qué a mí me obligan a venir a este estúpido grupo y a ella la premian con un jodido auto último modelo?

- Nadie debería obligarte a venir si no lo deseas, Yummi. 

- Díselo a mis padres. 

Taehyung dejó salir una profunda respiración, concentrándose mejor en las personas reunidas en la sala. Desde la omega y la beta que lideraban la conferencia, hasta el resto del grupo conformado de distintas castas, cada uno con una historia diferente, pero con una misma situación que compartían. Cada uno de ellos fue víctima de abuso sexual. 

Parecía un coctel con los más excéntricos ingredientes. Estaba la omega de dieciocho años que solo se quejaba de estar ahí, con su top pegado al torso que dejaba a la vista gran parte de sus senos, una falda de pliegues blanca y mallas cubriendo sus piernas, junto con un par de botas negras. Se encontraba un beta con expresión afligida, podía sobrepasar los treintas pero había una gran aura melancólica a su alrededor. Incluso había un alfa, con su rostro serio sin expresiones, el cuerpo cubierto por un perfecto traje a su medida y quien miraba el reloj cada cinco minutos como si quisiera dar a entender que tenía mejores cosas que hacer que estar ahí.

También estaba Taehyung, con un bonito jersey amarillo pastel que su abuela le había tejido y pantalones cafés, junto con un bolsito blanco sobre sus piernas que combinaba en tonalidades con sus cómodos tennis. 

Una vez llegó a un punto en el que creyó que era el único pasando por una situación que lo había querido llevar a matarse a sí mismo. Pero luego escuchó la historia de aquel beta llamado Rowoon que había sido abusado por un colega de la empresa, o del alfa Sehun que comentó con mucha monotonía que había sido abusado en grupo por quienes creyó sus amigos cuando se aprovecharon de su estado de embriaguez en la universidad, incluso escuchó entre maldiciones la historia de Yummi, quien fue abusada por su exnovia pero nadie le tomó la suficiente relevancia. 

- Diles que no estoy haciendo un berrinche para hacer psicología barata en grupo - la más joven de los que estaban ahí rodó los ojos, Sehun bufó y Rowoon le dio una mirada de comprensión. 

Ella estaba enojada, uno estaba indiferente, otro parecía perdido en la tristeza y Taehyung se dió cuenta que nadie estaba exento de vivir esa situación.
No importaba si eras alfa, beta u omega, siempre existiría una persona horrible que podría hacerte llegar a pasar un infierno en la tierra. Ahora comprendía que si bien había que temer a otra casta, tampoco ellos son mejores o peores hasta cierto punto, porque Sehun luce como un alfa inquebrantable, sin atisbo de piedad, de esos que solo con respirar un poco de su aroma te dan miedo. Pero ahí estaba en ese patético grupo como Yummi lo había llamado, y Tae podía ver como cada uno silenciosamente compartía el dolor de lo que vivieron. 

Eso no significaba que debiera minimizar lo que vivió, el omega lo comprendía luego de tantas citas con su terapeuta, pero de una u otra forma lo ayudaba a seguir en su recuperación de conseguir una vida como cualquier otra persona. 

Jessi, la beta que lideraba aquel grupo de apoyo, la misma con la que Taehyung había hablado mucho porque encontró en su página web una comunidad dispuesta a ayudar personas que sufrieron su mismo caso, era muy paciente. Incluso cuando Yummi lanzaba comentarios groseros o cuando su camisa tenía en letras mayúsculas las palabras Fuck me en su pecho, hasta había sido amable con ella al contradecirla cuando había dicho que si los demás le decían que era una puta, que entonces solo debería serlo. 
Y es que comprendía aún más lo complejo que era la dinámica de la situación para cada uno. Porque mientras Tae se hizo bolita, ahogándose en su propio mundo y temiendo de todo. Yummi salía con ropa muy corta, se acostaba con muchas personas y fingía que ya no había más de la dulce omega que un día fue. Eran polos opuestos pero eran una cáscara rota que intentaban reparar, una más reconstruida que la otra.