El misterio de Kim Taehyung ♡ KookV

Capítulo 29

La cabeza del alfa dolía después de estar horas frente a una computadora y leer la información.

“Desde el punto de vista psicológico, la carencia regular de los celos por años junto con la pérdida del aroma puede significar que la parte lobuna de una persona se encuentra reprimida por voluntad propia.”

Jungkook observó a Taehyung dormido nuevamente y hecho un ovillo en la punta de la cama. Su aroma se encontraba neutralizado por los supresores que había estado tomando frecuentemente desde que su etapa de celo inició, y su rostro se veía relajado y sin rastros de la escalofriante sombra de tristeza y vacío que lo rodeaba cuando estaba despierto.

El azabache recordó los primeros días, donde eran prácticamente desconocidos, sus ojos estaban igual de opacos y su energía estaba tan drenada que las pocas veces que salía de la habitación parecía otra vez el mismo muñeco sin vida que conoció.

Jungkook retomó la lectura sintiendo la pesadez inundarlo cada vez que avanzaba.

“En la mayoría de casos la persona realiza esto de manera inconsciente como producto de algún trauma vivido y pocas veces vuelven a la normalidad. Las excepciones suceden debido a que se someten a terapias psicológica o algún factor externo que haga salir a su lobo por voluntad propia. Comúnmente se debe a que conocen a su pareja predestinada y el alfa u omega se ve en la necesidad de acudir al llamado de su otra mitad.”

- Es mi culpa - el mayor susurró entre el silencio de la habitación. Era el tercer día del celo de Taehyung, pero en su mente seguía fresco el recuerdo de sus gritos y la forma en como se despreciaba a sí mismo por lo que su cuerpo estaba experimentando.

Jungkook comprendió todo lo que le sucedía al omega después de estar despierto toda la noche buscando información y justo en ese instante estaba aborreciendo a su lobo de querer sacar a flote a su pareja, porque eso solo lastimaba al pequeño chico.

Su caótica mente detuvo los pensamientos negativos que estaba teniendo cuando la voz ronca del castaño resonó entre las cuatro paredes.

- ¿Jungkook?... ¿Qué hora es? - Taehyung se sentó en la cama desubicado de por qué el alfa estaba en una silla y no acostado a su lado cuando la oscuridad era notable por la ventana, cuyas cortinas estaban abiertas en ese momento.

El alfa no respondió a la pregunta sintiéndose en una especie de encrucijada al observar el rostro con rastros de sueño. Estaba su lado animal que le impedía salir de la habitación para calmar con su aroma a su pareja, y su lado racional que le decía que lo mejor era mantenerse alejado del chico para no hacerlo revivir traumáticos recuerdos.

- ¿Sucede algo? - el cuerpo de Taehyung abandonó toda señal de sueño cuando los segundos pasaban y el contrario solo se mantenía observando su figura fijamente.

- ¿Estás bien? - Jungkook optó por preguntar. No lo había hecho en varios días porque prefirió darle su espacio al castaño que se movía como un fantasma por la casa.

Tal vez la oscuridad le dio confianza al omega, quien se había sentado en la cama apoyándose contra el espaldar y abrazando sus piernas con cuidado.

- A veces lo estoy, y en otras ocasiones simplemente me siento vacío de nuevo.

La respuesta para el azabache fue dolorosa, porque él había pretendido llenar con cosas buenas las carencias del omega, pero parecía que solo aumentaba más el hueco desastroso en el interior del menor.

Pero para Taehyung sus pensamiento distaban mucho de los del contrario.

Tal vez el hecho de que una parte de él le pertenecía al alfa era lo que hacía que el castaño se sintiera confiado y protegido a pesar de todo. Incluso en esos días que habían pasado, el omega sabía que cuando se encontraba en el borde del precipicio nuevamente solo era necesidad de inhalar el aroma a ciprés y maples, de escuchar una pregunta corta proveniente del alfa o simplemente ver su figura por un segundo, para que su mente regresara al presente y no se perdiera a sí mismo en memorias escondidas.