Capítulo 48

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Su corazón latía rápido, no es como si nunca hubiese visto las calles por las que conducían, conocía ese camino aunque fueron contadas con su mano derecha las ocasiones por la que pasó en esa carretera. 

Había un letrero en la entrada de la ciudad, parecía todo tan igual que la última vez, la dinámica de las personas caminando con prisa para ir al trabajo, el recuerdo de una cafetería que una vez vio, las luces de las construcciones altas que poca importancia les dio un día. El aire se sentía refrescante a pesar de que comenzaban a ascender las temperaturas a medida que mayo avanzaba y se aproximaba junio. 

Un viejo recorrido que lo había conducido al mismo lugar en su momento y del que nunca se había atrevido a pisar nuevamente hasta ahora. Tal vez porque le daba miedo a lo que se iba a enfrentar o simplemente era la realización de que ahí no existía más que una piedra tallada. 

Al final del día sabía que no había sido el tiempo correcto para hacerle cara a esa situación, los días le habían enseñado que vivir uno a la vez hasta reconstruirse a él mismo estaba bien y que tomarse a sí mismo como una prioridad no era lo peor que podía existir. 

Había una canción en el estéreo que le recordaba mucho a esos recuerdos, una suave balada que hacía memoria de una sala donde se movió al compás de la música y sonrió de una manera inocente que ocultaba el túmulo de sensaciones que no habían escapado de él. 

Pero a pesar de que todo era tan parecido, nada era permanente, ni siquiera la brisa dura más de un segundo en el mismo sitio. Era algo bastante contradictorio para ser sinceros, la manera en que el alrededor generaba una extraña satisfacción y calidez al ser observado pero al mismo tiempo daba esa sensación de ansiedad al no saber que esperar. 

Todo había cambiado, incluso él lo había hecho. 

- Es más bonita de lo que pensaba - la voz del beta a su costado lo hizo apartar la mirada de la calle, en ese rostro había una bonita sonrisa y su postura relajada al conducir era envidiable - Aún así siento que debimos conducir directamente a Seúl. 

- Te dije que podría haber venido solo - Taehyung murmuró con sus ojos atrapados nuevamente en la calle y capturando toda imagen de los transeúntes, tal vez demasiado inmerso en ellos, o tal vez un poco esperanzado en eso. 

- Por supuesto que no. Al final ambos iremos a Seúl, no tengo problemas en llevarnos a los dos incluso si quieres hacer una parada en Daegu, aún si ni siquiera sé que hacemos acá.

- Te dije que viví un tiempo aquí - en la entrada a la ciudad el omega había introducido una dirección en el GPS. Su compañero nunca había estado ahí y desconocía como moverse, y Taehyung se sorprendió a sí mismo al caer en cuenta que recordaba más de las direcciones de lo que una vez esperó - Ya estamos llegando - el final de esa calle una vez se sintió como un gran agujero negro que te atrapaba y no te dejaba salir, ahora se sentía más como un recuerdo melancólico. 

- ¿En serio? Tengo curiosidad de a dónde estamos yendo - la conversación murió en ese momento sin crear un silencio incómodo mientras se acercaban más al lugar de donde se despidió de una persona que tanto amó. 

La infraestructura era muy bonita si se era objetivo, Taehyung ahora podía observar con tranquilidad esa clase de cosas. Estaba ubicado en un lugar algo alejado pero aún así habían varias personas caminando a su alrededor. Hacía un buen día como para estar tristes, pero ninguno de esos rostros desconocidos parecía exactamente feliz, ni siquiera porque el sol brillaba de una majestuosa forma y la brisa estaba más fresca que el día anterior. 

El omega sintió la mirada del contrario sobre él a lo que solo regresó una suave sonrisa que quería transmitir la idea de que todo estaba bien. 

- ¿Quieres acompañarme? - Taehyung lo vio dudar unos segundos antes de asentir y conformarse con ese silencioso apoyo que había encontrado en él.

El misterio de Kim Taehyung  ♡ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora