22

3.5K 419 122
                                    

Extra del cap 21 en el libro de EXTRAS +18 de mi perfil. 🧡

DARWIN GREET.

Danielle arrugó sus bellas facciones, apesar de yo ser una mala persona para ella, ella iba a mostrase débil, una vez más ante mi.

—Ve por ellos. —Susurro, ella creía que yo estaba al borde de la muerte, hierba mala nunca muere, quizás es por eso que personas como Alexer, Kyler y yo seguimos vivos.

Simplemente necesito a Sage, ella se ha vuelto en parte como la envoltura de Danielle, lleva sus instrucciones y necesito de ella para que me aconseje en unas pequeñas dudas.

Danielle asiente y se retira casi corriendo, quiero que Danielle salga de esta vida, nadie la merecía, siquiera ese imbécil de Aider Snow.

Yo nunca abandonaría a Sage, pero Danielle se ha vuelto en mi realidad, la persona por la cual he dejado de ir a los malditos juegos de apuestas, siento que si por mi culpa le pasase algo, me odiaría toda la vida.

Como por ejemplo anteayer, por mi culpa iban a golpearla, yo estoy fichado por varios apostadores del casino a los cuales les debo mucho dinero, no he querido decirle a Kyler, por qué siento que ya tiene sus propios problemas, en parte me odia por lo que sucedió esa vez en el orfanato.

Prefiero no recordarlo.

Danielle y yo nos separamos, ella iría a comprar lo que necesitaba y yo... Iba a comprar una preciosa joya para ella, para demostrarle lo mucho que me importa, demostrarle que siempre he estado pendiente de ella, aunque Kyler me haya mandado a cuidar de cerca a Sage cuando él fue intervenido y casi secuestrado por La mafia albanesa, y a resolver los problemas con la familia de ese infeliz que se atrevió a manipular a Danielle, hacerle creer que la amaba, Kyler tuvo que hacer muchas cosas para salvarla.

No pasan ni 30 minutos mientras escucho el sonido de la máquina a mi lado que llegan, Danielle corre para llegar a mi, sé que le importo, pero quiero saber si le importo como un simple amigo, o como algo más.

Ella no sabe que soy un maldito Jugador compulsivo, que no puedo vivir sin jugar los malditos juegos de apuestas y más.

—Hey, ya están aquí, ¿Tienes hambre? —Asiento, necesito que ella se vaya.

—Un.. café. —Murmuro, ella asiente, antes de irse la detengo con una tos fingida. —Que venga Sage, solo ella.

Asiente rápidamente y sale, a veces sus acciones dicen mucho y podrían responder a mis dudas.

—Lamento esto. —Comenta al entrar y mirarme.

—Me lo busqué, ven. Necesito hablar contigo, solo... Cierra con el seguro, no quiero interrupciones.

Ella lo hace en silencio, luego se acerca a mi, noto que tiene el rostro mojado y pasta dental en su vestido azul.

—¿Alguna vez has jugado en apuestas? —Al parecer, mi pregunta la toma desprevenida, niega con la cabeza y sienta a mi lado. —No, no lo has hecho... ¿Sabes? Es un vicio imposible de quitar, es como la droga más potente que te obliga a regresar.

—Tú...

—Si, yo soy un jugador compulsivo, pero.. —Hago una pausa. —Yo ni siquiera quería una relación cuando la conocí, ella lo sabía, pero me hizo amarla, me hizo quererla hasta que ella se convirtió en el vicio, dejé los juegos solo para poder estar a su lado a cuidarla, y de paso a ti, claro.

—¿Qué?

—Kyler no es de enamorarse, pero yo lo veo, y pienso, mi hermano se enamoró, por que desde que te conoció, el estaba en aprietos, pero me dijo que cuide de ti, quería mantenerte a salvo cuando saliste de la protección de Frelighsburg. Pero eso es lo de menos, escúchame.

Suelto todo el aire que contuve en mis pulmones y me acomodo sobre la camilla.

—Las personas como nosotros, vivimos con cambios constantes, con miedo a decir nuestros sentimientos, pero tenemos que arriesgarnos, aprender del daño. —Yo sé, que Kyler no está simplemente compartiendo su cama, no está con ella por follar o el simple hecho de su venganza.

Yo he notado como la mira, la manera en la que se preocupa, o en los momentos en los que se controlaba al verla en brazos de otro.

—Por eso, quiere mucho, dile que lo quieres, dile, por que desde que nació, nunca nadie se lo ha dicho, quizás me odie por decírtelo, pero dile cuanto lo quieres. —Ella sonríe, e intenta esconderlo.

—¿Quien es ella? —Se atreve a preguntar, el brillo de curiosidad en sus ojos.

Ella, buena pregunta.

—Es Danielle, y te hice venir para que me digas, sé que tú y ella han creado una amistad muy fuerte. Quiero...

—Le gustas. —Suelta sin más. —Se preocupa por ti, ella no lo admite, pero te prometo que se lo preguntaré.

—Es la mujer que quiero, Sage. Pero no quiero arruinar lo que sea que tengamos, así que... Agradecería tu ayuda. —Sonrio.

—Bien, creo que Kyler quiere hablar contigo también. Iré por ella.

—¡No te olvides de mi! Igual seguiré siendo Daddy Darwin. —Ella se contuvo de reírse.

Empieza a caminar hacia la puerta.

—Y, Sage. —La llamo, ella se detiene al instante. —Nunca olvides de quererte a ti, eres más importante que cualquier hombre que diga amarte.

—Danielle y tú van a estar juntos, de mi eso depende. —Ella sonríe alegremente, y sale de la habitación, al instante entra Kyler.

—Tranquilo, no le hice nada. —Levanto las manos. —Recuerda esto, Kyler.

Me aclaro la garganta.

—Ningunas tetas o culo de plástico valen lo que la mujer que se acaba de ir, créeme. —Lo señalo. —No la pierdas por una estupides, campeón.

—¿Que te hace pensar que voy a dejarla? Quizás ella me deje a mi, pero yo nunca lo haría.

—Olvida tú estúpida venganza, eso te va a destruir, a ti y a ella, y dile la verdad.

—Darwin, es mejor que ella no sepa eso.

—Dile la verdad, o va a odiarte, ¿Quieres eso? Ella está contigo por su voluntad, solo díselo, ella lo entenderá.

—¡No va hacerlo! Ella está mejor así.

——————🔥——————

KYLER. [AKDR #2]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora