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Darwin y Danielle llegaron con bolsas de comida, Kyler y yo estuvimos buscando en la habitación de mi madre, sorprendentemente no había nada, absolutamente nada que tenga importancia.

—Estoy segura de que ya se deshizo de todo lo que tenía aquí con valor e importancia.

Darwin entra a la habitación y nos mira. —¿Quien tiene hambre? Por lo menos tú, Sage, ven a comer. Tienes que estar fuerte para mañana.

—Está bien, Kyler vamos a comer, si? —Voy hacia él.

—Quiero comprobar algo, ve a comer.

Me encojo de hombros y voy con Darwin, Dani está a penas empezando su hamburguesa.

—¿De donde salió el "Pendejo"? —Murmuro burlona.

—Viví un tiempo en México antes de llegar al orfanato, esa palabra la escuchaba diario.

—¿Como nunca supe eso?

—Yo tenía la misión de cuidar de ti, no contarte mi vida. —Ríe. —Es un recuerdo vago que tuve esta tarde.

Sonreímos, nos sentamos a comer, Danielle solo sonreía.

—Mi primo está loco, ya me contaron cómo se puso. —Ella ríe. —Está enamorado, lo presiento.

Sonrío de solo imaginarlo, empiezo a sentir esa sensación de tener mariposas volando en mi vientre.

Veo a Darwin, que se ha puesto un poco extraño... Como ansioso, Danielle aún no lo nota, pero yo sí.

Él dijo que era un jugador compulsivo, él... Si mal no recuerdo ahora quiere jugar.

—Dar... —Los tres pegamos un respingo al oír un fuerte estruendo proveniente de la habitación de la que yo creía mi madre, no tardamos en levantarnos e ir.

Tan rápido como llegamos, veo a Kyler de espaldas, mirando a la pared.

—¿Kyler? ¿Que...? —No pude terminar, se hace a un lado y nos mira.

Los tres podemos ver una caja de metal escondida entre la pared y la habitación, un hueco enorme en la habitación deja ver ese espacio.

—Lo sabía. —Murmura mirando a Darwin. —Tenemos que abrir esto.

—Taladro máxima potencia es solución uno, solución dos es explotar el seguro. —Darwin se acerca a la caja fuerte.

—Es una de las baratas, con el taladro es suficientemente.

—Entonces, teníamos secretos entre las paredes. —Dejo escapar un suspiro de frustración, Kyler y Darwin salen de la habitación, Danielle los sigue sin entender, me acerco a la caja y veo que es con números, lo que me llama la atención es el estrecho pasillo hacia abajo de la casa, tiene una estrecha escaleras de cemento.

Sin dudarlo tanto sigo ese camino, logro entrar sin hacerme daño, bajo las escaleras con precaución de lo que pueda encontrar.

Al llegar veo una puerta de madera delgada, veo el candado viejo y el seguro oxidado, empujo con todas las fuerzas hasta que termino cayendo con toda la puerta, el interior está lleno de telarañas, una silla pequeña y un colchón viejo en el suelo con ropa de niño pequeño.

—¡Sage! —Escucho la voz de Danielle. —¿Que estás haciendo? ¡Escuché un golpe!

—¡Estoy bien! —Me levanto con cuidado, hoy estoy muy torpe, tengo las piernas débiles por todo lo que he corrido.

Empiezo a caminar en el interior de la pequeña habitación, levanto el ligero colchón, unas fotografías llaman mi atención.

Estaban escondidas debajo, sin dudarlo las tomo antes de que el colchón se caiga.

Retrocedo lentamente mirándolas, soy yo.

Una bebé con un ojo morado y el otro de tres colores diferentes, tengo la marca que tengo en el cuello, una pequeña corona solo que se ve como si fuese algo recién hecho, es más notable.

El aire abandona mis pulmones al ver otra foto conmigo y Dage, él debe tener unos 2 o 3 años más que yo, tiene el color de ojos casi idéntico a los míos solo que al revés.

La foto está recortada, atrás de nosotros se ven dos cuerpos, solo la mitad por el recorte, ellos deben ser mis padres.

Mis verdaderos padres.

—¡Sage, sal de ahí! ¡Pueden haber insectos!

La pequeña habitación está semi vacía, solo hay una silla vieja y lo anterior mencionado.

Decido salir tan rápido como puedo de ese lugar, en mi cabeza se empiezan a conectar puntos, los ruidos de mis sueños realmente eran en la casa, yo creí que eran de mi sueño, ella tuvo secuestrado a Dage.

Estoy segura que esto es de Dage, él estuvo aquí, lo secuestró... Eso quiere decir, que yo... También me secuestró, ¡nos secuestró!

Llego frente a Kyler, que estaba por entrar, al verme me ayudó a salir, le enseñé las fotos, por la fuerte impresión, perdí la noción del tiempo, los veía pero no podía oírlos, sentí como si solo mi cuerpo estuviese con ellos, yo no.

Ella me secuestró, por eso tantas limitaciones, tantos castigos, por eso cubría la marca de mi cuello por qué con eso quizás podrían dar conmigo, por eso las lentillas, el cabello, no hablar con extraños, no tener amigos.

El único que tuve fue Alexer.

Pero fue a sus espaldas, ya después le dije que teníamos una amistad, sin embargo no podía salir con nadie, solo a la puerta de la casa si él me buscaba, pero él logró sacarme tantas veces de esa casa solo para divertirnos.

—Sage. —Escucho mi nombre en un llamado lejano.

Nuevamente los recuerdos inundan mi mente bruscamente, mi mente no lo soporta, siento mi cuerpo desvanecerse y todo ponerse negro.

***

Despierto con un ligero dolor de cabeza, todo se encuentra en silencio y oscuridad, me siento débil, vulnerable y estúpida pro que viví en una mentira.

—¿Kyler? ¿Danielle? —Me levanto al no oír ni sentir a Kyler a mi lado, a los pies de mi cama veo el cuerpo de Kyler, lleno de sangre.

Siento mi corazón encogerse y un grito desgarrador brotar de mi garganta.

—No, no... ¡No! ¡Kyler! —Suelto en llanto, sin el valor de acercarme voy a buscar a Darwin y Danielle, pero me detengo en el pasillo a verlos a ambos en el suelo, sangrando, con heridas y rastros de balas en sus cuerpos.

—¡No! No es real. No, no —tiro de mi cabello. —No ahora...

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KYLER. [AKDR #2]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora