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Su rostro reflejó toda la sorpresa del mundo. Reí por unos segundos.

—¿Qué?

—¿Nunca has visto karate kid? ¡En qué mundo vives! Seguro debajo de una roca, tú madre si que se encargó de mantenerte en una burbuja.

—Solo veía las películas de las princesas, era lo único que podía ver, no te imaginas lo horrible que fue, vivir limitada a todo, agh.

Giro mi rostro en dirección a Kyler, está concentrado, Danielle empieza a disparar a unas botellas a lo lejos, lo sorprendente es que no suenan las balas al salir, debe tener algún silenciador.

—Quiero casarme con Danielle. —Casi mis ojos se despegan de mis órbitas, regreso la vista a él, la sorpresa se refleja en mi rostro.

Él sonríe.

—No sé si es buena idea. ¿Que opinas?

—¡Oh dios! ¿Lo vieron? —Danielle gritó emocionada por haberle dado a todas las botellas luego de fallar unas cuantas veces.

Darwin se giró a ella a mirarla, sabía que él estaba muy clavado con ella, lo pude comprobar nuevamente con la mirada que le dió.

Ellos son el uno para el otro.

—Esquiva cualquier golpe con tus palmas. —Darwin me sacó de mis pensamientos, me empujó al frente donde hay un montón de paja en el suelo, Danielle sonríe alegremente.

—¡Trataré de no hacerte daño! —¿Qué? ¿En qué momento decidieron que pelearía?

Darwin se apresura a ponerme unos guantes de boxeo, Danielle tiene unos rojos y yo color verde.

Es parte del entrenamiento, intento convencerme, debo aprender, asiento con la cabeza y me acerco a Danielle, Darwin al otro lado me enseña la posición de defensa, la cual ambas hacemos.

Me fijo en sus movimientos, en especial sus manos, ella se acerca con rapidez a mi, ella soltó un golpe hacia mis costillas el cual pude detener con mi mano derecha.

—No lo tomaré personal, dame con todo. —Ella me regala una sonrisa, logrando tranquilizarme.

—¡Menos en el rostro! —Darwin se apresuró a hablar, cierro los ojos unos segundos mentalizandome.

No es Danielle, es...

Si la veo a ella no podré golpear.

Abro los ojos, dejo salir un jadeo de asombro, frente a mí se refleja Lorie.

Me acerco a ella, su sonrisa burlona se muestra frente a mí, aprieto la mandíbula, suelto un golpe a sus costillas, ella retrocede sin borrar esa maldita sonrisa.

—Los tuve a los dos. ¿Quieres saber que se siente? Lamentablemente uno de ellos te abandonó por tu mejor amiga y el otro piensa en mí cada que te ve siguiendo mis pasos. —Su maldita voz me recordó a la bofetada que me dió cuando logró capturarme.

Mi cuerpo se tensa ante las palabras dichas, atesté golpe tras golpe, las costillas, brazos hasta en los guantes, intentó golpearme pero logré esquivar, ella empezó a reírse como una maniática cuando iba el golpe con toda mi fuerza hacia su rostro.

—¡Sage!

Toda mi fuerza se fue a penas rozando el cabello de Danielle, me fui con tanta fuerza de un lado cuando vi su rostro y el de Lorie desvanecerse, no le di.

Ella al verme inclinada aprovechó a hacerme caer, no me di cuenta como, mi cuerpo terminó en el suelo, con ella apuntándome con su guante.

—¿Que pasa contigo? —Tengo la respiración acelerada, mi pecho sube y baja, siento la sangre recorrer mis venas, el enojo desvanecerse.

Kyler me ayuda a sentarme y Danielle se aleja.

—No quería golpearte.. —Empiezo. —Pero ella se reflejó en ti, no pude controlarme.

—Eh... Fue suficiente. ¿Verdad? Mejor vamos a buscar algo de comer. ¿Les parece? ¿Quien tiene hambre? —Darwin intervino, quizás pensó que Danielle se molestaría pero ella solo asintió y luego tocó mi hombro.

***

—¿Que diablos? —Kyler se levanta del capó del auto, estuvo recostado mientras esperábamos a Darwin.

Los tres nos sorprendimos al verlo venir con un auto como el de Kyler solo que en color blanco.

—¿Una carrera o que?

—Claro, seguro. ¿Si, Sage? —Danielle fue a él, veo a Kyler que ya se subió al auto, abro su puerta, me inclino un poco captando su atención.

—No sabes manejar. —Aclara.

—¿Que no sé? Bueno, no sé. Pero algo me enseñaron en mecánica. —Intento hacerlo a un lado, pero no se mueve.

—Bien, veamos. —Tira de una palanca del asiento, esta se hace hacia atrás, palmea sus muslos con sus manos. —Sube.

—¿Que?

—Te enseñaré a manejar. —Entre cierro los ojos mirándolo, él solo sonríe de lado, tiene un aire de pervertido.

Escucho el auto de Darwin sonar, veo al volante a Danielle. ¡Vaya! Yo tambien tengo que hacerlo, pero será cuando aprenda por completo, no quiero matarnos.

Accedo, con cuidado termino sobre las piernas de Kyler, sus manos a cada lado de mis caderas, me acomoda suavemente.

—No vayas a moverte mucho. ¿Bien? —Murmura contra mi cuello, asiento lentamente, él toma mis manos y las coloca en el volante. —Yo moveré la palanca y tú giras el volante, debes girar con fuerza hacia la dirección en la que quieres ir.

No tardó mucho en explicarme para que servía la palanca a un lado de nosotros, como debía frenar, y poner en marcha el auto.

Una vez me siento lista, recuerdo lo que explicó vagamente el profesor de mecánica sobre la manera de controlar un auto en movimiento.

Kyler deja reposar su barbilla sobre mi hombro, él supervisa como mantengo la velocidad y el estado del auto, Danielle está con el auto intentando llegar a mi altura.

—¿Tienes alguna canción favorita? —Murmura contra mi cuello, siento sus manos apretarme un poco.

—Mhm... Yellow. —Sonrío.

Doy un acelerón, el pecho de Kyler choca suavemente contra mi espalda, a pesar de tener el cinturón por sobre mi vientre igual me sostiene él por cualquier cosa.

Giro mi rostro para ver el auto donde va Danielle.

—¡Vamos bebé! —Danielle me guiña un ojo, su cabello al igual que el mío por el viento se alborota por la ventana, en el espejo retrovisor veo a Kyler y mis ojos.

No los aprecio como se debe, debo hacerlo.

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KYLER. [AKDR #2]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora