Hace tiempo escuché... Que cuando amas algo tienes que dejarlo ir, me pareció una tontería, hasta que casi lo perdí y me hizo ver lo cruel y real que sonaba esa frase.
—¡Pero que tenemos aquí! —Escuché una voz gruesa, áspera.
Pero mi mente está en el mensaje de voz que escuché rumbo al lugar de encuentro.
—Tal vez pienses que puedes esconderte.
Puedo sentir tu aroma a millas,
Sí, puedes empezar de nuevo, puedes ser libre y encontrar alguien más.
Puedes pretender que están destinados a ser.
Pero nunca podrás olvidarte de mi.Esa voz en el mensaje era de alguien que no conocía muy bien pero creía que si, realmente lo creía.
Pero eso no quiere decir que no esté muerto, por qué de alguna manera la casilla de voz no decía que era un mensaje reciente.
—Sage Bronova. —Murmuró eufórico, parecía mostrar un trofeo mientras yo estaba con el rostro cubierto con una capucha de puntas a fuera.
Alguien me había desvestido y colocado un vestido rojo muy escotado.
—Ansiaba este momento. ¡Todos saben que lo ansiaba! Ahora puedo morir en paz, la pequeña robada hará a mi hijo el hombre más rico del país. ¿Que digo del país? ¡Del mundo!
Escucho pasos hasta mi, de pronto la capucha es retirada de mi rostro con brusquedad.
—Si que ese tal Kyler es importante para ti, mira que sacrificarte por alguien que solo fue enviado a cazarte. —Ríe. —Te dejaré en claro como serán las cosas, Sage.
Unos hombres vestidos de negro entraron en la gran habitación, todos ellos cuidando la entrada.
—Mi hijo, Aider será tu futuro esposo, vas a casarte con él, le darás un hijo con tus genes, pero antes de eso, necesito que abras la bóveda de tu padre.
—¿Qué? —El aire abandonó mis pulmones. —¿Quiere que me case con su hijo? ¡Ni siquiera conocí a mi padre!
Evito comentar lo que ya sé, que fui robada, que Solange realmente no es mi madre.
—Oh, ¿En serio? —Fingió tristeza. —¡¿Eso que carajos me importa!?
—¡Como abriré la maldita bóveda si no lo conozco, estúpido! —Grito exaltada, pero toda mi valentía se va por un tubo cuando de una fuerte bofetada con el dorso de su mano impacta contra mi mejilla.
—Ya sabrás eso, más te vale no intentar huir, por qué tenemos la ubicación de Kyler. —Gruño haciendo presión con la palma de mi mano en mi mejilla. —No hables con nadie, no mires a nadie que no sea mi hijo, punto.
Enderezo mi cuerpo tras recuperarme del golpe.
Tengo que salir de aquí, tengo que hacerlo, camino como puedo hacia la puerta del lugar, los tipos salieron detrás del señor así que pude salir, pero eso era fácil, debe haber alguna trampa o muchos guardias como para no poder huir.
Sorprendentemente no había nadie a la vista, cuando estuve por salir por completo me detuve, de que serviría huir ahora si abandoné a Kyler, lo hice justamente por esto.
Por que yo debía ser la carnada para que ellos no caigan en esto, sin embargo mis piernas se encontraron queriendo huir, una voz masculina, áspera pero no tan gruesa como la del señor Snow resonó detrás de mi.
—Para salir de aquí debes tener el pase gris. —Comentó. —¿Quien eres?
—Sage... —No pude terminar, mis ojos se encontraron con los suyos, su sonrisa de seductor se debilitó al verme.
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KYLER. [AKDR #2]. ©
Mystery / ThrillerEl renacer de la princesa. COPYRIGHT © 2020 Evadne Reed. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, tampoco se acepta copiar palabras o frases de este libro, sé original y creativ...