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Aquí violan, torturan y si las puertas no están cerradas se escucha todo, eso quiere decir que esta casa tiene alguna especie de cosa que evita el ruido dentro de los cuartos.

Apresuro mis pasos hacia una de las habitaciones, siento la ira correr por los venas, al entrar cierro la puerta y empiezo a tirar las cortinas y todo lo que sea posible, finalmente termino por gritar, hasta que mi garganta arde, convierto mis manos en puños, por mí mente pasan los increíbles recuerdos donde involucran al que alguna vez creí sería el amor de mi vida y a mi verdadero amor.

Alexer y Kyler.

Luego de unos minutos calmando mis emociones a flor de piel, veo la habitación, todo lo que tiré y un collar con diamantes muy elegante, digno de hoy.

No sé por qué siento que este día será muy interesante, salgo de la habitación, a penas y está amaneciendo, pasó mis manos por el vestido y salgo en busca de Vienna, tengo que encontrar una manera de conseguir esas malditas tarjetas y sacarla de aquí.

Tan pronto como llego a la habitación donde la vi por última vez me encuentro con unos tipos con unas capuchas con filos a fuera, unas muy extrañas pero creo que pueden ver con esas cosas.

No sólo ellos, me escondo al oír unos tacones resonar, veo de reojo a una mujer, alta, vestida de rojo con la misma capucha solo que dorada, va sostenida por dos hombres con los rostros cubiertos, ella se detiene frente a la puerta, quita la capucha y puedo ver a esa maldita que se atrevió a besar a Kyler.

La misma rubia que nos delató, tengo unas ganas de matarla, pero me contengo, justo cuando veo maniquíes como escoltas al otro pasillo, llevan puestas las capuchas, sin dudarlo voy a ellas y quito la que está al último.

Puede servirme, tan temprano y ya están rondando la casa, demonios.

Seco las lágrimas de mis mejillas y veo que hay una tarjeta gris en la esquina de un maniquí, escondido casi sobre salido, el cuerpo del maniquí lo cubre de lejos.

¿Este es el pase? ¡Oh por dios!

Se lo daré a Vienna.

Ya yo... Intentaré huir con ella, pero tiene que salir ella si o si.

La escondo en la tira de mi ropa interior, mantengo la navaja en la palma de mi mano, me lastimó la palma, pero ese dolor es nada comparado con el que siento por haber engañado a Kyler y abandonarlo.

No quiero pensar en todo el odio que puede sentir por mi.

Tomo un maniquí y lo tiro lejos, logrando un gran estruendo, varios de los que llevan las capuchas van alertados a dónde fue el ruido.

Rápidamente me meto a la habitación que estaban custodiando, tan rápido como lo hago veo a Vienna en una especie de bañera transparente, ella está ahí, como si fuese una sirena.

—¡Vienna! —Voy hacia ella, al notar mi presencia sale de ahí tan rápido como puede, veo que su cuerpo tiene moretones casi verdosos, saco la tarjeta y se la entrego. —Vete de aquí, los voy a distraer para que puedas salir.

—Soy libre... —Las lágrimas escapan de sus ojos. —Pero.. Sage, ¿tú no vendrás?

—No van a matarme, a ti si, vete. —Ella toma una bata oscura y sale corriendo de la habitación, hago lo mismo en dirección contraria, tiro todo a mi paso para atraer a las personas a mi.

Veo una larga piscina, con una pequeña salida al exterior, al parecer es una piscina conectada con alguna de afuera.

Coloco la capucha con cuidado, sorprendentemente se puede ver un poco en ellas, no mucho, me dejo caer al agua, mi cuerpo se hunde unos segundos, simulo nadar cuando veo unas sombras al final de la piscina, veo la conexión de esta piscina con una posible al exterior, está entreabierto, pero no creo poder salir por ahí.

KYLER. [AKDR #2]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora