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SAGE THYSSEN.

Todo pasó muy rápido, Danielle nos interrumpió y tuve que correr al baño. Con los nervios dejé un poco de pasta de dientes en el borde de mi vestido, intento quitarlo mientras voy a la cafetería del hospital a buscar a Danielle.

Creo... Creo que me estoy enamorando de nuevo.

—Danielle. —Está impaciente, no entiendo que le pasa, pero debe ser la preocupación. —¿Puedo preguntarte algo? Tranquila, Darwin está bien.

—Está muy herido, Sage, y es por mi culpa, tuvo que salvarme de unos tipos y terminaron golpeándolo a él.

—Tranquila, no está enojado por eso. —Ella sostiene dos vasos de café. —Quiero preguntarte algo... Delicado. ¿Sientes atracción por Darwin? Ya sabes..

Diablos, muy al grano.

—¿Q-Que?

—He visto como te preocupas por él, y que él te mira, Danielle. Tengo esas dudas.

—Sage, yo no sé si lo que... Siento es algo real o solo busco consuelo, pero Darwin y yo hemos estado últimamente demasiado cercanos, y me siento confundida es todo.

—Te gusta. —Murmuro. —No está mal, mereces ser feliz.

—Él, es como Aider, posiblemente se encuentre por ahí alguna chica que le guste más que yo y se vaya con ella, pero está bien...

—No va a pasar, créeme. —Le ayudo con uno de los cafés y paso mi brazo por sobre sus hombros. —Después de esto, nosotros vamos a tomar un descanso. ¿Si? Una pequeña reunión para celebrar que tenemos vida.

Ambas reímos, hago un rollo la coleta rápida que me hice mientras veníamos al hospital, siento un poquito de ardor en la garganta y el sabor de la pasta dental que aún no se quita.

—Me agrada la idea, merecemos unos días en paz y tranquilidad. —Asiento con la cabeza, giro mi rostro mirando a las personas en las mesas de la cafetería. —Hmm, ¿Sage?

—¿Si? —Las miradas no están en nosotras, sin embargo siento que nos están vigilando y no sé quién.

—He querido preguntarte sobre esto, pero no quería incomodarte, ahora... ¿Por qué tienes un adhesivo en el cuello?

—Oh... —Me giro a mirarla, llevo mi mano derecha a mi cuello, el adhesivo que me dió Solange sigue ahí bien pegado. —Tengo una marca de nacimiento que... Mi "mamá" no quería que nadie viera.

—¿Puedo... Verlo? —Intento quitar el adhesivo, no seguiré con su maldito reglamento.

—Si, claro. Pero, vamos. Te lo enseñaré. —Empezamos a caminar más rápido hacia la habitación de Darwin, ahí me sentiré segura.

Al llegar a la puerta, no nos demoramos en entrar, Kyler se levanta del sillón casi como un resorte, saca de su espalda baja una pistola y nos apunta.

—¡Hey! Soy yo. —Me mira rápidamente y esconde la pistola tan rápido como yo entro y cierro detrás de mi. —¿Estás loco? No puedes tener eso en un hospital.

—Solo precaución, pueden querer venir a rematarlo.

—No digas eso, Kyler. —Danielle se acerca a Darwin y le tiende el café, veo que es.. difícil para ella mantenerse muy cerca de Darwin.

Hace un gran esfuerzo en no mostrarse nerviosa frente a él.

Dejo el café sobre la pequeña mesa de cristal e intento quitar el adhesivo, pero duele, está demasiado pegado en mi piel.

—¿Qué haces? —Kyler se acerca a mi y se coloca detrás, inclino mi cabeza y dejo mi cuello a la vista de Kyler.

—Intento quitar eso, ayudame. —Quita mi mano del adhesivo y él empieza a sacarlo con cuidado, aprieto los ojos junto con la sensación de la piel del adhesivo quererse salir.

—Espera, esto.. Va a doler, no es un adhesivo cualquiera. —Susurra Kyler, asiento con la cabeza.

—Bien... —Murmuro aguantando el pequeño dolor al ser despegado el adhesivo. Estamos así unos minutos hasta que lo saca por completo, suavizo mis facciones conforme el dolor se desvanece.

—Mira Danielle. —La llamo, ella viene a mi, sus ojos se posan en mi cuello, Kyler deja caer sus manos sobre mi cintura.

—¿Es... Una marca de nacimiento? Parece..

—Lo es. —Danielle me acerca un espejo pequeño y puedo verlo por segunda vez en la vida.

Una marca de una corona, como si formase parte de mi piel, una corona junto con unas iniciales como si fuese un tatuaje sin tinta.

La corona y una ST.

—¿Por que tú madre ocultaba eso? ¿Y tus ojos? —Danielle mira a Darwin y luego a Kyler, buscando respuestas, las cuales ellos no tienen.

—Eso... Debo descubrir, tengo que saber la verdad de esto.

—Y lo sabrás, pero ahora no, tienes que comer Sage. —Kyler me gira para mirarlo a los ojos. Asiento lentamente.

—Lo sé, pero ahora... Necesito hablar con ustedes. —Me giro a mirar a Darwin y Danielle.

Ella está sentada con una revista en sus manos, y Darwin solo la mira con una sonrisa.

—Kyler, esto no puede hacerse costumbre, no podemos dejar que nos ataquen, yo quiero.. Que tengamos un descanso de esto, es abrumador.

—Esta bien, vamos a festejar por qué estamos vivos, ¿Te parece?

—No festejar, pero... Solo tranquilidad. ¿Bien? Ahora.. ¿Sabes dónde está Pamela? No la he visto.

—Debe estar en consulta o chequeos por... Su condición. —Kyler endurece su agarre en mi cintura y me atrae a él.

—Kyler, tengo que volver a mi casa, necesito revisar algunas cosas. —Y también quiero saber si Alexer fue capaz de dejarme alguna llamada.

Debo olvidarme de que existe, no pienses en él.

—¿Realmente quieres que nos quedemos ahí? No te trae, ¿malos recuerdos?

—Creo que en esa casa están las respuestas a mis preguntas.

Dudoso asiente.

—Buscaré a Pamela, espera aquí. —Antes de que pueda protestar a mi decisión, salgo rápidamente de la habitación y voy apresurada a recepción.

—¡Está en la habitación 107! —Escucho a Danielle a mis espaldas, me giro y retrocedo, le sonrío y asiento con la cabeza antes de regresar a mi camino.

Busco un pasillo que lleve a la habitación 107.

Llego a uno donde la primera puerta dice 107. Me acerco, antes de entrar golpeo suavemente la puerta, nadie responde.

—¿Pamela estás ahí?

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KYLER. [AKDR #2]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora